Las decisiones económicas llevaron al país a una situación muy delicada. Culpar a la oposición es irresponsable y correr el eje del problema.
Raúl Alfonsin no eligió asumir con los militares agitando los cuarteles para frenar los juicios. Carlos Menem no eligió asumir en medio de una hiperinflación. Fernando De La Rúa no buscó recibir un país encerrado en la convertibilidad y Néstor Kirchner nunca imaginó tomar las riendas con un país devastado por el 2001. No hay excusas. Nadie los obligó a asumir ese compromiso. Cada presidente en la Argentina llega con problemas. Y algunos de gravedad. Mauricio Macri estuvo 3 años culpando a la herencia y ahora apunta al que puede llegar a gobernar el 11 de diciembre. ¿Y su responsabilidad?
Durante su gestión tomaron medidas que agravaron todos los problemas y dejaron al país en esta grave crisis. Sin control para el ingreso y egreso de capitales especulativos; libertad total para liquidar divisas a agro exportadores; constantes cambios de rumbo sobre la política del BCRA; tres ministros de Economía; un ajuste permanente a las clases trabajadoras; festival de Leliq; salida del cepo de forma irresponsable y una devaluación por año; Inflación sin control y un gigante préstamo del FMI que ya fue prácticamente consumido. Todo esto fue una bomba de tiempo. Y ahora es el Gobierno quien debe actuar, sin margen de error. El sábado 24 de agosto el Presidente retomó la campaña y salió al balcón de la Casa Rosada. ¿Para qué lo hizo? La sociedad necesita un jefe de Estado y no un candidato.
Si la respuesta del oficialismo al irresponsable comunicado del Frente de Todos sobre lo que supuestamente se dijo en la reunión del lunes va a ser que Cristina “quiere incendiar todo” (textual de Miguel Pichetto) y que son golpistas, esto termina mal. Dejen de buscar excusas y afronten una crisis generada tras innumerables errores de gestión. (Fuente www.perfil.com).