A una semana del relanzamiento de campaña en Tucumán, Sergio Massa terminó de alinear a todos los sectores internos de Unión por la Patria con un acto con las organizaciones sociales en un repleto microestadio de Argentinos Juniors. Reiteró la consigna para ir a buscar “casa por casa, barrio por barrio” a aquellos votantes enojados. “Acá no se rinde nadie”, aseguró Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita.
A una semana de haber relanzado la campaña de Unión por la Patria, el candidato a presidente Sergio Massa terminó de alinear a todos los sectores internos de la coalición con un acto con las organizaciones sociales en un repleto microestadio de Argentinos Juniors en donde reiteró la consigna para ir a buscar “casa por casa, barrio por barrio” a cada argentino para convencerlos de volver a confiar en el oficialismo. El ministro de Economía apuntó a resaltar las medidas que anunció en las últimas horas para recomponer ingresos y criticó a la oposición por su rechazo a tratar el proyecto de eliminación del impuesto a las ganancias. “Acá no se rinde nadie”, aseguró Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita, que pidió unir a la clase trabajadora para contribuir al triunfo electoral de Massa.
Hubo mucho entusiasmo dentro y fuera del estadio Malvinas Argentinas. Al estilo CFK, al término del acto Massa salió a hablar brevemente con quienes se quedaron afuera y aprovechó para una metáfora. “Así tenemos que pensar la Argentina, a cada uno que se queda afuera lo vamos a ir a buscar para construir un país de iguales”, explicó. El mensaje del ministro y candidato estuvo dirigido a los sectores de la economía popular, a los que prometió incorporar a la formalidad con iniciativas como el monotributo productivo. Massa tiró algunas líneas no habituales en su discurso. Planteó el IVA como un impuesto regresivo que se debía modificar y lanzó la propuesta de repartir tierras ociosas del Estado entre las familias que lo necesiten. Son ideas que desde hace tiempo vienen impulsando los movimientos sociales sin mayor eco.
Además de Pérsico y el Chino Navarro, del Evita, en el escenario estuvieron Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, y el Vasco Berdesegar, de la Corriente Clasista y Combativa. “La mitad de la clase trabajadora en la Argentina trabaja sin derechos, no es viable una Argentina que mire al costado frente a esta situación”, planteó Menéndez, quien destacó las medidas tomadas por Massa en las última semana para intentar recomponer ingresos en medio de las dificultades y de las imposiciones del FMI. Pérsico explicó que necesitarían de la dedicación de sus “heroínas”, las mujeres de las organizaciones que trabajan en los barrios, para ir hablarles a los pibes “que están en la esquina y se ilusionan con este payaso”, en referencia a Javier Milei. “Hay que devolverle la fe a nuestro pueblo”, sostuvo.
Las organizaciones prometieron así poner a sus militantes y, principalmente, su capilaridad territorial en el objetivo de dar vuelta la elección. El candidato a presidente aseguró luego que “lo que viene es mejor”, por lo que no se debía permitir que Argentina “volviera al pasado”. El único sector de los movimientos sociales del oficialismo que no participó fue el de Juan Grabois, quien compitió con Massa en las PASO presidenciales.
Con el acto con los movimientos, Massa terminó de alinear a los sectores internos de UP para encarar el tramo decisivo de la campaña en busca de asegurarse un lugar en el ballotage. Viernes y sábado pasado juntó a los gobernadores del oficialismo en Tucumán para un relanzamiento que tuvo como objetivo principal movilizar a la estructura del peronismo del interior, en especial de las provincias del Norte. Colocó a Juan Manzur al frente de la tarea organizativa para recuperar votos de quienes en los comicios provinciales votaron, como suelen hacerlo, al peronismo y ahora sorprendieron eligiendo a Javier Milei. Tucumán y La Rioja, donde UP perdió por poco, aparecen como los objetivos más a mano. Ayer, Massa ya volvió de visita a tierras riojanas junto al gobernador Ricardo Quintela con un mensaje de desarrollo para las economías regionales, algo bien distinto a lo que prometen los mensajes opositores.
A inicios de semana sumó a la CGT con el anuncio de la eliminación del impuesto a las Ganancias para los trabajadores, un reclamo que algunos de los gremios más importantes como Bancarios y Camioneros venían sosteniendo desde hacía varios años. En reconocimiento, Massa tuvo una movilización sindical de apoyo en plena Plaza de Mayo, donde prometió el envío de un proyecto de ley para que la iniciativa sea aprobada por el Congreso, lo que metió a la oposición de Juntos por el Cambio en un brete. Esa misma noche, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, una central que incluye gremios de menores salarios, adelantó que se vendrían nuevas medidas que contemplarían al resto de los trabajadores.
La devolución del IVA en productos de la canasta básica terminó por incluir a todos los asalariados que no fueron beneficiados por la eliminación de Ganancias, junto a jubilados y monotributistas. De una manera u otra, todos los sectores pudieron sentirse incluidos en las iniciativas presentadas por el ministro y candidato en medio de las dificultades de una inflación que no da respiro. Entre la efectividad de las medidas y la baja de la inflación que esperaban para octubre y, en caso de ballotage, también noviembre, en el entorno del ministro imaginaban afrontar el comicio en un mejor clima social.
Completada la semana de relanzamiento, en el comando de Unión por la Patria anticipaban que Massa intercalará incursiones al interior con recorridas por el Conurbano, actividad elegida especialmente para los fines de semana. En la reunión del consejo del PJ Bonaerense convocada por Máximo Kirchner se trató especialmente la necesidad de ir con los intendentes a buscar a los electores que se quedaron en sus casas y al 10% que votó en blanco. El objetivo es sumar un millón de votos en octubre y asegurarse el mano a mano contra la ultraderecha en noviembre.
El Destape