EL MIEDO A MILEI EMPUJA A JUNTOS A PACTAR CON SCHIARETTI Y ALIENTA LA PELEA KIRCHNERISTA

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Schiaretti y Randazzo blanquearon sus conversaciones con Juntos por el Cambio. Enojo en Córdoba a días de la elección provincial y marchas y contramarchas en el oficialismo a la espera de las definiciones más importantes

Un importante dirigente radical cordobés puso el grito en el cielo. El día anterior, jueves 1 de junio, había asistido a la presentación del plan de Luis Juez como candidato a gobernador. Ya suficiente sacrificio fue, admitía, encolumnarse detrás del senador para leer que a 20 días de la elección mediterránea, Juntos por el Cambio analiza la creación de una nueva coalición que incluya a Juan Schiaretti, el dirigente contra quien pelean desde hace años.

“No puede ser”, protestó. Y llamó uno por uno a los principales correligionarios para saber si era el único en no estar al tanto de la versión periodística. Casi todos, desde el presidente del partido Gerardo Morales a los gobernadores Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez están de acuerdo con conformar un frente de frentes aunque seguramente lo discutirán en la Convención del 12 de este mes.

Hace diez días Juez logró plasmar una foto de paz con Mauricio Macri, una prenda de unidad para enfrentar al cordobesismo peronista no K. También encolumnó a la UCR y hace campaña con Rodrigo De Loredo que postergó sus sueños y vuelve a dar la pelea por la intendencia de la capital provincial que gobierna el delfín de Schiaretti, el ex vicegobernador Martín Llaryora y actual candidato al premio mayor.

“¿Y ahora de qué nos disfrazamos?”, lo increpó sin respuesta uno de los tantos juecistas a través de las redes sociales.

A instancias de Horacio Rodríguez Larreta y con aval de Miguel Pichetto y de Morales, Juntos por el Cambio analiza la propuesta que frente a la UIA hizo Schiaretti, la conformación de un frente de frentes. El “cuco” ya no es el mandatario sino el libertario Javier Milei, justificaron todos lo que reciben encuestas. “No para de crecer”, advirtió un radical. “La culpa es de Mauricio Macri, de Patricia Bullrich y de Horacio Rodríguez Larreta”, le puso nombres a la desazón otro opositor frustrado.

Varios políticos sospechan dos cosas, la primera que el solo anuncio de la posibilidad de un entendimiento nacional jugará a favor de Llaryora y no de Juez. La segunda, que a pesar de haber tenido por años una amistad con Schiaretti será Macri el verdugo de ese frente. “Hará lo que sea para no beneficiar a Horacio”, se escuchó.

Problemas en la cuarta vía

El fuego amigo se enciende en todos los campamentos. Apenas conocida la información sobre la reunión cumbre de este lunes de Juntos por el Cambio (cualquier incorporación debe ser avalada por todos los integrantes de la coalición), el exgobernador Juan Manuel Urtubey salió a despegarse y ya se habla de que se bajaría de este turno electoral. 

Por su parte Florencio Randazzo confirmó que él y Schiaretti trabajan por una “gran PASO”. Quien pierda, acompañaría, dejan traslucir desde el cordobecismo que finalmente oficiaría de vector de votos y unidad opositora como Ernesto Sanz en 2015. 

En aquella oportunidad Sanz fue casi un precandidato testimonial a sabiendas de que Macri se impondría. La vía que intentan construir por fuera de la grieta no tiene chances electorales y apenas sumaron algunos viejos dirigentes bonaerenses.

Urtubey no admite otra estrategia y se queda en su lugar como lo hizo en 2019 cuando fue el único que no migró y acompañó en una fórmula perdedora a Roberto Lavagna. De la misma manera este sábado aclaró que “no formaré parte de Juntos por el Cambio. Lo digo con respeto y con convicción: soy lo que fui toda la vida, un militante peronista que ha tenido el honor de recorrer un largo camino siendo elegido por mi pueblo por lo que soy y por mi pertenencia”.

