Una sala llena de amigos y familiares que no se han visto en mucho tiempo, se abrazan, se besan y celebran el reencuentro alrededor de una mesa llena de manjares.
Comparten horas juntos, se ríen, gritan, se pasan platos y cubiertos los unos a los otros, y se intercambian regalos.
Antes de 2020 esta podría ser una típica postal navideña.
Ahora es un escenario ideal para la propagación del coronavirus.
Por eso mismo, los expertos advierten que la única forma de evitar la transmisión del virus es renunciar a las celebraciones en persona.
En caso de que se hagan, todos los especialistas que BBC Brasil entrevistó recalcan que es imposible eliminar los riesgos de contagio, pero que hay medidas para mitigarlos.
Antes de salir de casa
Para empezar, hacer una cuarentena de dos semanas (o al menos una) y confirmar que estás libre del virus con un examen PCR (72 horas antes de la reunión) puede ayudar mucho a minimizar los riesgos.
Además de eso, es fundamental que prestes mucha atención a cualquier síntoma.
“Mucha gente dice ‘oh, solo tengo tos o son solo mocos’. Valora si es algo inusual en ti y evita ir porque será una exposición de alto riesgo”, dice Juliana Lapa, infectóloga y profesora de la Universidad de Brasilia (UnB).
Aunque los expertos recomiendan evitar los viajes.
Si te vas a desplazar, mejor hacerlo en auto. Así evitas las aglomeraciones en los aeropuertos, aviones, buses, estaciones de bus y en las zonas comunes de los hoteles.
‘Petit comité’
Idealmente, la celebración debería ser solo entre las personas que conviven en la misma vivienda.
Si no es así, el primer consejo es reunir la menor cantidad de gente posible y tener en cuenta el número de grupos de convivencia que se mezclan.
“Por ejemplo, una reunión entre 10 personas tiende a ser menos riesgosa si se juntan solo dos grupos que conviven (cinco viven en una casa y las otras cinco en otra) que si las 10 personas viven en casas distintas”, explica Vitor Mori, miembro del grupo Observatorio Covid-19 BR e ingeniero biomédico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vermont (EE.UU.).
Los expertos también piden especial atención con los grupos de riesgo.
“Si es posible, los mayores y las personas que sufren obesidad, diabetes, hipertensión y problemas pulmonares deben evitar las reuniones”, le dice a BBC Brasil el presidente de la Asociación de Infectología de Minas Gerais, Estevão Urbano.
“Por supuesto, también son las que han sufrido más el aislamiento durante la pandemia y deben ser las más necesitadas en este momento, pero lo ideal es que tomen más precauciones que el resto”.
Si una reunión con una persona del grupo de riesgo es inevitable, dice Juliana Lapa, una opción es “hacer una visita corta, sin cenar, sin quitarse la mascarilla”.
La ventilación es clave
Si van a reunirse, que sea en un lugar abierto, como un jardín, un patio trasero, una azotea o un balcón.
Si la única opción es dentro de una sala o departamento, deja todas las ventanas abiertas.
Para recalcar la importancia de esta medida, Mori compara las pequeñas partículas líquidas que expulsamos con el humo de un cigarrillo.
“Si estás en un espacio abierto al lado de una persona que está fumando, sentirás poco el humo porque el aire lo dispersará. Pero si estás en un interior con las puertas y ventanas cerradas, aunque mantengas más de un metro y medio de distancia, podrás oler el cigarrillo e inhalar el humo”.
Si no es posible ventilar bien el espacio, es necesario reducir el número de personas, recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
¿Qué se puede hacer para aumentar la circulación del aire interior?
“Pon un ventilador cerca de la ventana y de frente. De esa manera, el ventilador funciona como un extractor de aire, aspirando aire y empujándolo fuera de la habitación. Eso genera presión negativa dentro de la sala y hace que entre aire fresco desde otra ventana”, explica el ingeniero biomédico.
El experto recomienda que si tienes más de una ventana y más de un ventilador, puedes colocar este extra en la ventana opuesta y en la posición contraria, es decir, mirando hacia dentro de la habitación.
Así, un ventilador aspira el aire y otro lo expulsa, generando una circulación e intercambio de aire constantes.
Los CDC advierten que las ventanas y puertas solo deben permanecer abiertas donde no haya riesgo de caídas o si esto no causa una crisis a personas con asma.
Añaden que para evitar la contaminación, los ventiladores no deben generar flujo de aire directamente de una persona a otra.
Esta medida no excluye las precauciones básicas de mantener las distancias, desinfectarse las manos y usar mascarillas.
Encuentros cortos, con mascarilla y distancia social
Cuanto más tiempo se está expuesto, más aumenta el riesgo.
Por eso los expertos sugieren hacer las reuniones cortas. “Las veladas prolongadas son el gran villano de la transmisión”, dice Urbano.
Siempre que sea posible las personas que no conviven en la misma vivienda deben mantener la mayor distancia posible, usar mascarilla y moderar el volumen de voz para reducir la posibilidad de contagio.
“Cuanto más alto hablas o cantas, más partículas se expulsan al aire”, dice Urbano.
Rotación o mesas separadas a la hora de comer
La cena puede ser uno de los momento más críticos.
Es cuando las personas suelen estar más cerca y necesitan quitarse la mascarilla para comer y beber.
“Si alguien no lleva mascarilla se convierte en un posible diseminador. Todos podemos serlo, ya que hay personas asintomáticas, que ni siquiera saben que están enfermas.”, dice Jaques Sztajnbok, médico supervisor de UCI del Instituto de Infectología Emílio Ribas, en Sao Paulo.
La organización de las mesas puede ayudar. Si en la casa solo hay una mesa, la recomendación es hacer una rotación a la hora de comer, priorizando a los grupos que tienen gente mayor.
Por ejemplo, imagina que hay una pareja que vive en una casa y los padres de uno de ellos, que ya son mayores, viven en otra casa.
Recomiendan que los padres coman primero, mientras el resto espera alejado y con mascarilla.
Para los que tienen más espacio (¡y más mesas!) pueden montarlas separadas por grupos que conviven. Siguiendo el ejemplo anterior, la pareja estaría en una mesa y los padres en otra.
Además recomiendan no compartir objetos como cubiertos o vasos, así que mejor no servirse de la misma ensaladera este año.
No bajar la guardia durante la fiesta
Han sido meses muy duros para todo el mundo y hay la posibilidad que cuando las familias y amigos se rejunten aflojen las precauciones.
Ahí es donde radica el peligro, dicen los médicos.
“Es un momento en que la gente toma alcohol o se relaja y puede bajar la guardia. Eso puede traducirse en muchos casos de covid-19 y en muertes evitables. Estamos avanzando hacia la adquisición de la vacuna. Así que hay que tener cuidado de no relajarse en este punto.”, dice Estevão Urbano.
La recomendación de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refuerza la idea de que no hay “riesgo cero” durante las celebraciones navideñas.
Propone que las reuniones sean virtuales este año, ya que la mayor incidencia de transmisiones se da entre personas que pasan mucho tiempo juntas, en espacios cerrados y compartiendo comidas.
“Es increíblemente difícil porque, especialmente durante las fiestas, queremos estar con la familia. Pero en algunas situaciones, la difícil decisión de no tener una reunión familiar es la apuesta más segura”, dice Maria Van Kerkhove, líder técnica de covid-19 en la OMS.
BBC Mundo