CRISTINA, PUERTAS ADENTRO: TREGUA INTERNA, BAJADA DE LÍNEA Y PERONISMO MODELO 2027

0
18

El encuentro reservado en el Instituto Patria después de declarar en la justicia. El pedido de disputarle la agenda al Gobierno de Milei. ¿Puede volver a ser candidata? La receta que trajo de México para evitar las tensiones internas.

Miércoles al mediodía en el Instituto Patria. Cristina Kirchner ingresa en la sala de reuniones contigua a su despacho, en el primer piso, donde la esperan unos veinte dirigentes, de los más de cincuenta que esa mañana la acompañaron a los tribunales de Comodoro Py. Habla unos 15 o 20 minutos. Es una forma de agradecerles la presencia -sin fisuras dentro del kirchnerismo, limitada más allá de esa frontera-, pero también una bajada de línea para ordenar el espacio, en medio del temporal que atraviesa el peronismo por la denuncia contra Alberto Fernández.

“Dejemos de hablar de lo que el Gobierno quiere que hablemos, no nos quedemos enredados en lo de Alberto. Tenemos que visibilizar lo que está pasando en el país, con los precios de la comida, con el boleto de colectivo”, dijo, palabras más, palabras menos. Cerca de Cristina advierten que hay que poner el foco en los temas económicos. Señalan que el Gobierno celebra una inflación del 4%, en medio de una recesión feroz, y deslizan sospechas sobre el dato que publicó el INDEC, debido a la brecha con el índice de 5,1% que anunció la Ciudad de Buenos Aires. “Ya fijamos posición por lo de Alberto, ya dijimos que es una inmundicia, ahora tenemos que hablar de lo que le pasa a la gente”, dicen, en línea con el mensaje de Cristina.

La exmandataria, víctima del intento de magnicidio más importante de la historia argentina reciente, estaba de buen ánimo, como aliviada, cuentan los dirigentes que conversaron con ella. Había logrado convertir su declaración testimonial en el juicio contra los acusados de querer asesinarla en un hecho político relevante. Era una tarea complicada: el mismo día en que ella declaró, Alberto Fernández quedó formalmente imputado por lesiones graves y coacción contra Fabiola Yáñez, en un caso que todos los días aporta novedades que hunden al expresidente, el elegido de Cristina en 2019.

En el círculo más cercano de CFK insisten en que el objetivo de la campaña de instalación que precedió a su declaración era visibilizar las irregularidades del proceso para evitar que, con la segura condena contra Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, los autores materiales, se dé por cerrado el caso y quede en el olvido la investigación para determinar quiénes organizaron el crimen en su contra. La búsqueda de respaldos políticos tuvo un resultado adicional: volvió a colocar a la expresidenta en el centro del kirchnerismo, un espacio con fronteras en retroceso que todavía puede reclamar para sí la condición de primera minoría dentro del peronismo.

Las irregularidades y las conexiones políticas del caso son tantas y tan llamativas que impresiona que no hayan adquirido carácter de escándalo. Las más impactantes: 1) El borrado del teléfono de Sabag Montiel, en un episodio en que la jueza María Eugenia Capuchetti, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria se atribuyen responsabilidades cruzadas. 2) La falta de profundización de la pista Gerardo Milman, que dos semanas antes del atentado había presentado un pedido de informes para saber cómo se custodiaba a la expresidenta, con la frase “no vaya a ser cosa que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia con un falso ataque a Cristina Kirchner”. Además, de acuerdo con el testimonio del asesor peronista Jorge Abello, el día anterior al atentado el diputado de PRO comentó a dos de sus colaboradoras, en el bar Casa Blanca, “cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”. Pese a que ese encuentro quedó comprobado, la jueza demoró el secuestro de los teléfonos de Milman y sus colaboradoras. Cuando la justicia finalmente accedió a los aparatos, una de las colaboradoras declaró que Milman la llevó a borrar el contenido de su teléfono con un perito informático, Adolfo Teodoro, actual director de Tecnología en el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich. 3) El aporte millonario de la familia del ministro de Economía, Luis Caputo, a Revolución Federal, un grupo extremista que frecuentaba Uliarte. Se concretó por medio de una contratación de $13 millones, fuera de la escala de la carpintería de Jonathan Morel, líder de Revolución Federal, que para la tarea emitió su primera factura como monotributista.

