En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana analizó cómo, desde la dictadura hasta la actualidad, la derecha fue tomando cada vez más el poder sobre los resortes de la república.
En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó cómo fue el avance de la derecha en los últimos 50 años en el país. Explicó que, tras las elecciones de medio término, el país vive “el momento cubre del círculo rojo” y que, una vez más, lo que se vive es una avanzada sobre los resortes de la república.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Es el momento cumbre del círculo rojo y las mafias empresariales y mediáticas, en este periodo aciago, vendepatria y hambreador del pueblo.
Acto seguido al triunfo de Milei, al día siguiente, como dice Cristina Fernández de Kirchner, la Corte sobreseyó a Macri por el espionaje comprobado a familiares del ARA San Juan, a Caputo en una causa penal, a Sturzenegger en una causa de abuso de autoridad contra Florencia Kirchner y al propio Milei en otra causa penal.
Ese mismo día, esa misma Corte confirmó la condena contra Sabbatella por la aplicación de la Ley de Medios, rechazó diez recursos que presentó Cristina Kirchner y confirmó dos condenas contra Guillermo Moreno en dos causas iniciadas por el Grupo Clarín. Lo pueden meter preso e inhabilitar de por vida para ejercer cargos públicos por haber repartido objetos que decían “Clarín miente”.
Los sindicalistas de UGATT, por ejemplo, explican cuál es el plan económico y social de los patrones de Milei, AEA, AmCham, SRA y las demás corporaciones. Se trata de tener un pueblo bien ignorante, con salud solo para el que pueda pagarla: retroceso al preperonismo, o sea, 1930.
Un salario que expulse a los trabajadores al sistema monotributista, reconstrucción del sistema previsional para recuperar las financieras y destruir el sistema solidario, tarifas del primer mundo y servicios del peor de los mundos, desguazar Conicet, INTA, INTI, ciencia y tecnología, regresar a la economía primaria y ver a los científicos emigrando a otros países.
El diabólico plan está todos los días en las tapas de los diarios, y el grado de indefensión crece. La idea de que ellos mismos se muerden la cola y terminan envenenados de poder no es una esperanza tan firme como pudo ser en otras épocas.
Puesto en perspectiva, cada avance de las derechas ha sido firme. De la dictadura para acá. Van poniendo más trabas a cualquier poder que no sea el de ellos. Poner delincuentes en la Corte Suprema, hacer operable para ellos mismos todo el aparato judicial, avasallar el mundo del trabajo y reprimir a los que no lo soportan es un éxito continuado del sistema.
Sobremanera cuando pueden operar desde adentro de lo que queda de la democracia para que la ceguera y la sordera avancen. Así considerado, este no parece un buen día. Está en nosotros hacerlo mejor. No pongamos la vida en pausa. Si no, en serio que nos come el león.
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