Fuertes denuncias en Santa Fe

El fuego amigo parece impulsar a Milei más que encapsularlo. Esta misma semana la senadora Carolina Losada, que ocupa la vicepresidencia que dejó el porteño Martín Lousteau en la cámara alta, denunció “contactos con el narcotráfico” y aseguró que algunos “tienen mucho que explicar”. 

Cuando Joaquín Morales Solá le pidió nombres, la radical mencionó a Maximiliano Pullaro, precandidato a gobernador contra el que compite internamente. Hasta cuestionó a Lousteau porque “es el que enseñó economía con la 125 a Cristina Kirchner y ahora se lava la cara”. El senador y precandidato porteño también le contestó por televisión y defendió a Pullaro, ex ministro de Seguridad provincial.

Más fuego hay también en Capital en la alianza oficialista donde Ricardo López Murphy se peleó con Roberto García Moritán. El diputado y economista segura que sigue dentro de Republicanos Unidos, su ex aliado jura que dejó el partido y pelean por el sello. Él es de los que tampoco quiere a Schiaretti jugando adentro.

En una charla en Radio Cultura con esta periodista López Murphy blanqueó que le bloquean decisiones y que del otro lado recibe una actitud “muy hostil”. “Sigo siendo precandidato a jefe de Gobierno” continuó y no se molestó con Patricia Bullrich, su precandita presidencial. Ella en cambio alzó la mano de Jorge Macri y celebró que Rodríguez Larreta haya tenido que bajar a su favorito, Fernán Quirós.

“Nunca le pedí ayuda, en la Ciudad me basto solo. No fue un trueque”, respondió López Murphy y aclaró por qué fue el único ausente en el anuncio de la baja de ingresos brutos que hizo Rodríguez Larreta junto a empresarios de la industria y la construcción, dirigentes sindicales y cuatro precandidatos a sucederlo: Graciela Ocaña, Macri, Lousteau y García Moritán.

Uno de los dirigentes presentes le dijo a El Cronista que López Murphy no participó por no estar de acuerdo con la reducción impositiva. Pero él mismo lo desmintió al señalar que había hablado con Martín Mura -su ex alumno en la facultad- para ofrecerle apoyo público. Lo que no le pareció bien, subrayó, fue sentarse detrás de Rodríguez Larreta en un anuncio de campaña presidencial.

Las dudas de Wado de Pedro y Kicillof

El mismo miedo a Milei se extiende en el Frente de Todos donde ya casi dan por hecho que habrá PASO a pesar de que tanto Máximo Kirchner como Sergio Massa insisten en una fórmula de síntesis. Lo admitió Eduardo ‘Wado’ de Pedro a quien todos miran como si fuera el elegido de Cristina Kirchner. Todavía no lo es.

De la misma manera que hay tensión en la oposición la hay en el oficialismo. A los carteles de ‘Axel gobernador 2023’ se le sumaron esta semana las declaraciones del mandatario sobre su reelección. Incluso señaló a Verónica Magario como su compañera de fórmula. 

Antes de responder, dudó y menos de 24hs después, retrocedió. “Sé que hay mucha ansiedad, pero no hay fórmulas confirmadas hasta que se anuncien oficialmente: vamos a hacer lo que le convenga al conjunto del Frente de Todos”, aclaró.

El jueves, tras lanzarse, suspendió un acto varias veces anunciado con Wado de Pedro. En La Plata explicaron que Claudio ‘Chiqui’ Tapia se había quedado en San Juan y por eso no se realizó la firma de un convenio para que se juegue la semifinal y la final del Sub20 en el Estadio Único de la Plata.

De todos modos Kicillof y De Pedro se vieron en privado en el marco de reuniones habituales con la Vicepresidenta. Que nadie se sorprenda: no pasa semana sin que se vean o hablen aunque no dicen si puede haber enroque entre ellos.

“¿De dónde sacan eso? Wado es candidato a Presidente y va a ganar”, se confían cerca del ministro en la previa a la reunión de gobernadores del PJ que tendrá lugar esta semana en el CFI y de la que participará. Justamente otra opción es que un gobernador integre la fórmula aunque no hay encuestas que los alienten.

El Cronista

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