Se trata de la inversión más importante en los últimos 20 años. La hará una empresa australiana cuyo CEO para América latina es Agustín Pichot
Argentina recibirá una inversión de unos 8.400 millones de dólares por parte de una empresa australiana para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, la más grande para el país en los últimos 20 años.
La empresa que hará las inversiones es Fortescue Future Industries (FFI), cuyo presidente para América latina es Agustín Pichot.
El desarrollo del proyecto será en la localidad Punta Colorada, Río Negro, a 170 kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn, en Chubut.
Detalles de la inversión
El anucio fue hecho en el marco de la cumbre mundial COP26, que se desarrolla en la ciudad escocesa de Glasgow.
Las autoridades de la firma australiana Fortescue lo informaron durante un encuentro con el presidente Alberto Fernández y parte de la comitiva argentina que lo acompaña.
Tras el encuentro, el Presidente afirmó que “el hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición” energética, tras darse a conocer la inversión para producir ese combustible.
“En poco tiempo nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo”, dijo el jefe del Estado tras reunirse con los directivos de Fortescue.
Tras el anuncio inicial, en el marco de encuentro con la prensa en Glasgow, el canciller Santiago Cafiero aseguró que el proyecto “es un vector de desarrollo y de conocimiento a partir del cual la Argentina se puede parar en un nuevo concierto que se está discutiendo en el mundo, en esta conferencia”.
“Necesitamos la triple sostenibilidad ambiental, social y económica y este tipo de proyectos contemplan esa tres condiciones”, agregó el canciller al destacar que países como la Argentina “no tienen las mismas responsabilidades” que los más desarrollados en lo que respecta a la contaminación ambiental, así como tampoco cuenta con “las mismas capacidades de recursos para financiar la transición” de cara a la política de cambio climático que discuten las principales naciones del mundo.
Junto a Cafiero, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que la empresa australiana “no pidió trato diferencial” en aspectos como tipo de cambio diferencial o sobre remesas de utilidades, aunque sí la “certidumbre en materia de inversiones y algunas preocupaciones con el repago de deudas e intereses”.
Recordó que el país tiene vigente como instrumento el Decreto 234 que creó el Régimen de Fomento de Inversión que podrá ser “revisado para ver cómo se ajusta a los requerimientos financieros de un proyecto de esta magnitud”.
En noviembre de 2020, el presidente Alberto Fernández ya había mantenido una reunión por medio de una videoconferencia con representantes de la empresa Fortescue Metals Group, quienes le habían expresado su interés en invertir en la Argentina en la generación de energías renovables y la producción de minerales en el marco de lo que denominan industria verde.
La filial regional de la compañía con sede central en Perth es dirigida por el ex capitán de Los Pumas. En el país, es dueña de la empresa Argentina Minera (Aminsa).
Hidrógeno verde
La tecnología del hidrógeno verde, que cada vez suscita un interés más concreto como una estrategia de transición energética, implica una gran oportunidad para Argentina porque tiene una amplia ventaja competitiva para generar energía renovable eólica con buenos vientos en la Patagonia, hidroeléctrica con importantes proyectos pendientes y también solar por los niveles de radiación en el NOA.
En agosto último, Pichot firmó un acuerdo macro con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, junto con la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras.
Por ese acuerdo, se daba inicio a tareas de prospección y factibilidad para proyectos de hidrógeno verde en Río Negro.
En el marco del Plan de Desarrollo Productivo Verde, el hidrógeno verde se presenta para Argentina como una oportunidad de desarrollar proveedores competitivos en toda la cadena, crear nuevos empleos y aumentar significativamente las exportaciones a la vez que se protege el ambiente local y global.
Qué es el hidrógeno verde y para qué sirve
El hidrógeno verde es una de las energías del futuro, y es fundamental para descarbonizar la estructura productiva, con un impacto muy positivo para luchar contra el cambio climático.
Es una de las energías más prometedoras, con un gran potencial para descarbonizar el transporte pesado (por ejemplo, camiones y buques) y de larga distancia. También es fundamental para descarbonizar industrias que consumen mucha energía, tales como el acero, el cemento, el papel o la de fertilizantes.
Se lo llama hidrógeno “verde” porque toda la energía que se utiliza para producirlo proviene de fuentes renovables (en este caso, la eólica).
El hidrógeno verde permitirá utilizar y transportar energía renovable que de otro modo sólo podría utilizarse en la zonas aledañas a la generación. Con este proyecto, la energía que generan los vientos de la Patagonia (de los mejores del mundo), va a poder ser industrializada y exportada.
Con este proyecto se van a poder generar miles de puestos de trabajo, contribuir al desarrollo federal, generar divisas y, a su vez, disminuir el impacto ambiental de las actividades productivas.
BAE Negocios