EL SEMÁFORO DE LA ECONOMÍA

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Es posible que la semana que culminó ayer haya sido una de las más positivas en términos económicos para el Gobierno. No por los indicadores que reflejan el presente, sino por el mapa político y financiero que comenzará a aplicarse a partir de diciembre. Hay luces amarillas, asociadas a la reconversión de las empresas que llegan con poco resto a esta nueva etapa. Todo este contexto preludia un fin de año más tranquilo que el pasado, con alta expectativa por ver qué capacidad de negociación ante el Congreso demuestra en este turno el Gobierno, ya que la aprobación de la leyes será lo que marque en adelante el ritmo de las inversiones y la actividad económica.Veamos las luces del semáforo esta semana.

Luz verde

La Libertad Avanza logró el miércoles presentar un bloque de 95 diputados, convirtiéndose de esta manera en la primera minoría en la Cámara baja. Era un paso impensado meses atrás, cuando semana tras semana el Congreso se convirtió en el escenario de las peores derrotas políticas que sufrió el Gobierno desde que llegó al poder en 2023.Con este número, el oficialismo se asegura el control de las principales comisiones legislativas, y queda a un paso de conseguir quórum propio, lo que implica que no depende de alianzas extrañas para iniciar las sesiones.La prioridad inmediata va a ser la aprobación del Presupuesto 2026. El Ministerio de Economía tiene que ingresar un nuevo texto, porque el aprobado este año pierde estado parlamentario con el cambio de composición de la legislatura. Eso implica actualizar algunas de las principales proyecciones, aunque sin contemplar por el momento los reclamos que venían haciendo las provincias sobre el reparto del fondo de ATN y la recaudación del impuesto a los combustibles.De todos modos, será una buena oportunidad para ver qué objetivos fiscales y de crecimiento se pone ahora el equipo económico. El miércoles pasado, durante su exposición en el Encuentro de los Líderes, Luis Caputo aseguró que la economía crecerá más de 4% en 2026, una proyección que supera todos los pronósticos privados, que ubican esa cifra más cerca de 3%.En el llamado a sesiones extraordinarias el Gobierno incluyó un proyecto de reforma del Código Penal, para endurecer penas y fijar el cumplimiento efectivo de prisión para los delitos graves; la ley de Glaciares; el proyecto de Inocencia Fiscal (cambia los plazos de prescripción de la evasión para poder adherir a un nuevo régimen de Ganancias); el Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria (ratifica la prohibición al BCRA de financiar al Tesoro) y la Modernización Laboral.El contenido de algunos de estos proyectos se conocerá formalmente el próximo martes, cuando se reúna por última vez el Consejo de Mayo. Sin embargo, el trascendido de algunos borradores reavivó expectativas positivas, ya que las modificaciones proyectadas a la Ley de Contrato de Trabajo y regulaciones conexas, vienen con una inesperada baja de las contribuciones patronales que pagan todas las empresas por sus empleados formalizados.La modernización laboral incluye la caída de la ultraactividad (Trabajo tendrá un año de plazo para convocar a las partes firmantes de un convenio con el fin de que renueven sus cláusulas); la prevalencia de los convenios de empresa por sobre los de actividad; la creación de un Fondo de Asistencia Laboral para pago de indemnizaciones (cada empresa creará una cuenta en una entidad del mercado de capitales a la que destinará 3% de su aporte, que será descontado a quienes adhieran); un nuevo marco legal para los trabajadores de plataformas; habilitación del pago del salario en cualquier moneda o especie: limite a la actualización de los créditos laborales con la aplicación del IPC más un 3% y un régimen de regularización laboral que contará como estímulo con un pago reducido de 2% para aportes jubilatorios y de 3% para el PAMI, durante 48 meses; un blanqueo que condonará al menos 70% de las deudas por contribuciones impagas y le generará al trabajador un crédito de hasta 60 meses de aportes previsionales, entre otras numerosas disposiciones como la limitación del derecho a huelga en servicios esenciales.El texto oficial incluyó no una frutilla, sino dos: en el final consigna que habrá un beneficio para las empresas pymes que ya tienen a sus trabajadores formalizados y como último capítulo crea el RIMI, el Régimen de Incentivo a las Inversiones Medianas.En el primer caso, el beneficio es volver las contribuciones patronales al porcentaje vigente al 2019. La ley de Emergencia Económica y Social que impulsó Alberto Fernández (la misma que creó el impuesto PAIS) las elevó a 20,4% para la industria y el comercio, y a 18% para el resto de las actividades. Con la nueva ley, volverán a 17,4% y 15%. En el mismo sentido, para estas firmas se reduce el aporte obligatorio a obras sociales de 6% a 5%. Todas estas disposiciones se aplican para el Estado nacional, que de esta manera genera un ahorro adicional.Por último, dentro del proyecto que maneja el Poder Ejecutivo se incluyó, inesperadamente, el Regimen de Incentivo a la Inversión Mediana (RIMI), que alcanzará a aquellas empresas que apliquen desembolsos de u$s 150.000 (para las micro); u$s 600.000 (para las pymes), u$s 3,5 millones (para las medianas tramo 2) y u$s 30 millones para el resto.Hay mucha más tela para discutir, desde ya, porque la ley tiene agregados impositivos, como disposiciones sobre la actualización de los quebrantos, reducción de impuestos internos,El dato del viernes que coronó la calma financiera de la semana fue el anuncio de la colocación de deuda en dólares que hizo el ministro Caputo. No es un regreso al mercado externo (el Bonte cotizará en las bolsas locales) pero si al crédito en dólares. Será un título de cuatro años cuyo producido se utilizará parcialmente para cancelar los vencimientos de deuda que caen en enero de 2026. El titular de Economía planteó que esta refinanciación logrará que todos los dólares que de ahora en más adquiera el Tesoro o el BCRA será parte del proceso de acumulación de reservas.Caputo habló un día después de que el FMI hiciera un llamado de atención sobre la necesidad de contar con un plan “más ambicioso” para reforzar las arcas del Central. Todo está conversado, desde ya. El Fondo perdonará los incumplimientos de este año y revisará los números finales cuando en enero.

Luz amarilla

La noticia de empresas que cierran plantas o suspenden personal porque están sobreestockeadas, van a ser recurrentes en los próximos meses. Son una demostración de que bajar el costo argentino es un objetivo impostergable. La pregunta es cuántos tendrán la espalda suficiente para esperar a que llegue al auxilio, entendido como el paquete de reformas que impulsará el Gobierno.Algunos CEO de grandes empresas se preguntan si el pragmatismo que usa el equipo económico cuando tiene que defender las bandas cambiarias (que no dejan de ser un límite a la volatilidad) no podría aplicarse a otros segmentos de la actividad productiva. El caso que muchos miran es la importación de autos eléctricos, que tienen un cupo fijado por el Ejecutivo. ¿Podría ser aplicable ese criterio a otros rubros de importación? Todos están de acuerdo en competir y en ajustar márgenes. La pregunta es el tiempo.La recuperación del consumo posiblemente sea más visible en el verano, aunque ya hay buenas señales. Si el salario sigue su marcha con aumentos moderados, la palanca en ese caso será el crédito. Acá la palabra la tiene el BCRA, que conoce las necesidades de la economía pero no quiere apurarse.Las novedades llegarán. Habrá que administrar ansiedades.

El Cronista