Esto sucedió el martes. El ministro del Interior, Guillermo Francos, se dirigió al auditorio de referentes financieros: “Estamos trabajando para lograr una caída más fuerte del riesgo país, para conseguir financiamiento más barato para el crecimiento productivo“. El índice viene en caída, y se proyecta debajo de mil puntos básicos.
El mercado se había anticipado durante todo el lunes al anuncio vespertino por cadena nacional del superávit fiscal del 1° trimestre de 0,2% del PBI del presidente Milei. El marco solemne para su discurso fue digno de relato: fiel a su tradición de arquero, Milei paró la barrera con sus cuatro bravos gladiadores económicos (Luis Caputo, Pablo Quirno, Santiago Bausili y Vladimir Werning), firmes, cruzando las manos sobre zona de peligro para ratificar a cara de perro la senda de superávit fiscal irreductible.
La reapertura de mercados es la prioridad del Gobierno y la medida de sus urgencias. El equipo, recién llegado de Washington de vender Argentina y buscar más recursos del FMI y del Tesoro de los EE.UU., merecía defensa.
Así, los cinco cerraron filas también para hacerle frente al ataque “cultural” de la “oposición” en torno al presupuesto universitario.
El saludable resultado fiscal se sostuvo sobre pilares que los analistas dudan en ver como definitivos. El IARAF explicó que en el trimestre cayeron en términos reales 15 de los 16 componentes del gasto: “Las jubilaciones y pensiones soportaron el 35% de la reducción total, la inversión real directa el 15%, las transferencias a provincias el 13%, subsidios a la energía el 9% y salarios el 7%, entre los más importantes”, detalló.
Para Equilibra, el recorte del primer trimestre de las jubilaciones fue de 38,4 por ciento.
Esa misma tarde vio la luz la resistencia a la motosierra.
El Gobierno veía venir, aunque no en la magnitud que se desplegó finalmente, una protesta multitudinaria para resistir del recorte presupuestario a la educación pública. Marchas y concentraciones coparon las principales ciudades del país, con epicentro en Buenos Aires.
Sectores amenazados cuando no ya sacudidos por el ajuste. Una generación que votó por La Libertad Avanza. Políticos desprestigiados pero desarticulados entre sí. ¿Un llamado de atención al camino elegido para el saneamiento fiscal? Se verá.
Los mercados, con la coartada de la inestabilidad institucional, también dieron cuenta de las dificultades del Gobierno para pasar las leyes fiscales y de reforma laboral en el Congreso. En definitiva, ¿cuánto más se le pide a este Gobierno si no es, precisamente, articular el ajuste fiscal?
¿Será cuestión de paciencia? Finalmente, los analistas políticos tratan de entender el consenso político que logra Milei a pesar del tamaño ajuste.
La figura del Presidente de la Nación recoge mayor imagen positiva que gobernadores, intendentes, y muy lejos de diputados y senadores.
Imagen -y expectativa- no es aprobación cerrada.
Un estudio de imagen de Zubán Córdoba, que también da cuenta del respaldo en general al Presidente, señala que la principal objeción a Milei es su política con las jubilaciones, que sufre recortes de ingresos de 35% en el año.
Principal variante del ajuste, por ahora Milei no los ve como riesgo país. Un peligro que puede, no solo arrasar con una generación debilitada con los años y las crisis del país, sino con el propio consenso presidencial.
El Cronista