MÁXIMA TENSIÓN EN MISIONES: LOS POLICÍAS PIERDEN LA PACIENCIA Y DESAFÍAN AL GOBIERNO ARRIBA DE LOS PATRULLEROS

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  • Por primera vez en once días de protesta, sacaron tres móviles que estaban en el acampe y dieron un “paseo” alrededor de la Casa de Gobierno.
  • Además piden endurecer las medidas, ante el estancamiento de las negociaciones por un aumento salarial.

Después de once días de acampe frente al Comando Radioeléctrico de Posadas y los policías que reclaman un aumento salarial empezaron a perder la paciencia. Por primera vez tres patrulleros abandonaron el lugar y se dirigieron hacia Casa de Gobierno, donde avanzaron sobre la vereda con balizas y sirenas encendidas.

Cuando los suboficiales Ramón Amarilla y Germán Palavecino comunicaron que desde hacía más de 48 horas no tenían contacto con los negociadores del Gobierno, fueron varios los que mostraron su enojo y decisión de avanzar sobre la Jefatura de Policía u otras dependencias del Gobierno.

Amarilla fue interrumpido por uno de los manifestantes que pidió endurecer la protesta: “Acá nos tienen chupando lluvia y frío”. Fue la primera manifestación del hartazgo de policías y penitenciarios ante la intransigencia del Gobierno tras once días de protesta.

Amarilla insistió en que trataban “de hacer conexión” con los funcionarios “pero esta gente se llamó la silencio todo el fin de semana y hoy (por ayer) también”. Otro de los policías se mostró contrariado por la metodología de protesta y pidió “que se pudra todo, qué mierda”.

El referente pidió tiempo para volver a contactarse con la Jefatura de Policía y así reactivar un diálogo que se cortó con la última oferta: 30 por ciento de incremento.

En el acampe ronda la pregunta de cuánto tiempo más podrán contener a los cientos de policías y penitenciarios que viven en carpas instaladas sobre las veredas, sin sanitarios y soportando las inclemencias meteorológicas desde la madrugada del 17 de mayo.

Este lunes los rumores no pararon de circular en el acampe. Incluso que la brecha entre lo que reclaman los acuartelados y el Gobierno se había achicado considerablemente. Amarilla y Palavecino lo negaron. El Gobierno optó por el silencio.

“Estuvimos cerca de arreglar un monto que no es el que se pedía pero que se acercaba bastante, pero todo se volvió a empantanar cuando el personal activo que está acampando empezó a recibir amenazas de cesantía”, dijo un comisario retirado que tiene línea directa con algunos ministros del gobernador Hugo Passalacqua.

Amarilla dijo anoche que les “llegaron menajes que nos adelantaban que el conflicto se resolvía a principios de esta semana…tenemos mucha gente enferma, engripada. No sé por qué el Gobierno está haciendo sufrir así a la Policía y al Servicio Penitenciario”, se quejó.

El suboficial retirado adelantó que el Gobierno liquidó los sueldos con un incremento inferior al de la última oferta.

“El aumento sólo llega al 21% y después salen a decir que somos revoltosos”, agregó.

La decisión del Gobierno de poner a disposición de los empleados públicos los recibos de sueldo de mes de mayo con los incrementos otorgados una semana antes del pago se transformó en un bumeran.

Es que las fuerzas de seguridad advirtieron que el porcentaje fue menor y los docentes vieron que sufrieron grandes podas en sus haberes porque el Consejo General de Educación les aplicó enormes descuentos por los días de huelga.

A pocos metros del acampe policial, docentes y personal de Salud Pública también se manifiestan sobre la avenida Uruguay en reclamo de una recomposición salarial mayor a la otorgada por el Gobierno.

Este martes, los docentes planean realizar decenas de cortes en diferentes rutas nacionales y provinciales para forzar la reapertura de las paritarias. Con el último incremento, un maestro de grado apenas supera los 400.000 pesos, una cifra que no llega a cubrir la mitad de la canasta básica familiar.

Misiones. Corresponsal

MG/Clarín

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