Horas antes de partir rumbo a Shangai, el ministro de Economía compartió fotos con el gobernador de Buenos Aires y Wado de Pedro. El mensaje detrás de las reuniones entre tres puntales del Frente de Todos y cuál es el rol que juega Cristina
La versión oficial dice que Sergio Massa invitó al gobernador de Buenos Aires a tomar mate este sábado por la tarde a Tigre para conversar sobre el viaje a China y los recursos que podría gestionar para la Provincia. Probablemente sea media verdad. Imposible que el ministro y jefe del Frente Renovador no haya hablado con Axel Kicillof del futuro electoral a menos de un mes del cierre de listas.
En el mismo día también hubo foto en Mercedes con Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Ambos eventos en vísperas de la partida a Shangai y Beijing, viaje al que Massa sumó la figura más difícil, al diputado y exjefe del bloque del Frente de Todos Máximo Kirchner.
Los cuatro, más Cristina Kirchner, completan la mesa de mayor poder del Gobierno aunque sólo ella no pondrá su nombre en una boleta. Entre Massa, Kicillof, De Pedro y Kirchner hijo repartirían la fórmula presidencial, gobernación y cabezas de listas. Algunos incluso señalan que en pos de la unidad “habría que conversar con el sciolismo”.
Ese quinteto se vio en la carpa VIP del acto de Plaza de Mayo compartiendo la previa el jueves 25 de mayo. Sonreían distendidos lo que no significa que las negociaciones de cargos y listas sean ni fáciles ni pacíficas. Fundamentalmente porque el oficialismo depende no sólo de los acuerdos internos sino de las chances reales para estas elecciones 2023 y de cómo se posicionen Juntos por el Cambio y el libertario Javier Milei.
Los votos de Rodríguez Larreta y el rol de MK
Gran parte de los dirigentes del Frente de Todos analizan el futuro desde la hipótesis de una derrota en las PASO de Horacio Rodríguez Larreta frente a Patricia Bullrich. “¿Cómo vamos a quedarnos con los votos de Horacio que no se vayan con ella?”, preguntan cuando evalúan nombres para las principales categorías, desde la presidencial a la gobernación bonaerense donde resiste Kicillof que quiere su reelección. Tal vez por eso Cristina Kirchner alentó a todos a que salgan a caminar pero no hizo ningún anuncio todavía.
Máximo Kirchner nunca viajó a China. Tampoco nunca integró una comitiva gubernamental ni se subió a un avión con un ministro. A diferencia de su hermana que acompañó a la exPresidenta en distintos viajes, el diputado nacional jamás compartió una gira de trabajo como la que emprende con Sergio Massa. Si hacía falta un gesto político de su parte y en nombre de su madre, ahí está.
El flamante avión presidencial, que Alberto Fernández cedió a préstamo a Massa, lleva un equipo de leales y amigos, entre otros Diego Giuliano, ministro de Transporte de la Nación; Cecilia Moreau, presidenta de la Cámara de Diputados; los secretarios de Energía, Flavia Royón, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo. También el massista Marco Lavagna, secretario de Asuntos Económicos y Financieros de la Nación.
Por el albertismo sólo viajan Miguel Pesce, presidente del Banco Central y siempre en tensión con Economía, y Juan Manuel Olmos, el vicejefe de gabinete que sostiene un diálogo fluido con Cristina Kirchner más allá de los humores de Casa Rosada y cobra independencia. Con Kirchner hijo van también la diputada camporista Paula Penacca y Diego Sartori del misionerista Frente Renovador de la Concordia.
Massa-Wado, ¿es una fórmula?
Más allá de la misión económica, el viaje es una más de las postales con las que Massa busca recuperar terreno político y que incluye al kirchnerismo. Probablemente no se cierren acuerdos electorales ni regresen con definiciones de candidaturas ni listas, pero hay especial intención de mostrar “orden político y económico” para ordenar luego la campaña electoral. Se notó este sábado en los discursos de Massa y De Pedro en la reinauguración del tren turístico que une Tomás Jofré con Mercedes.
La foto ampliada y el plano corto del acto del jueves último señaló también quienes están en el entorno más íntimo de la Vicepresidenta. Tanto sobre el escenario como en la convocatoria a Plaza de Mayo se evidenciaron alianzas y convivencias y los límites de lo que pregonan como “peronismo unido”.
No estuvo el Presidente Alberto Fernández que asegura no estar aislado, faltaron un par de intendentes enemistados con La Cámpora, no movilizó la CGT ni los Moyano y hubo pocos gobernadores.
Daniel Scioli en cambio se encargó de explicar que fue invitado por la propia Cristina Kirchner pero que tenía que estar en Brasil para verse con el canciller en la previa a la visita del Presidente. El resto -desde el paceño Mario Ishii al Movimiento Evita y el Frente Renovador- acompañaron la convocatoria de Cristina Kirchner.
Especialmente claro quedó que además del rol central de su hijo su círculo más cercano lo integran Kicillof; Andrés Larroque; el ministro Wado de Pedro y el titular de Economía. Viene jugando en ese equipo el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y también Juan Grabois que a pesar de la distancia ideológica con el massismo no esquivó bromas ni saludos con el jefe del palacio de Hacienda.
Reencuentro con Pérsico y el Evita
Lo que mostró también el acto bajo la intensa lluvia es la intención de la exjefa de Estado de ser no sólo la gran electora sino la gran armadora de la futura campaña y de las listas. Como ya le dijo a un grupo de sindicalistas: no tejerá escarpines.
Instalada nuevamente en sus oficinas del Instituto Patria operó para la convocatoria al vigésimo aniversario de la asunción de Néstor Kirchner. Y hasta se sacó foto con Emilio Pérsico y el Movimiento Evita, más allá de los recelos que sostiene el dirigente con La Cámpora. El malestar es mutuo. Pero también Máximo Kirchner se reunió con el dirigente.
Hoy nos reunimos con el compañero Máximo Kirchner y con la compañera @CFKArgentina para ultimar detalles sobre el acto del 25 de Mayo.
Se cumplen 20 años de la asunción de Néstor y del comienzo de un proceso histórico que junto a Cristina nos permitió vivir mejor a la gran… pic.twitter.com/MZ9rDPzs1D— Leonardo Grosso (@Leonardo_Grosso) May 24, 2023
Es evidente que la Vicepresidenta se ha vuelto más realista que nunca y que ve cómo se repite -incluso con más dramatismo – el escenario electoral del 2019 cuando el peronismo no podía aspirar a un triunfo electoral sin ella pero cuando tampoco alcanzaba sólo con el kirchnerismo para ganar.
Muchos admiten ya que el Frente de Todos podría sufrir una derrota nacional. Y hay quienes temen la posibilidad de perder Buenos Aires. Tres son las discusiones centrales: los nombres para empujar con una fórmula presidencial, cómo retener Buenos Aires y quiénes tendrán lugares en las listas de diputados y senadores.
“Cuando llega la hora de dejar la propina todos se pelean o se hacen los distraídos”, grafica un dirigente que cree que en un escenario de derrota habrá poco para repartir. “Nadie quiere ceder”, agrega otro mientras también el kirchnerismo evalúa cómo garantizar un bloque sólido en el Congreso nacional.
El Cronista