Luego de siete meses y medio, las obras en el Aeroparque Metropolitano están en su recta final: si no hay ningún inconveniente, se espera que los aviones vuelvan a despegar desde el aeropuerto porteño a partir del próximo 15 de marzo. De hecho, Aerolíneas Argentinas y la low cost Jetsmart ya comenzaron a vender pasajes con esa locación y dentro de poco se sumará también Flybondi.
Junto con la habilitación aerocomercial, también abrirán todos los comercios que están dentro del aeropuerto y que tuvieron que cerrar sus puertas en agosto pasado. Aunque, al igual que en el aeropuerto de Ezeiza, solo está permitida la entrada para consumir a aquellos clientes con pasaje en mano para volar.
Además de los vuelos de cabotaje, Aerolíneas Argentinas ya comenzó a vender pasajes con destinos internacionales desde el Aeroparque y tiene programados vuelos a Lima, San Pablo, Río de Janeiro, Santa Cruz de la Sierra y Montevideo. Según dijeron en la compañía estatal, el plan de regionalización había sido aprobado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en marzo del año pasado, pero no se pudo concretar por la irrupción de la pandemia.
Todavía está en discusión qué pasará con los vuelos internacionales de las aerolíneas low cost, que hasta comienzos del año pasado operaban desde El Palomar, pero finalmente la ANAC dispuso el cierre de ese aeropuerto para actividades aerocomerciales. El argumento oficial fue que es demasiado costoso mantener tres aeropuertos en el área metropolitana de Buenos Aires, sobre todo en este contexto de baja demanda producto de la pandemia.
Por ahora, Jetsmart -empresa de capitales estadounidenses- operará desde el Aeroparque solo sus destinos de cabotaje, mientras que los vuelos a Chile seguirán despegando desde el aeropuerto internacional de Ezeiza. Flybondi, por su parte, todavía no está realizando vuelos internacionales.
En la negociación que tuvo el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) con las low cost, se les prometió que seguirían pagando las tasas aeroportuarias diferenciadas que tenían en El Palomar: de US$21 para los vuelos internacionales y de 97,5 pesos para los de cabotaje; menores a los US$51 y 195 pesos, respectivamente, que paga el resto. Además, se les permitiría volar desde el Aeroparque una vez que estuviera operativo el aeropuerto. En principio, las low cost mantendrían este impuesto diferencial operando desde el Aeroparque.
Desde el próximo 15 de marzo, además, está programado un aumento de seis dólares de las tasas aeroportuarias, que pasarán a US$57, encareciendo los pasajes de vuelos internacionales. El impuesto para los vuelos domésticos se mantiene en 195 pesos (US$2,2).
Las obras de modernización y alargue de la pista de despegue y aterrizaje que programó el Gobierno tienen como fin la regionalización del Aeroparque, a diferencia de la administración anterior, que había dispuesto que el aeropuerto porteño sea solo para vuelos de cabotaje, lo que ocasionó que todas las empresas muden sus operaciones internacionales a Ezeiza.
Con una inversión de $5000 millones, que es financiada por el fideicomiso de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Aeropuertos, que administra el Ministerio de Transporte y ejecuta el Orsna, las obras incluyeron la construcción de nuevos estacionamientos Sur y estacionamientos en subsuelos en tierra ganada al río -debajo de un nuevo parque costero-, check in, capacidad de la terminal y paseo costero. Además se le sumaron 615 metros a la pista, que tenía originalmente 2100 metros de largo, y la ensancharon 20 metros.
En el sector de vuelos internacionales, se amplió el sector de arribos con la suma de 800m2 de superficie y se refuncionalizará el sector de partidas en la terminal de pasajeros, que abarcará una superficie aproximada de 4630m2.
La Nación