Integrada por 19 cooperativas y el sindicato de Empleados de Comercio de Rosario, el INAES aprobó su estatuto. Los objetivos de un comercio más justo para productores y consumidores.
La Cooperativa Alimentos para la Nueva Argentina se constituyó en agosto de 2022 y este lunes 20 de marzo, luego de que el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) aprobara sus estatutos, se presentó en sociedad en un acto realizado en la Asociación Empleados de Comercio de Rosario, sindicato que forma parte de la misma.
Al respecto de los objetivos de la flamante cooperativa, Ansol mantuvo diálogo con Sebastián Ferro, su presidente: «Tenemos una mirada conjunta de ser más veraces con el objetivo de bajar los precios porque nos preocupa el bienestar de la ciudadanía. Que nadie esté pagando cualquier cosa por algo que se puede simplificar. No creo que una empresa multinacional se preocupe por eso, no le importa si al subir los precios el trabajador no llega a fin de mes para comprar la canasta básica. Ahí entra el espíritu solidario del cooperativismo y mutualismo«.
Alexandre Roig, titular de INAES, también dialogó con Ansol acerca de esta nueva iniciativa. «La creación de esta red cooperativa es una de las tantas experiencias que hemos impulsado desde el sector cooperativo y mutual para ofrecer alternativas de distribución de alimentos. Tiene como principios comunes la articulación con productores locales, la valorización de los productos regionales, el trabajo con las cooperativas y mutuales ante todo, circuitos cortos de comercialización y una capacidad de transformar la territorialidad del país a través del sistema de alimentos. La soberanía alimentaria no es solo un problema de acceso a los alimentos sino que tiene que ver con formas de repensar el territorio nacional».
Con su fundación, la Cooperativa Alimentos para la Nueva Argentina de Provisión de Servicios Limitada estará integrada por otras 19 entidades del rubro: Asociación Mutual de Empleados de Comercio – AMECRO, Asociación Mutual Mercantil Argentina – AMMA, Cooperativa Agropecuaria Productores y Consumidores Limitada – CAPYC, Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos Devoto, Asociación de Supervisores, Técnicos, Administrativos y Vigilancia de la Industria de la Carne – ASTAVIC, Cooperativa de Provisión y Consumo “Solidaridad” Limitada, Cooperativa de Productores de Hongos Comestibles «Aldea» Ltda – COPHAL, A. M. Micro, Pequeña y Mediana Empresa de la Provincia de Santa Fe – MIPYME, Cooperativa de Trabajo Integral de Transporte y Logística Ltda – LOTRACOOP, Cooperativa de Trabajo y Provisión de Servicios para Productores Rurales Nueva Cotar de la Gente Ltda, Cooperativa Integral Coinag Ltda, Cooperativa de Trabajo Arraigo Ltda, Cooperativa de consumo y vivienda Mercosol Ltda, Asociación de Pequeños y Medianos Industriales Lácteos de la provincia de Santa Fe APyMIL, Centro de Estudios Laborales Asociación Mutual, Cooperativa de Trabajo Zavalla Santa Fe Ltda, Cooperativa de Trabajo Los Profesionales Ltda, Asociación Empleados de Comercio de Rosario – AEC y Cooperativa de Trabajo Productores de Churqui Cañada.
«Esto nace como un paso jurídico y político de la integración que veníamos teniendo pero además sumamos un montón de metas a futuro que algunas las sabemos y otras las descubrimos con los avances que hacemos», expresó Ferro.
Las razones de la inflación
Sebastián Ferro le asigna especial importancia a la concentración cuando se le consulta sobre las razones del proceso inflacionario vigente en Argentina. «Más del 80% de lo que se distribuye y comercializa está en manos de diez grandes cadenas que la mayoría son multinacionales. La concentración y el monopolio hacen que ellos tengan potestad de manejar los precios», explica.
La logística también es un tema central para Ferro. «Las multinacionales no le prestan mucho atención a la logística. La idea en Alimentos para la Nueva Argentina es que se desarrollen las cooperativas, que se eliminen los intermediarios y que los productos lleguen a las góndolas para los consumidores -que en definitiva son los trabajadores- con un precio más justo. Tenemos la experiencia para esto porque en el Sindicato de Comercio de Rosario tenemos una proveeduría, que está en el estatuto desde hace 100 años. Hay otra experiencia histórica en los almacenes justicialistas, creados en la época de Perón y que luchaban contra la especulación. Hay una tradición de los trabajadores en las cooperativas y mutuales sobre la distribución de alimentos.»
Alexandre Roig también se refirió al efecto sobre los precios de los alimentos y su relación con los esquemas de producción, distribución y comercialización. «No es que creemos que se pueda combatir la inflación a través de estos mecanismos, sino que todas las experiencias como la de Alimentos para la Nueva Argentina tiene precios más bajos por razones que dijimos anteriormente: circuitos cortos, productos locales y agreguemos que la forma cooperativa y mutual permite un control social que garantiza precios coherentes«.
El presidente de la cooperativa Alimentos para La Nueva Argentina interviene en este punto resaltando porqué no se ven productos cooperativos en las góndolas. «Ahí es clave el desarrollo de las cooperativas que producen, que muchas veces no encuentran llegada a los grandes hipermercados porque no les abren las puertas o la financiación que les ofrecen es a 60 o 90 días y no tienen espalda para bancar eso».
Un modelo solidario
Continuando con la caracterización del contexto en el que surge la cooperativa Alimentos para La Nueva Argentina, Sebastián Ferro compara el modelo de los supermercados y el del cooperativismo y mutualismo. «Lo que sabemos es que las grandes cadenas de supermercados remarcan muy por encima de los costos que tienen. La remarcación nunca baja del 30 o 40% en el mejor de los casos. Hay una cadena extranjera de hipermercados que tiene una tasa de retornos a su país de origen. Si bajan las ventas, aumentan el margen de ganancia sobre el costo de los productos comercializados para cumplir esa tasa».
En cambio, señala, las cooperativas y mutuales no tienen un fin de lucro. «Todo lo que generamos, lo reinvertimos: no compramos campos ni sacamos la plata al exterior. Lo que se genera vuelve al asociado. Ese es el fin solidario que hace que tratemos de llevar al consumidor los precios más justos. No tenemos la voracidad que tienen las multinacionales para sacar la plata afuera. Ahí hay una clave en el problema de los precios».
Consultado por un ejemplo concreto sobre las lógicas del cooperativismo y mutualismo, Ferro cita el caso de «un dulce de leche que comprábamos acá en Rosario, no te voy a decir la marca, que cuando nos empezamos a juntar con las cooperativas nos enteramos que el que lo producía era de Devoto, Córdoba. Lo mandaban a Entre Ríos, le ponían una etiqueta y venía de vuelta acá. Ahora hablamos con esa cooperativa y vamos a hacer un dulce de leche para que venga directo«.
Para cerrar, Roig puso el acento en las ventajas de esta perspectiva de transformación. «La alianza entre cooperativas y mutuales es una práctica común en el sector, pero en este caso vemos que se están multiplicando las articulaciones y cada vez son más potentes. Hay incluso vínculos regionales y sectoriales, lo que permite mejor coordinación, economías de escala, ideas colectivas y procesos de innovación».
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