PENDIENTES. LAS DEUDAS OLVIDADAS QUE PIDEN UN LUGAR EN LA CAMPAÑA  

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En los encuentros empresarios primero se habla de las elecciones, y segundo… Si, eso mismo: el stock de deuda con los proveedores del exterior, una asignatura pendiente que el gobierno que surja de las elecciones en octubre-noviembre tendrá que encarar a la par del peso del stock de las Leliq.

La deuda de las empresas con sus proveedores extranjeros, por las limitaciones para acceder a dólares, según planteó la Unión Industrial Argentina, es de u$s 38.000 millones, de los cuales, en los últimos tres años creció en u$s 16.000 millones. Otro crédito con el FMI.

En el caso de las Leliq, los pases pasivos y sus intereses acumularían un stock de $ 20 billones. Hay diversas posturas acerca de si las Leliq representan un riesgo real para la economía.

Para los proyectos dolarizadores son una verdadera complicación pues son deberían convertirse a una tasa determinada, lo cual requeriría una reprogramación de los vencimientos.

Para los optimistas, el devenir de la economía, la demanda de dinero que sobrevendrá a un ciclo económico positivo alejado de la sequía y con financiamiento público derivado de las mayores exportaciones y el flujo de dólares de la exportación de otros sectores primarios tenderían a resolver la ecuación.

PROBLEMAS DE TRANSICIÓN

El problema, hay coincidencia, es la transición. La UIA alertó que de movida la deuda con los proveedores del exterior les impide el acceso a los insumos necesarios para la producción y que presionan cada vez más el suministro en los procesos industriales.

“Este incremento está originando complicaciones en el crédito privado que las empresas tienen con sus proveedores y podría ocasionar mayores tensiones en las cadenas productivas”, señaló su comité directivo.

En la reunión del Cicyp que recibió a Patricia Bullrich se escucharon planteos similares. También afecta al pago de servicios claves como licencias de software, hardware hasta alojamiento en la nube, tal como plantearon desde el sector de la industria de Software (CESSI).

Son deudas subterráneas, señaladas muchas veces como reclamos corporativos, pero que, quien venga, tendrá que hacerles frente y que conviene poner en la agenda, aún en campaña.

Del ámbito de la informática, en la Cámara de Distribuidores Mayoristas del sector (Cadmipya), los que comercializan computadoras y otros dispositivos informáticos, describen que sus 27 empresas importan a razón de u$s 50 millones por mes.

Su presidente, Alejandro Boggio, estimó que solo entre sus miembros la deuda asciende a u$s 200 millones. “Los proveedores grandes desde hace dos semanas colocaron on hold a las empresas”, relató. A la par, mostró su preocupación por una progresiva parálisis recesiva si se profundiza la situación hacia el año próximo.

Son deudas subterráneas, señaladas muchas veces como reclamos corporativos, pero que, quien venga, tendrá que hacerles frente y que conviene poner en la agenda, aún en campaña.

El Cronista

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