Si octubre fue un buen mes en los mercados para los activos argentinos, noviembre no le fue en saga. El apetito de los inversores permitió cosechar ganancias de hasta 64,5% en dólares sólo en un mes, como fue el caso de los ADR de YPF. Los títulos de deuda soberana en dólares ganaron hasta 13% en Wall Street, lo que ayudó a consolidar el nivel actual de riesgo país en la zona de los 750 puntos. El optimismo por las perspectivas macroeconómicas y el blanqueo inyectó más liquidez al sistema financiero. Por eso el S&P Merval pudo trepar 27% en dólares en el mes y tocar un nuevo récord nominal al superar los u$s 2000 (el máximo histórico real fue en 2018, cuando tocó u$s 1800, que a precios de hoy representan alrededor de u$s 2250).
Con la brecha por debajo de 10% y un horizonte de estabilidad cambiaria, el BCRA se animó esta semana a flexibilizar el ingreso de divisas que deben hacer los exportadores. No resuelve el problema de fondo, pero demuestra mayor confianza en el flujo de dólares. El aumento de los créditos al sector privado en moneda dura le fue permitiendo al Central sumar reservas: en el mes acumuló u$s 1437 millones, y la expectativa oficial es que la tendencia se mantenga. Los productores no se quieren perder la posibilidad de vender parte de su stock y aprovechar las tasas positivas en pesos.
Una buena noticia sectorial de la semana fue la reglamentación del capítulo petrolero de la Ley Bases. Quita del escenario la obligación de mantener abastecido el mercado interno y libera la exportación de crudo, un factor que era aguardado por varias petroleras para cerrar las inversiones prometidas en Vaca Muerta. Esta semana debutaron en el RIGI varios proyectos, por u$s 7900 millones, con el oleducto sur que comandará YPF a la cabeza.
El Ministerio de Economía, alineado con la decisión de suprimir a fin de año el impuesto PAIS, resolvió que tampoco era necesario cobrar la percepción de 95% que venía de la anterior administración. Es un factor que puede incidir positivamente en los precios, y así lo proyecta Caputo.
El fin de semana, el equipo económico ya tendrá un panorama más claro sobre como cerró la inflación de noviembre. Hay algún temor a que no baje otro escalón, sino que quede relativamente estable, por ciertos registros de subas en alimentos. Si de todos modos llega a 2,5%, hay celebración.
Algo similar sucederá con la recaudación tributaria, que vendrá con rezago del blanqueo. Caputo ya está en condiciones de afirmar que tendrá otro mes de superávit primario y financiero. Insumo valioso para los tenedores de bonos.
Así como la Casa Rosada padeció el jueves la caída de la sesión por Ficha Limpia, el Ministerio de Economía celebró el martes que algo similar hubiera sucedido con el intento opositor de bloquear el decreto que habilita a modificar condiciones de emisiones y canjes de deuda. El PRO esperaba cobrar su premio con algún avance en el Presupuesto 2025, pero no hubo caso. El Gobierno deberá informar a la brevedad cómo sigue la actividad legislativa y qué temario se desarrollará en las sesiones extraordinarias.
Los ministros Luis Caputo y Federico Sturzenegger tendrán la misión de poner algunos paños fríos en la deteriorada relación entre el Gobierno y la Unión Industrial Argentina. La cúpula fabril visitará el Palacio de Hacienda, y el ministro de Desregulación tiene agendado ya un desayuno en la sede de la central fabril. El faltazo del Presidente a la Conferencia Anual de la UIA fue un golpe que los empresarios no esperaban. Javier Milei había ido pocos días antes a unas jornadas de similar envergadura organizadas por la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Algunos CEO plantearon que si su presencia implicaba volver a sufrir un zamarreo público por parte del jefe de Estado, como cuando señaló que “para proteger a la industria se le robó al campo” (en alusión a la fijación de las retenciones), entonces su ausencia en realidad era un dolor de cabeza menos.
¿Hay un escenario de ruptura? No, desde ya. En el mismo evento de la UIA, el secretario de Coordinación de Producción y Comercio, Juan Pazo, anunció el pronto envío al Congreso del Mini RIGI. Se trata de una iniciativa conversada durante los últimos meses, que tiene beneficios similares que el régimen madre, pero a menor escala de empresas alcanzadas. El regalo que incluyó la presentación del funcionario fue la reincorporación en ese texto de partes del capítulo laboral de la Ley Bases que fueron impugnadas judicialmente.
Milei no le tiene miedo a abrir frentes de conflicto, aunque sean solo discursivos. Pero no hay encuentro empresario en el que no se manifieste preocupación por la “cancha inclinada” a favor de la entrada de bienes importados. Es cierto que el beneficio de traer insumos a menor costo alcanza a todos. Pero no deja de haber temor a una competencia desigual. Hay mensajes oficiales a favor de nivelar la cancha (pronunciado por el propio Caputo hace pocas semanas). Pero preocupan los tiempos.
El destino del proyecto de Ficha Limpia no pudo ser tratado en el recinto de la Cámara de Diputados, por segundo jueves consecutivo. El fracaso de la sesión le generó un costo político al oficialismo, porque la negativa a participar de ocho diputados de LLA fue asociada con una negociación paralela en el kirchnerismo en el Congreso sobre la futura integración de la Corte Suprema.
La Casa Rosada asumió tarde la repercusión negativa que provocó la actitud de sus legisladores. Si bien es cierto que hubiera sido necesario el aporte de otros bloques para llegar al quórum de 129 que permite iniciar la sesión, que los libertarios le sacaran el cuerpo a una promesa del Presidente encendió duras reacciones de sus aliados, en particular de Mauricio Macri. Por eso Javier Milei se contactó con Silvia Lospennato, diputada bonaerense del PRO y vice de la Cámara baja, para anunciarle que impulsarían el año próximo un proyecto corregido con el apoyo explícito del Gobierno, ya que después de dos sesiones frustradas, el texto que tenía dictamen perdió estado parlamentario.
Como mencionamos, el oficialismo reaccionó tarde. Sin contar aún con los reflejos necesarios para salir airoso de la esgrima legislativa, quedó callado ante los planteos de que podría haber negociado los cambios que ahora pretende introducir durante el debate de comisión. Los libertarios se miran en espejos extremos, y aseguran que una justicia politizada -a nivel nacional pero sobre todo en las provincias- podría “inventar” causas a los integrantes de las fuerzas del cielo y frenar candidaturas de los “hombres de bien”. Daniel Parisini, el influencer libertario conocido en redes como Gordo Dan, llegó al punto de decir en X que Trump o Bolsonaro podrían estar inhibidos de participar en elecciones si en sus países hubiera Ficha Limpia. Como justificativo, podrían haber buscado mejores ejemplos. El estadounidense enfrenta 88 cargos en la Justicia y el brasileño convalidó un intento de alzamiento militar contra la elección de Lula Da Silva.
Los aliados del PRO y otros sectores dialoguistas fueron a fondo con el argumento de que LLA quería mantener viva a Cristina Kirchner como opositora, y que en paralelo esperaban contar con el apoyo de su sector para resolver las vacantes de la Corte. Lo evidente es que esta vez las balas atravesaron el escudo y pusieron al Gobierno a la defensiva.
La respuesta oficial es que más allá de la eventual voluntad de Cristina de ser candidata (todavía no puesta al 100% de manifiesto), no les interesa confrontar con un personaje del pasado. Lo real es que diálogos informales hay, nombres de candidatos para la Corte (además de los ya conocidos) hay, e incluso postulantes para la Procuración General. Hay que esperar novedades y movimientos en ese frente.
El Cronista
