Algunas alimenticias ya comenzaron a recibir citaciones por parte del Gobierno para mantener encuentros a partir de la semana que viene. Un sector del oficialismo apura medidas más drásticas.
El Gobierno quiere poner algún tipo de freno al aumento de precios de los alimentos y comienza a delinear algunas estrategias que le permitan ir por ese camino. En medio de esto, ya comenzó a enviar a las empresas mensajes para mantener encuentros y allí delinear políticas “de consenso” que permitan ir acercando lo más posible los salarios con la inflación.
“A algunas nos tocará la semana que viene y a otras más adelante. La idea principal es ir armando reuniones uno a uno con las empresas, para ver de qué modo cada uno puede contribuir”, sostuvieron desde una de las principales empresas del sector.
Del lado industrial, las expectativas que hay en este sentido no son grandes y, de hecho, apuntan que “esto no deja de ser más de lo mismo”.
“En otro momento lo llamaron consenso de salarios y precios; esto no deja de ser lo mismo. En su momento no dio grandes resultados y no veo que ahora el efecto pueda ser otro”, dijo el industrial.
En medio de esto, dentro del Gobierno hay, una vez más, dos formas de encarar este tema. La primera es la que desde un comienzo de su gestión expuso Sergio Massa. Todo llegaría a través del diálogo, y no en formato de presión, como sí ocurrió otras veces.
Alimenticias según cristina
Pero la otra va más en línea con el pedido que ya hace algunas semanas realizó la vicepresidenta Cristina Fernández, que insistió con meter presión a las alimenticias para que revean sus políticas de precios.
“Está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”, sostuvo Cristina.
Y remató: “El ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”.
A tono con esto, ayer durante el Coloquio de IDEA se coló un rumor respecto de un posible congelamiento de precios por un lapso determinado. Esta postura no tendría el aval completo del Gobierno, sino que es más bien un sueño del ala más kirchnerista, aunque para otro sector “es demasiado apresurada y extremista”.
De hecho, el secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren, admitió a El Cronista que “un congelamiento no es la mejor medida ya que solo estaríamos postergando los problemas. Tal vez se puede utilizar para ganar tiempo e ir trabajando en algo más estructural mientras tanto, pero no es la medida ideal”.
Los mismos rumores indicaban que el ministro de Economía, Sergio Massa, aprovecharía su viaje a los Estados Unidos para consultar al Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre una posible medida en este sentido. Ese que en el último acuerdo firmado entre la Argentina y el organismo internacional se dejó claro que no podría haber una intervención sobre los precios.
Desde otra compañía que fue ya citada por el Gobierno para los próximos días también observan que este no es el camino ideal para trabajar el tema. “Si no atacamos los problemas reales, no habrá consenso que valga. Esta historia es muy vieja y otra vez estamos dando vueltas sobre lo mismo. Tenemos que analizar todos los eslabones de la cadena. No podemos siempre caer sobre los precios finales”.
El Cronista