EL PLAN NAPALM DE MILEI CONTRA LOS TRAIDORES Y EL VOTO DURO QUE QUIERE CFK

0
10

El Gobierno avanza contra Villarruel y Macri, dos “socios” incómodos. La última gestión fallida y los efectos del expediente Securitas.

Victoria Villarruel borró su tuit más famoso. Aquel en el que defendió a la Selección de Lionel Messi y detonó una crisis diplomática con Francia, posteo que encendió la furia de Javier Milei, pero más que nada de Karina. La hermanísima tuvo una reacción insólita: fue a la embajada en Buenos Aires a pedir disculpas y se llevó, de paso, tickets para la apertura de los Juegos Olímpicos de París.

Fue un detalle, un micro gesto político, resultado de la última gestión que buscó aplacar la guerra Milei-Villarruel: la reunión entre Santiago Caputo y Emilio Viramonte, un asesor de la vice que se convirtió en un enlace con el mundo Milei. Refleja, en paralelo, la prioridad que Villarruel le da a la política virtual, un reproche que en sordina ronda en el Senado: que descuidó el armado político y se enfoca solo en las redes.

Es el territorio de Milei y, por eso, la Casa Rosada activó la metralla contra Juan Martín Donato, “El Becco”, funcionario del Senado y Community Manager de la vicepresidente. Un libertario lo define como el “Caputo de Villarruel”. La guerra entre ejércitos trolls, los de Milei y los de la vice, es una novela. Donato trata de acercar posiciones con los del mandatario, dicen en Congreso, con el argumento de que esa pelea intestina fortalece al kirchnerismo.

La expulsión de Edgardo Kueider se convirtió en otro round de la interna de La Libertad Avanza (LLA). Milei cuestionó la sesión donde 60 senadores votaron contra el entrerriano, porque Villarruel presidió la sesión cuando él estaba en viaje con destino a Roma. Pero esa discusión, en un punto, podría ser funcional a los intereses de LLA porque abre la posibilidad de bloquear la asunción de Stefanía Cora, la suplente de Kueider. El senador pidió, desde su detención hotelera en Ciudad del Este, un amparo contra su expulsión. Una picardía tuitera le atribuyó hacer “jail office”. ¿Fue un error de la vice o fue una táctica acordada para evitar que el peronismo sume una banca?

Un expediente caliente

Lo segundo explicaría por qué, a pesar que el asunto lo daña, el Gobierno le dio rotación al tema con la intervención directa de Milei. El presidente trató de despegarse de Kueider, pero hay demasiados datos cercanos –la bicameral de Organismos de Inteligencia, el voto clave de la Ley Bases– que atentan contra esa intención. Hay una pieza suelta: con la irrupción de Sandra Arroyo Salgado, que despabiló una denuncia de enriquecimiento contra el senador en el marco de la megacausa Securitas, el caso difícilmente pierda visibilidad en el corto plazo. A la jueza se le atribuyen links fluidos con la corporación de los espías, pero la relación histórica con Jaime Stiuso no es un vínculo gravitante en estos tiempos, según afirma a Cenital un conocedor esos submundos. El pedido de desafuero horas antes de la sesión que debatiría la expulsión de Kueider tuvo un timing quirúrgico.

El expediente Securitas investiga contratos de la empresa con distintos organismos del Estado entre 2013 y 2018. Hay, por caso, prestaciones presuntamente irregulares a la Policía Federal y Gendarmería cuando la ministra era la misma que ahora, Patricia Bullrich. Si, como indica la fuente, Arroyo Salgado es un electrón libre que actúa por sus propios impulsos (y enojos), la causa puede ser una caja de Pandora porque abarca temporalmente gran parte de la gestión presidencial de Mauricio Macri. Tiene todos los condimentos para especular que la tirria política entre el expresidente y la Casa Rosada se puede expandir, con efectos inciertos, a cuestiones judiciales.

El PRO –o los PRO, porque uno responde a Macri y otro opera en modo Peluca– se enteró en el recinto de la cabriola libertaria que pasó de defender a Kueider a pedir su expulsión en el voto conjunto con el peronismo. Ezequiel Atauche, el jefe del bloque libertario, hizo un discurso histórico donde explicó que, como no juntaron el número para defender a Kueider, votarían a favor de la expulsión. No puedo negro entonces voto blanco.

