EL PERONISMO ANTE LA BOMBA YÁÑEZ-FERNÁNDEZ: ¿QUÉ PUEDE HACER PARA SUPERAR LA CRISIS?

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Sumido en la conmoción por la denuncia contra el expresidente, las distintas ramas de Unión por la Patria ensayaron respuestas sectoriales. Ante la falta de conducción no se definió una estrategia común. Pero hay una coincidencia: reivindicar al feminismo ante la ofensiva conservadora.

Martes a la noche. Faltaban menos de 24 horas para la sesión de la Cámara de Diputados en que la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández iba a tener por primera vez un ámbito de debate institucional. Al frente de la reunión del bloque de Unión por la Patria (UP), el jefe de la bancada, Germán Martínez, propuso fijar posición para no quedar a la defensiva. Lo secundó Paula Penacca. “Esto es una mierda. No podemos dejar que nos pase lo mismo que con (Fernando) Espinoza”, dijo, en referencia a la sesión del 21 de mayo, en la que el peronismo, mal parado, se negó a votar un repudio contra el intendente de La Matanza después de su procesamiento por abuso sexual. Enseguida, Mónica Macha propuso elaborar un proyecto de resolución para apoyar la denuncia de Yáñez. Eduardo Valdés, amigo del expresidente, puso reparos, advirtió que podían vulnerar el principio de presunción de inocencia. Macha, una de las militantes feministas del bloque, explicó que el posicionamiento político corría por un carril diferente al judicial. Leandro Santoro se alineó con Macha y compañía, igual que el jefe de bloque. El proyecto tuvo 39 firmas, entre ellas la de Valdés. El texto circuló por correo electrónico el miércoles a la mañana, para que todos pudieran firmarlo antes de la sesión, que finalmente se cayó. Otros diputados cercanos a Fernández, como Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz, no acompañaron. Firmaron todos los diputados de La Cámpora, menos Máximo Kirchner, que tampoco había estado en la reunión de bloque. “No quiere decir que no esté de acuerdo, pero nunca firma proyectos de otros”, lo justificó una diputada.

En esa reunión de bloque, la discusión sobre los términos del proyecto y la definición de una estrategia para la sesión del día siguiente fue la única respuesta orgánica y de conjunto del universo de UP, la fuerza política que fue oficialismo hasta diciembre del año pasado. La denuncia de violencia de género contra Fernández, en especial a partir de la aparición de las fotos y los chats, dejó sumido al peronismo en un estado de shock y desorientación en el que cada espacio optó por fijar una posición sectorial y empezar a construir un camino político de la salida.

De las conversaciones con referentes de distintos sectores sí surge una coincidencia: la necesidad de redoblar la reivindicación de la causa feminista, como respuesta política ante la ofensiva antiprogresista, encabezada por el presidente Javier Milei, que dejó servida en bandeja la denuncia contra Fernández. “Esto no es fracaso del feminismo, al contrario -dijo Germán Martínez, el miércoles a la noche en C5N-. Se llega a esta denuncia porque hay un contexto que permite que una mujer pueda denunciar a su expareja, que fue el presidente de la Nación. Esto no hubiera sucedido hace veinte años”. La idea de la conducción de la bancada en Diputados, que también integran Cecilia Moreau y Penacca, es ir “creando una doctrina” para que haya respuestas homogéneas ante casos similares.

¿Cómo afectará esto al conjunto del peronismo? ¿Cuál debería ser la respuesta de la fuerza política que lo llevó como candidato en 2019 y lo tuvo como presidente hasta diciembre? ¿Qué se hace después de que estalla una bomba? No hay una respuesta única, depende del interlocutor. La falta de conducción queda al desnudo ante cada acontecimiento relevante. “Hoy no hay peronismo, hay peronistas”, lo resume, con sorna, uno de los referentes de UP. Como ante un terremoto, todavía hay temor a las réplicas. Dos exfuncionarios de Fernández coinciden en que la conmoción pasará y que si se deteriora la situación económica el caso irá perdiendo peso en la agenda mediática. “Peor fueron los bolsos de (José) López, porque nos hizo quedar a todos los kirchneristas como corruptos. Ahora no pueden decir que somos todos golpeadores”, dice un exministro. Otro exfuncionario advierte sobre el efecto expansivo que puede tener la causa de los seguros, detonante de la denuncia de Yáñez.

Dos de las tres figuras principales del peronismo, Cristina Kirchner y Axel Kicillof, fijaron posición ayer, después de que se conocieron las fotos que muestran a la exprimera dama golpeada. Sergio Massa eligió el silencio. Sí se pronunciaron las Mujeres del Frente Renovador. “La violencia de género existe y no tiene color político”, se tituló el texto, que posteó Malena Galmarini. La expresidenta profundizó la línea inaugurada por el comunicado del Frente de Mujeres de La Cámpora, que lidera Mayra Mendoza. “En lo personal y como mujer que ha sido objeto (y lo sigue siendo) de las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1° de septiembre del 2022, expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia”, dijo, y advirtió: “La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”. Las mujeres de La Cámpora dicen que esto debe marcar un punto de inflexión y que ya no aceptarán compartir espacio con los dirigentes que amparen estas conductas. “Tenemos que encauzar políticamente esto pero tomando distancia de toda esta mugre y esta basura”, dice una referente.

El gobernador bonaerense habló ayer del caso por primera vez. “La justicia debe responder rápidamente y con perspectiva de género para que no haya dilaciones y especulaciones al respecto”, dijo, antes de partir a La Rioja, donde participó de la jura de la nueva Constitución provincial, un acto con el que el mandatario local, Ricardo Quintela, buscó posicionarse a nivel nacional. Todos los que participaron ayer de ese encuentro, de distintos sectores internos, no objetaron compartir actividad con Espinoza, con un procesamiento por abuso sexual confrmado en segunda instancia. El gobernador riojano tiene en sus planes ser presidente del PJ nacional, cargo que todavía hoy tiene Fernández, aunque está licenciado desde marzo. Como hay elecciones convocadas para el 17 de noviembre, nadie abona la idea de la expulsión. Tampoco lo van a echar del PJ Capital, donde está afiliado, confirmaron en la agrupación que preside Mariano Recalde.

En La Plata creen que el escándalo no afectará la hoja de ruta de Kicillof, enfocado en la gestión y en la construcción de una alternativa política a Milei. “Axel es la antítesis de todo esto. Es como lo del yate de (Martín) Insaurralde, lo fortalece por contraste”, dijo un funcionario y aprovechó para seguir la pelea con el Instituto Patria: “El meollo es la calidad moral de los dirigentes y la pésima elección de Cristina. Nos golpea a todos, pero ella queda más expuesta, porque esto profundiza la necesidad de modificar la metodología”. Pases de factura que siguen activos en un peronismo al que, a decir de Massa, ya no le entraba un quilombo más.

Cenital

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