En el Coloquio de IDEA, afirmaron que necesitan incentivos para poder generar empleo y pidieron rebajas de cargas patronales. Economistas invitados afirmaron que antes de blanquear planes sociales se debe incentivar el empleo formal. Sindicalistas descartaron la propuesta por considerar inviable afectar parte del salario
Empresarios y ejecutivos de las empresas asociados a IDEA reclamaron el fin de la doble indemnización laboral, beneficios fiscales para el sector privado y la “modernización” de los convenios laborales como condiciones para la generación de empleo, en medio de la crisis económica pandémica. La propuesta, que incluye un plan de emergencia, fue respaldada por economistas y rechazada por un representante de la CGT.
El debate se instaló en la jornada de apertura del 57º Coloquio de IDEA, en donde la entidad presentó tres propuestas para “impulsar el trabajo y crecimiento de Argentina en el largo plazo, con el objetivo de generar trabajo de calidad y crear nuevas oportunidades para los más jóvenes”.
El informe, presentado por el economista en jefe de IDEA, Santiago Bulat, detalló un sector privado con escaso empleo formal, donde sólo 2 de cada 10 argentinos está en condiciones de trabajar; con un 24% del 100% de los trabajadores registrados empleados por el sector público; 1,8 millones de personas desempleadas; y 33% de informalidad; entre otros puntos.
Ante este escenario, IDEA propuso la creación de un “régimen laboral de emergencia que impulse rápidamente la creación de nuevos puestos de trabajo e incentive la formalización”, que contemple “bonificaciones temporales en cargas patronales privilegiando al empleo joven, un nuevo esquema temporal para desvinculaciones que preserve las indemnizaciones y de certidumbre al costo del cese de la relación laboral”.
También reclamaron la “federalización del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria, la reforma del régimen de multas laborales que desincentive la industria del juicio y la modernización de los convenios colectivos de trabajo para promover mejoras en la productividad”.
“Por último, para dar respuestas a las demandas del nuevo mercado laboral, la tercera propuesta se centra en la adaptación a las nuevas demandas del mercado laboral que faciliten la inserción laboral, la mejora del empleo independiente mediante una reformulación del monotributo y la creación de una nueva figura laboral que otorguen mayores derechos al trabajador; y, la formalización de los trabajadores de la economía popular mediante el reconocimiento de sus actividades”, señaló el documento.
La falta de oferta de empleo fue compartida de los economistas Emanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía de Cristina Kirchner y titular de la consultora PXQ, y el último ministro de Mauricio Macri, Hernán Lacunza.
“Bajo la ley de contrato de trabajo solo está el 28% de la fuerza laboral; hace 10 años era el 31%. En el mismo tiempo, el empleo público aumentó del 16% del total al 19%. El 72% restante de la fuerza laboral está afuera. Esto se explica por qué tenemos un sistema laboral rígido para entrar, caro en su desarrollo y conflictivo en su salida” , se quejó Lacunza.
Álvarez Agis aseguró que “no se genera empleo porque las empresas no quieren contratar y a veces los problemas de demanda se relacionan con un problema de costo laboral”.
La presidenta del Coloquio, Paula Altavilla, dijo que para crear más empresas “es necesario generar un entorno de previsibilidad macroeconómica y regulatoria, con reglas claras, que se mantengan en el tiempo, y reemplazar las restricciones por incentivos”.
“Y esto que parece utópico, se ha logrado por ejemplo en los acuerdos para la industria automotriz, en los que el gobierno, el sindicato y los empresarios se sentaron, acordaron y lograron excelentes resultados para todos. Necesitamos muchos más acuerdos como ese. Trajes a medida para las diferentes industrias”, sostuvo como puntapié del evento.
El centro de escena es el fin de la doble indemnización, que el Gobierno deberá definir a fin de año si continúa o se desactiva. En su participación, el ministro de Economía, Martín Guzmán, apuntó contra “la destrucción de empresas y de empleo” que comenzó con “la crisis macroeconómica del año 2018”.
“La prohibición de despidos tiene que ver con una situación coyuntural. Lo que buscábamos era proteger el ‘saber hacer’ de la economía. El ATP, el REPRO, tienen que ver con eso y al mismo tiempo que haya condiciones para asegurar que no haya destrucción de empleo más masiva, por eso es una cuestión coyuntural, transitoria, no permanente”, sostuvo.
En la misma dirección se manifestó el vocero de la CGT, Jorge Solá, quien aclaró que la medida deberá sostenerse hasta lograr un crecimiento homogéneo en la pospandemia. “En algunos sectores es necesario. Deberemos analizar, llegado el momento, si debe continuar. Creemos que se trata de una medida transitoria, pero todavía la pandemia no terminó”, les dijo a los medios de prensa que cubren el Coloquio de IDEA, que este año se hace en el porteño Centro Costa Salguero.
Solá sí fue contundente con la idea de beneficios para las empresas: “estamos en desacuerdo con cualquier proyecto que signifique reducir costos laborales a partir del salario, como son los aportes”. Y, para sentarse a debatir una reforma en las condiciones generales de trabajo, pidió poner sobre la mesa la ganancia de las empresas a cambio de la productividad.
Al ser consultado por el aporte de los empresarios a cambio de incentivos del Estado y las reformas en las condiciones laborales, el director ejecutivo de IDEA, Daniel González Casartelli, dijo que “el sector privado pondrá su compromiso para generar empleo genuino”.
BAE Negocios