Luis Juez, que preside el PRO, bloque que votó dividido –cuatro contra la expulsión y tres a favor de la expulsión– se lo reprochó al terminar la sesión: “Vos no podés conducir ni un auto, me vas a decir a mi…”, lo sacudió. “Llevalo al presidente al barro a ver como lo sacás…”, castigó el cordobés frente al balbuceo de Atauche. La pirueta libertaria dejó en offside al PRO horas antes de que Macri hiciera un movimiento defensivo: intervenir el partido de Córdoba, donde puso a Laura Alonso, con el propósito de controlar el sello, parte de la operación para competir con listas propias en el 2025.

Macri cree que puede lograr tres o cuatro diputados por CABA, tres por PBA, uno por Córdoba, otro por Chubut y uno más por Entre Ríos para, de ese modo, seguir gravitando como jefe del partido y como aliado, cada vez más incómodo, de Milei en el Congreso. El plan del expresidente tiene puntos flojos, como el de considerar que Diego Santilli será su candidato en la provincia. Todos, menos Macri, dudan de eso porque parece muy proclive a una convocatoria libertaria. ¿Qué otras armas tiene el expresidente para evitar que El Colo se fugue?

El otro Macri, Jorge, es el primero que entendió que los Milei van por su territorio. En la cumbre del PRO del viernes recordó dos momentos en los que el partido pareció cooptado pero sobrevivió: en 2009 cuando empujó la candidatura de Francisco De Narvaez –“ahora está en el sector privado”– y en 2013, cuando aceptó ir atrás de Sergio Massa contra Cristina Kirchner.

Respecto al caso Kueider, Ad Hoc –la consultora de Javier Correa– midió el impacto de la conversación en redes en torno al tema y constató que el caso daña al presidente porque, además de tener altísima rotación –48% más que temas como Colapinto–, aparece muy ligado al presidente. ¿Tendrá, más adelante, efecto sobre la imagen de Milei?

El hemisferio derecho

En el entorno de Villarruel se evaluó la última embestida de los Milei casi como una jugada para forzarla a renunciar. No es una opción que la vice tenga en su menú. La persigue otro fantasma: cuando en febrero se elijan autoridades en la Cámara le costará juntar los votos para imponer a sus colaboradores, uno de ellos un cargo esencial, el administrativo del Senado. De mínima, el mileísmo aplica con ella el mismo método que con Macri: destruir todo lo que habita en el hemisferio político que va del centro a la ultra derecha donde, según la tesis Caputo, la única voz y referencia debe ser el presidente. Napalm para los traidores y contra todo lo que le pueda disputar centralidad a Milei: Villarruel y Macri, sobre todo.

Milei, contra la mayoría de los pronósticos, llegó al primer año de gobierno con buenos índices de apoyo de la opinión pública. Se sostuvo, más allá del sacudón de siempre que coincidió con el cuarto mes consecutivo con una inflación de más de 4 puntos. El 2,4 de noviembre informó el INDEC consolida ese clima. El dato fue ruidoso porque muchas consultoras proyectaban un rebote y eso reactivó la discusión sobre cómo mide el organismo que conduce Marco Lavagna y que tuvo, ante eso, una reacción llamativa: con un hilo de X “explicó” por qué el dato del IPC puede no coincidir con la percepción.

PxQ, la consultora de Emanuel Alvarez Agis, anticipó un número similar: 2,5. ¿Se consolida en diciembre? La desinflación, que superó el piso de 6 que había planteado Domingo Cavallo, el 4 que parecía irrompible y el 3 en las últimas mediciones es un capital esencial del Gobierno, mientras se hacen fuertes dos advertencias: el riesgo a perder el empleo y la pobreza. El factor político adicional es que la calma de precios y del dólar no parece revertir el rechazo a Milei.

El último estudio de TresPuntoZero, la consultora de Shila Vilker, que figura en un balance del año Milei que publicó La Sastrería, muestra un empate en imagen –la negativa levemente arriba– pero aparece otro indicador relevante: un 40.9% que tiene “muy mala” imagen del presidente, lo que constituye un núcleo duro de rechazo ideológico y cultural a las políticas y los modos del libertario, que no parece cambiar su percepción a pesar de la calma inflacionaria.

