Hasta el viernes, último día en que rigió el cambio diferenciado, se realizaron ventas por US$ 8.123 millones, un 62,46% más de lo esperado.
Los productores de soja comercializaron más de 16 millones de toneladas durante las veinte jornadas que duró el Programa de Incremento Exportador tras vender 300.000 toneladas el viernes pasado, último día del esquema que implementó un tipo de cambio de $ 200 por dólar para las exportaciones de la oleaginosa el mes pasado.
La medida, que se acordó con los principales complejos exportadores, fijaba un compromiso inicial de liquidar soja y derivados por al menos US$ 5.000 millones.
Finalmente, la cifra superó las expectativas y se realizaron ventas por US$ 8.123 millones, es decir, un 62,46% más que lo esperado.
De dicha cifra, se liquidaron al viernes último US$ 7.646 millones y, si bien ya se cerró el registro de operaciones al exterior con el esquema extraordinario, las liquidaciones correspondientes se podrán continuar realizando entre hoy y mañana.
Respecto a las cantidades, de acuerdo con las cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el viernes –último día de vigencia del llamado “dólar soja”- se vendieron 287.575 toneladas, con lo cual desde el lunes 5 hasta el 30 de septiembre totalizaron 16.080.862 toneladas.
Los contratos nuevos de compraventa concertados el viernes y en fechas previas pero anotados el último día de la semana pasada sumaron en conjunto 220.036 toneladas, y el valor promedio de esos negocios resultó en $ 65.903 por unidad de peso.
Por otro lado, también se destacaron las fijaciones de operaciones concertadas con anterioridad al viernes por 49.520 toneladas, alcanzando un valor promedio de $ 62.743.
En relación con los negocios pactados en dólares, los contratos de compraventa de soja registraron un valor promedio de US$ 366 por un volumen de 741 toneladas; en tanto que se anotaron fijaciones por 142 toneladas a un valor promedio de US$ 336.
La implementación del esquema –que, en la práctica, eliminó el peso impositivo de los derechos a la exportación- permitió acelerar la entrada de divisas a las arcas del Banco Central, el cual cerró el viernes con compras por US$ 317 millones, y acumuló US$ 4.968 millones en las últimas diecinueve jornadas, todas ellas con saldo positivo.
“Tenemos resultados que son más que satisfactorios, que nos entusiasman y nos permiten mostrar números de una contundencia que constituyen un récord en liquidaciones y exportaciones en la historia argentina”, enfatizó el ministro de Economía, Sergio Massa durante una conferencia de prensa que ofreció el viernes, al finalizar el programa.
Además, señaló que “en términos de resultados desde el proceso de acumulación de reservas y fortalecimiento de nuestro Banco Central, esto ha sido sumamente importante y tuvo un impacto que nos da tranquilidad en un contexto que veníamos con un alto nivel de preocupación y zozobra”.
Del mismo modo, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo consideró el sábado último, en declaraciones a Radio Mitre, que “el éxito del Programa Incremento Exportador permitió fortalecer las reservas y mejorar los ingresos de los productores”.
Del esquema participaron 44.622 productores y ventas jurídicas, de las cuales más de 30.000 son agricultores.
La Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) remarcaron que la iniciativa “ha generado resultados positivos” y que el volumen negociado de soja fue un 427% superior al registrado en septiembre del año pasado, un ingreso récord para dicho mes en los últimos 20 años.
Esto se da luego de que en el período enero-agosto, la comercialización registrara un atraso de 6 millones de toneladas respecto del mismo período de 2021, según informó la misma entidad empresaria.
Con parte de los ingresos adicionales obtenidos por el “dólar soja”, Massa anunció la creación de dos fondos de asistencia y financiamiento para pequeños y medianos productores que no pudieron ingresar en el programa por no haber tenido suficiente capacidad de acopio, y para las economías regionales.
El fondo de incentivo para los pequeños y medianos productores será de US$ 40.000 millones y buscará potenciar la competitividad de quienes hayan sembrado hasta 200 hectáreas de soja y 100 hectáreas de maíz en la campaña 2021/22, y que hayan comercializado hasta el 85% de su cosecha de soja al 31 de octubre.
Según señaló Massa el pasado viernes, el financiamiento que recibirán les permitirá costear la mitad de los gastos en semillas y fertilizantes, y buscará ampliar el área sembrada en 300.000 hectáreas.
Por su parte, a las economías regionales se les destinará un fondo de US$ 32.000 millones y comprenderá diversos cultivos, incluyendo el tabaco, la lana, el arroz, los cítricos y la vitivinicultura.
Además de estos fondos para los productores, Massa anticipó que habrá una ayuda para “los sectores vulnerables”, iniciativa que se va a coordinar con la Anses y el Ministerio de Desarrollo Social y cuyos detalles se conocerán próximamente.
Telam