Cristina prefirió no repetir en la charla en el Patria lo que había dicho en la sala de audiencias. La postal del encuentro íntimo, del que no hubo foto (aunque sí hubo imágenes del grupo ampliado que concurrió al Patria), expuso además la tregua interna que habilitó el contexto. En las sillas más cercanas estaban el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, uno de los protagonistas de las tensiones que hacen crujir al espacio desde hace casi seis meses, y la vicegobernadora, Verónica Magario. A Tribunales también habían ido otros leales a Kicillof como el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, y el intendente de Ensenada, Mario Secco, dos de los dirigentes más enfrentados con Máximo Kirchner, el armador principal de Cristina. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, otro de los cruzados contra Máximo, había firmado el documento de respaldo a la expresidenta. “Fuimos a bancar a Cristina en estos temas como lo hicimos siempre”, dijeron cerca de Larroque, para cortar segundas interpretaciones. En el Instituto Patria también salieron al cruce de las lecturas que disparó la ausencia llamativa de Máximo Kirchner, de las que dio cuenta Pablo Ibáñez el jueves, que sugerían que buscó evitar un cara a cara con Kicillof. “Había sesión en Diputados y si nos faltaba un voto le iban a echar la culpa a él”, dijeron sus colaboradores.

Cerca de Cristina hacen una lectura positiva del acercamiento político que permitió la audiencia judicial. “Sería fantástico que todos nos pudiéramos sentar como hoy para ver cómo podemos ganar muchas bancas en el Congreso en 2025 y volver a ser gobierno en 2027”, dice un dirigente con oficina en el Instituto Patria. La expresidenta no habló en clave electoral durante el encuentro con sus dirigentes más cercanos. Además de Kicillof y Magario, estuvieron Oscar Parrilli, Carlos Zannini, Juan Martín Mena, Mayra Mendoza, Anabel Fernández Sagasti, Gustavo Menéndez, Juliana Di Tullio, Teresa García, Wado De Pedro, José Mayans, Martín Sabbatella, Horacio Pietragalla y Mariel Fernández, entre otros.

Ninguno de esos dirigentes tiene certezas de cuál será el futuro político de Cristina, pero todos destacan su centralidad como dato político para reordenar el tablero del peronismo. Nadie la imagina al frente del PJ. Algunos dicen que no le va a quedar otra que ser candidata en 2025, ante la falta de figuras taquilleras para encarar ese reto en la provincia de Buenos Aires. Unos pocos se atreven a ubicarla en la grilla para 2027. ¿Y Kicillof? Durante la conversación en el Patria, la expresidenta volvió a destacar, a propósito de su reciente viaje a México, la experiencia de Morena, la fuerza que fundó y lidera el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Es un caso del que muchos hablan en el cristinismo como receta para moldear las aspiraciones del gobernador de la provincia de Buenos Aires. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ganó las elecciones generales este año después de imponerse en la interna del oficialismo en 2023 a Marcelo Ebrard, un dirigente que apostó a diferenciarse de AMLO. Cristina destaca que Sheinbaum ganó “sintiéndose parte de un proyecto y no desde una individualidad”. Dos de los dirigentes presentes en la reunión en el Patria con los que conversó Cenital leyeron en esas palabras de la expresidenta un mensaje cifrado para Kicillof, sentado a su lado. Otros dos de los presentes rechazaron esa interpretación. “Pareció más una referencia a Alberto que a Axel”, dijeron. Coincidieron, eso sí, en que una candidatura de Kicillof que reconozca la jefatura política de Cristina es el modelo a seguir para garantizar la unidad y la potencia del espacio. Continuará.

Cenital

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí