Cómo es la negociación entre el Gobierno y las petroleras para mantener acuerdos de aumentos mensuales.
El aumento de los combustibles (nafta y gasoil) en las estaciones de servicio está al caer, y se espera que se aplique entre este jueves 15 de junio y el fin de semana largo.
Según el acuerdo entre las petroleras y el Gobierno, la suba debería ser de un 4%. Pero como contó El Cronista, el porcentaje no está definido porque las refinadoras privadas (Axion, Raízen -Shell- y Trafigura -Puma Energy) consideran que esa cifra es “insostenible” ante los niveles de inflación y de devaluación del peso contra el dólar oficial que rondan el 7 al 8% mensual.
Desde el Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa, la indicación es mantener el acuerdo del 4%, aunque reconocen que cuando las refinadoras ingresaron a Precios Justos, en noviembre, la previsión de la inflación y la devaluación era más baja que la que finalmente sucedió.
“Los márgenes de refinación están bien”, apuntan en los despachos oficiales. Una medición del consultor energético Alberto Fiandesio en Todo Hidrocarburos muestra que el margen bruto de la nafta súper cayó 10,4% en abril hasta los 15,66 dólares por barril (unos $ 23 por litro) y es un 33,2% más bajo que hace un año; mientras que para el gasoil grado 2, el margen bajó 4,6% mensual a u$s 40,88 por barril (alrededor de $ 59 por litro) pero en términos interanuales subió 9,1%.
Márgenes de refinación de las petroleras
“El margen bruto del gasoil grado 2 de abril se sitúa por encima del promedio del período enero de 2016 a marzo de 2023 (u$s 30,43 por barril) y el de la nafta súper se encuentra por debajo de su promedio (u$s 25,75). Seguimos pensando que quizás haya llegado el momento de olvidarse de los acuerdos a espaldas del mercado y los consumidores y encauzar una real libertad de comercio“, concluyó Fiandesio.
YPF, en tanto líder del mercado, marcará el camino al resto; el Gobierno no quiere aumentos mayores al 4% aunque prometió baja de impuestos
Los dueños de las estaciones de servicio apuntan que el atraso de los precios de la nafta rondará el 25% en agosto y que hay peligro de cierre de las bocas de expendio, por lo que la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha) se declaró en “estado de emergencia”.
Con todo, las petroleras esperarán la decisión de YPF, que en su rol de líder del mercado (con 60% de las ventas de combustibles) le marca el camino al resto. Si los privados, como sugieren, incrementan sus precios hasta un 8%, deberán evaluar en los próximos días cuánto consumo pierden en manos de su competencia; así como YPF deberá analizar si tiene stock suficiente para abastecer la demanda a valores más económicos.
Una parte del acuerdo de Precios Justos era que el Gobierno accediera a bajar los impuestos a los combustibles para compensar la brecha entre el 4% y la inflación real; no obstante, en algunos sectores son reticentes a seguir reduciendo el peso de los impuestos.
Solo por mantenerlos congelados y no actualizarlos trimestralmente -como prevé la ley-, el Estado nacional se pierde de recaudar el equivalente en pesos a más de 200 millones de dólares por mes o un 0,3% del Producto Interno Bruto (PIB) anual, en tiempos de caída mayor al 6% real de la recaudación tributaria por efectos de la sequía.
Así las cosas, las refinadoras disminuyen el precio de compra del petróleo crudo en Neuquén a Vista, Tecpetrol, Pluspetrol, ExxonMobil y Chevron hasta unos 62 dólares por barril para sostener la ecuación.
El Cronista