En LLA marcan, como un buen indicio, un estudio de Casa Tres de Mora Jozami que refleja que mejoró el apoyo a Milei entre votantes de Massa. Lo analizan como un avance de Milei sobre el voto peronista. En verdad, eso ya se había producido, sino no podría haber sacado 56% en el balotaje. Todo se enfoca en la provincia de Buenos Aires y el conurbano donde, aunque impacta bien la baja de la inflación, la economía no termina de remontar.

Milei sostiene, en rondas privadas, que en el segundo trimestre del 2025 habrá rebotado con intensidad. En LLA celebran un informe del economista argentino Juan Pablo Nicolini, ex rector de la Di Tella que estuvo reunido con el presidente días atrás y que en noviembre último publicó un paper junto a Tobías Martínez González, donde pronostica un crecimiento de la economía de 50 puntos en una década.

El último informe de Scentia confirma que el consumo sigue sin recuperarse: en noviembre estuvo 20 puntos abajo respecto al 2023. Los indicadores de construcción e industria siguen siendo erráticos. En Moreno, la cumbre del PJ que fue un infierno anímico para Axel Kicillof, Cristina Kirchner habló de un “año muy difícil” en materia económica. Un pronóstico similar hizo para 2024, pero, al menos respecto al impacto sobre la opinión pública, no acertó. La expresidenta, al igual que Milei, quiere ser dueña del núcleo duro opositor y eso explica su vocación por no permitir que nada gane volumen, incluso –o menos aún– si se trata de una figura de su propio riñón como Kicillof. Lo sabe Ricardo Quintela.

La última elección híbrida

La batalla electoral del 2025 asoma difusa. Milei desactivó, por ahora, las sesiones extraordinarias. Podría convocar para fines de enero o febrero con la intención, contrarreloj, de eliminar las PASO, una propuesta que cuenta con un aval mayoritario y que, como contó Cenital, Cristina terminó de aceptar luego de una charla con Gerardo Zamora, el gobernador de Santiago del Estero, que incluía la dilación con respaldo oficial del proyecto de Ficha Limpia. La coincidencia entre LLA y UxP para eliminar las PASO y frenar Ficha Limpia opera sobre la convicción de que la polarización es negocio para ambos. ¿Lo es? Según Casa Tres no está tan claro.

El dilema de Karina Milei es si la boleta única y la campaña en redes alcanza para ir a pelear voto a voto en el conurbano. Por eso insiste con el armado convencional para hacer pie en los territorios. La del 2025 puede ser la última elección híbrida donde haya una disputa entre el armado analógico, de cercanía, de estructura clásica, y la de superestructura del discurso de redes. Santiago Caputo mira, en paralelo, los dos formatos. Quizá porque aprendió de su denostado Marcos Peña que pensó que se ganaba con la publicidad microtargeting de Facebook.

Cristina es clásica: como Milei, no quiere que nada crezca en el continente de la oposición al presidente. La frialdad con Kicillof es total. En La Plata dicen que el acto de Moreno fue una “emboscada”, recuerdan que Máximo Kirchner lo invitó con un mensaje de WhatsApp, y que el show montado en Los Robles estuvo planificado para mostrar su debilidad. El carajeo –con insultos bien argentinos incluidos– entre Andrés “Cuervo” Larroque y Máximo Kirchner, a raíz de las críticas del intendente de Carmen de Areco –el camporista Iván Villagrán– al gobierno de Kicillof refleja hasta qué punto la disputa política alcanzó dimensión personal.

Además de la pelea por desdoblar o no la elección para cargos provinciales y locales –que seduce a los intendentes pero está atada a la eliminación de las PASO nacional, variable ahora en suspenso–, aparecen hipótesis febriles, como la que sugiere que Kicillof debería pedir licencia a la gobernación para ir como candidato a diputado nacional. En el PJ no camporista anticipan, de hecho, que unificada o no, en las boletas legislativas de la provincia, habrá varios candidatos que son intendentes. El regreso de las testimoniales. “Lo encartuchan a Axel”, lamenta un jefe territorial que no sabe qué hará si hay fractura en el peronismo. En Moreno, donde reapareció Sergio Massa, Cristina habló de unidad solo para exponer la eventualidad de una ruptura en la oferta del PJ.

Cenital

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí