El presidente debe arreglar lo que rompe Karina. Incertidumbre económica y errores políticos. Un hilo rojo entre Conan y la SUBE. La historia de los PUTs y la novela de la dolarización escrita en 2023. Dos versiones de Zamora, Quintela y Cristina.
Cuando arde el frente doméstico, Javier Milei se trepa a un avión y huye a buscar fuera del país los aplausos que le mezquinan en Argentina. Más allá de la coreografía celebratoria de sus trolls –buena métrica pero endogámica y financiada–, y aun con índices de imagen de +/- 50 puntos, el ego del libertario demanda un volumen de elogio que el mercado criollo no le suministra.
El presidente genera afuera una curiosidad que, según un búnker de La Libertad Avanza, cuanto antes debería convertirse en confianza. Pero arrancó la segunda fase con el panel en rojo: el blue a $1500, un repunte inflacionario –el dato más sensible de junio es que dejó de caer la núcleo, el indicador que más invoca Milei- y sin pistas de rebote la economía. Al contrario: cayeron las ventas (21% abajo dijo CAME) y sigue la pérdida de empleos (137 mil desempleados, según SIPA-ANSeS). El indicador de actividad económica de C-P anticipa una caída abrupta en junio.
A los temblores de la economía, se le suma otro factor: el armado tóxico de Milei, que gestiona su hermana Karina, opera en niveles críticos para un Gobierno que necesita gobernabilidad. En los últimos diez días, la hermanísima acumuló tropiezos que forzaron al presidente a intervenir para corregir sus errores. Puro daño a la galaxia LLA o sus socios satélites.
Los tropiezos de Karina
La lista es demasiado larga. El destrato a Mauricio Macri, la tensión con Victoria Villarruel, un desplante a José Luis Espert, el fuego secreto sobre el entorno de Patricia Bullrich y el desaire a opositores amigables en el Congreso ejecutado por Martín Menem, al que le auguran que si no cambia la actitud en diciembre no tendrá los votos para reelegir como titular de la Cámara de Diputados. El viernes a media tarde se produjo el último episodio de la saga: durante 45 minutos, Ramiro Marra había quedado afuera del consejo de asesores económicos del presidente.
Fue interpretado como una ejecución política de Karina. “No lo quiere”, se explicó en LLA. Marra tiene la osadía, riesgosa, de desafiar a la hermanísima. Cuando Manuel Adorni editó su tuit para agregar al diputado e influencer financiero, apareció una versión edulcorada y se atribuyó a un olvido de Demian Reidel, habitué de Olivos y asesor premium de Milei con ticket en la comitiva presidencial.
Huele a excusa. ¿Hubo una contraorden de Milei? El viernes, todos miraban a Santiago Caputo, amigo del colegio de Marra, que interactúa con Karina en la táctica de armado. Conocedor de la intimidad del poder de los Milei, parece ser de los pocos que sabe que hay un doble comando, que Javier y Karina no son exactamente lo mismo, aunque eso no implique que confronten. Simplemente, no siempre piensan igual.
Con Marra pasa lo mismo que con Macri y Villarruel. Karina los desprecia y exhibe ese desprecio –fue artífice del destrato a Macri en Tucumán, adonde la vice decidió no ir porque sabía que no tendría un lugar relevante–, pero Milei luego posó sonriente con Villarruel y el jueves defendió al expresidente. “Es parte de la solución”, dijo y lo ubicó en su cuadrante en la polarización que se perfila.
Espert es otro sparring de los claroscuros de los hermanos: Milei lo agita como candidato en la provincia de Buenos Aires pero Karina hizo un acto en Morón, en el oeste del Conurbano, y no lo invitó. A la hermanísima no le gustan las sutilezas. El desplante al “Profe” Espert es para que entienda que puede ser candidato pero no será armador de LLA ni, mucho menos, tendrá la lapicera de las listas. Espert desoye ese planteo y avanza. Se amasa un conflicto ahí en el que, otra vez, deberá mediar Milei.
La dama contra las damas
El hisopado de pureza LLA que hace Karina excluye también a Villarruel que, como se contó en Cenital esta semana, se ofreció para colaborar con el armado del partido en Buenos Aires pero la hermanísima le dijo que no. Luego del faltazo a Tucumán y su presencia post gripe en el desfile militar, la vice hizo una jugada que, bien leída, es un misil teledirigido contra Karina.
El asunto es así. Por Twitter, la vice cuestionó el voto de diputados libertarios bonaerenses a favor de un proyecto enviado por Axel Kicillof. Detrás del reproche a los legisladores –que hicieron lo mismo que los diputados y senadores de Unión por la Patria (UxP) que apoyaron la ley Bases o el RIGI– hay una chicana a Karina, porque la mayoría de esos diputados entraron por listas que monitoreó la hermanísima en el 2023. Traducción: Villarruel le cuestiona a Karina el armado del 2023 que terminó en cismas y fuga de bancas libertarias.
Muy por debajo del radar, con o sin consentimiento de Karina, las tropas libertarias atacaron al entorno de Patricia Bullrich. La secuencia es digna de Netflix. Damián Arabia, diputado bullrichista, presentó casi en simultáneo dos proyectos –uno sobre el maltrato animal, llamado “Ley Conan”, y otro sobre la tarjeta SUBE– que no tienen ninguna conexión entre sí pero que se convirtieron en caras de una misma moneda.
La “Ley Conan” de Arabia, celebrada por Milei, propone modificar la ley de Maltrato Animal de 1954. En Twitter, se armó un fandom libertario contra la reforma y su promotor, un bullrichista que a la bronca de Macri sumó el de sectores de LLA. El Daniel Parisini, encargado de la comunicación de Milei en redes y mejor conocido como @GordoDan, fue uno de los salió al cruce. Otro usuario picante fue Kafa, cuyo alias es @tobillosdepape, que se atribuye a Ezequiel Caffarini, vicepresidente de Nación Servicios, conectado a Martín Menem. “Se suspende sacrificar animales en el campo”, interpreta del proyecto Kafa, que instala que eso sería usado por ONGs contra la ganadería y demás.
Detrás de la Ley Conan
Así se activó un mecanismo –donde se atribuye que intervino @GordoDan- que derivó en la salida del secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, anticipo de Cenital el domingo pasado. La agenda 2030, anti cambio climático, es bandera internacional de Milei y fue clave para expulsar al funcionario, que llegó de la mano de Nicolás Posse. Vilella engrosa, desde la semana pasada, el club de los desterrados que encabeza Posse.
Un ladero del exjefe de Gabinete, el exjefe de la AFI Silvestre Sívori, está activo y pide reuniones de espadas del peronismo para explicar su fugaz paso por la agencia de inteligencia, que planea reformar Santi Caputo. Sívori le pidió un café a un referente ligado a Cristina Kirchner, que en un gabinete imaginario de una hipotética presidencia de Eduardo “Wado” De Pedro iría a la AFI.
Dato anexo sobre Vilella y la agenda 2030: la científica Andrea Gamarnik puso en alerta sobre la decisión del gobierno de prohibir el uso en los documentos oficiales de palabras como “cambio climático” y “agroecología”.
En la cruzada contra la Ley Conan otro usuario que se sumó fue Abdon, @alberdianoArg, cercano a Espert. Más tarde, @GordoDan enmendó su tuit. Kafa directamente lo borró. En el entorno de Bullrich generó sorpresa la avalancha y se la interpretó como pase de factura por el otro proyecto de Arabia, el que propone eliminar el monopolio de la tarjeta SUBE para permitir que el sistema de transporte pueda operar con otras aplicaciones o directamente con tarjetas bancarias. Es lo que milita Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá.
El sistema SUBE depende de Nación Servicios, cuyo vice es Caffarini, y donde tiene ascendencia Darío Wasserman, número dos del Banco Nación y conectado con Karina Milei: la pareja de Wasserman es María del Pilar Ramírez, legisladora porteña que impulsó la hermanísima para presidir el bloque de LLA en la Legislatura de CABA en lugar de Marra. Causas y azares.
Para Nación Servicios, la SUBE es un negocio multimillonario, de más de 20 mil millones mensuales. Con usuarios cautivos, aplica una comisión de 6,89% cuando las tarjetas cobran menos de 2%. Desde febrero, en el Gobierno hablan de avanzar con una reforma para que la tarjeta conviva con otros medios de pago. Todas las intervenciones que hacen cruje en el armado de Milei están relacionadas con Karina.
Hijo de PUTs
Rodeado de los chieff de los principales bancos, a media mañana del lunes 1° de julio Santiago Bausili, presidente del BCRA, se enteró que el Banco Macro había ejercido PUTs por 2,1 billones de pesos. A su lado estaba Luis “Toto” Caputo y, más allá, un enviado de la entidad cuyos principales accionistas son la familia Brito y Delfín Federico Carballo. Pareció un acting, pero delegado juró desconocer la operación que casi una semana más tarde Javier Milei manoteó para recurrir a una tentación clásica de los gobiernos: denunciar conspiraciones.
El Macro tenía el 11% del total de PUTs. La versión formal es que sus analistas entendieron que los bonos atados a dólares que le ofrecía el Tesoro, a partir de la propuesta de mudar los pasivos remunerados, no eran convenientes. Caputo escuchó argumentos técnicos y una explicación política: si la intención del banco hubiese sido generar zozobra, podrían haber operado en el mercado y no lo hicieron. Esta semana, por goteo, otras entidades ejercieron PUTs, lo que impactó en el mercado. Caputo, aunque implicaba desmentir a Milei, buscó despejar la teoría maliciosa. Horas después, Milei insistió con su tesis febril.
El link que días antes había hecho Guillermo Francos entre el Macro y Sergio Massa se nutre de un vínculo histórico entre la familia Brito y el dirigente, pero la mesa de dinero del banco la maneja Carballo, antes conectado con Mauricio Macri y ahora oficialista, al que se atribuye haber colaborado con la campaña de LLA. Más temprano que tarde, el Macro entrará en la operación con las letras del Tesoro, que -aun con objeciones- son más rentables que los bonos CER, la opción que desplegó Bausili aquel lunes.
La dolarización y la calle
“Si hubiera U$S 12.000 millones del mercado, U$S 4.000 millones por activos del FGS y U$S 15.000 millones del FMI, habría una disponibilidad de financiamiento por un total de aproximadamente U$S 31.000 millones”. El párrafo está en el informe de mayo de 2023 de la consultora ANKER y lleva la firma de, entre otros, Caputo y Bausili. De manera retroactiva, se puede leer –y así lo hacen en Suramericana Visión, el think thank del exministro Martín Guzmán– como la hoja de ruta de la dolarización que, advierte el exministro, es el destino final del plan de Milei y Caputo. El anuncio que Milei hizo desde Estados Unidos supone, además de una reacción para controlar la coyuntura, un paso hacia una competencia de monedas/dolarización.
Vía Ley Bases, Caputo quiso hacerse con los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, pero no pudo. Prometió, antes, que conseguiría fondos en el mercado. Tampoco. Francos dijo este sábado, en declaraciones al programa Toma y Daca, que hay diálogo con fondos de Medio Oriente. Días atrás, Kristalina Georgieva negó negociaciones con el FMI. Las tres vías de recursos que planteaba ANKER están, hasta acá, cerradas. En Suramericana recuerdan que Caputo-Bausili, en mayo de 2023, estimaban que faltaban U$S 40.800 millones pero que ahora faltan U$S 28 mil millones. Según Guzmán, la única esperanza es que Donald Trump sea el próximo presidente y fuerce una asistencia del FMI.
Hay un pero: existe una Ley que obliga al Gobierno a pasar por el Congreso para nuevos endeudamientos. Podría ocurrir en la previa de las elecciones de 2025 y exponer posiciones que podrían ser el anticipo de acuerdos electorales. Guzmán, en sus rondas con dirigentes y sindicalistas, sostiene que dependerá de la resistencia política y callejera, que ve como la última trinchera contra la dolarización.
Dos veces Zamora
El peronismo sigue en busca de una dinámica. El jueves, invitados por gremios de la industria, cinco gobernadores de UxP posaron juntos. La sorpresa fue Gerardo Zamora (Santiago del Estero) que, a diferencia de los otros presentes –Kicillof, Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Zilotto (La Pampa) y Gustavo Melella- estuvo el lunes en Tucumán y firmó el Pacto de Mayo. El santiagueño había charlado con los demás mandatarios lo que haría. Contó que en había sugerido cambios al decálogo de Mayo –sacar la privatiación del sistema previsional e incluir educación– y como se incluyeron, Francos le pidió que asista.
Con Zamora hay un dato más: tiene elecciones el año próximo, no puede reelegir y, salvo su mujer, no tiene heredero. Su cautela con Milei se interpreta en esa clave y en cierta tendencia a ser más flexible. La foto entre Guzmán y Juan Grabois, la cita de economistas convocados por Guillermo Moreno y una reunión a solas, larga, entre Alberto Fernández y Andrés “Cuervo” Larroque parecen señales en ese sentido. Jorge “Coqui” Capitanich también fue a ver a Fernández con una propuesta curiosa: que UxP debe poner a jugar a todos sus principales referentes en las elecciones de 2025, que él buscará ser senador por el Chaco, Cristina debería encabezar la provincia de Buenos Aires y Fernández estar en la lista de CABA.
Pero no todo fluye: la idea de Moreno de pedir una cita con autoridades del FMI es rechazada por el cristinismo y no hay deshielo entre Kicillof y Máximo Kirchner. Bajó la pirotecnia, pero no hay resoluciones de fondo.
La próxima disputa tiene fecha: el 19 de octubre se inscriben listas para la interna de autoridades del PJ nacional y el PJ bonaerense, pautadas para el 17 de noviembre. Quintela es el único gobernador que se mueve con interés y suma respaldo de sectores peronistas de Buenos Aires y CABA. “No lo van a dejar”, dicen en La Plata. Desde La Cámpora plantean que ese lugar lo debería ocupar Cristina, porque como jefa del PJ nacional podría ordenar el partido, impedir que tenga un giro hacia la derecha “liberal” -¿a lo Pichetto?- y aplacar la pelea por posicionamientos hacia el 2027.
Cenital
