Tras 20 años ininterrumpidos al frente de la provincia, el oficialismo resuelve no solo su continuidad en el poder pero también una disputa en pausa entre el gobernador saliente y su rival íntimo. El juego dividido de JxC y la ficha libertaria
El peronismo define en Tucumán no solo un proyecto personal sino también su próxima dinámica interna. Tras 20 años ininterrumpidos al frente de la provincia, lo que se pone en juego hoy en las urnas va más allá de la continuidad ejecutiva, un panorama que gran parte de los analistas prevén como posible. También hay un duelo en pausa entre el gobernador saliente, Juan Manzur, y su sucesor, Osvaldo Jaldo, por la conducción del peronismo a nivel local y la proyección nacional del mandatario saliente.
En principio, la performance de los oficialismos provinciales que eligieron desdoblar estratégicamente sus comicios de los nacionales, aún alineados con el Frente de Todos o Juntos por el Cambio, marcan una clara tendencia a la continuidad. Tucumán, en medio de una situación socio-económica frágil que no desentona con el escenario nacional y pese a un clima que los analistas locales describen de “hartazgo”, podría no ser la excepción. Las urnas, en todo caso, lo dictaminarán.
“Además en Tucumán hay una elección atípica en tanto que se resuelve un mes después de la fecha original, modificando el oficialismo su fórmula inicial Osvaldo Jaldo-Juan Manzur, y por lo que se viene percibiendo a nivel local no se avizoran grandes diferencias como consecuencia: incluso, el no llevar a Manzur en la boleta hasta podría potenciar al oficialismo en algunos sectores críticos“, explica Alexandra Morales, directora de la consultora Meraki, a El Cronista.
Contrario a la oposición de Juntos y Bussi/Milei, la estrategia del Frente de Todos por Tucumán fue separarse todo lo posible del Gobierno nacional en esta contienda, un desafío que no fue sencillo a juzgar por el casi año y medio que su mandatario pasó en Buenos Aires como jefe de Gabinete. Se provincializó el discurso de campaña, se evitaron las visitas nacionales y hasta se canceló un acto de cierre masivo. Más bien, la campaña se fue en fade la última semana.
En todo este tiempo, no obstante, Manzur procuró mantener su cuota de influencia en la puja interna que se da dentro del peronismo tucumano con quien supo ser su socio, luego su rival y finalmente socio una vez más. Tras correrse de la fórmula para habilitar la elección, Manzur colocó en su lugar, como vice, al actual ministro del Interior, Miguel Acevedo, dirigente con nexos fuertes con los municipiosy hombre de su riñón.
Al nombrarse asimismo como “jefe de campaña” en vez de vice desde el principio, Manzur reforzó la idea desde un inicio de que la lapicera seguía en sus manos, aunque temporalmente cediera el sillón a Jaldo. El actual gobernador no resigna tampoco sus pretensiones nacionales aunque todo este episodio lo haya desdibujado. Y a la vez, muchos leen ahora en aquella etiqueta una movida precautoria frente a la posibilidad de un fallo adverso del máximo tribunal, como el que ocurrió.
Al final, el binomio fue un tridente en el último mes de campaña. Pero de ganar, Jaldo también querrá escribir su propia historia como lo hizo durante su interinato. Ya se vaticinan algunos movimientos por parte de este dirigente con peso propio en la provincia. Mucho dependerá de los porcentajes que se obtengan y de cómo decante, al final, el elevado porcentaje de indecisos.
La apuesta de Juntos por el Cambio y Javier Milei en Tucumán
La suspensión de los comicios por parte de la Corte Suprema al vetar la candidatura del actual gobernador favoreció a Juntos por el Cambio en tanto le permitió ordenar una campaña que había iniciado a los trombos y con serias posibilidades de quiebre. En todo caso, pudo consolidar un mensaje y fortalecer la estrategia con la irrupción de varias de sus figuras nacionales en el tramo final.
Tampoco es casual que Juntos por el Cambio haya cerrado con un acto un acto en Alderetes. Como explica el politólogo Juan Pablo Pinna a este medio, la provincia se divide en tres grandes secciones -Capital, Este y Oeste- y aunque el peronismo solo gravita en algunos circuitos de San Miguel, es muy fuerte en las otras dos. Y la sección Este en particular, donde puso mucho énfasis Juntos por el Cambio en esta campaña, es la que suele poner a los gobernadores por su peso.
“Es significativo que Roberto Sánchez y Germán Alfaro se hayan concentrado tan fuertemente en esa sección para revertir una demora en la conformación del binomio que los perjudicó a la hora de capitalizar la expectativa social y el cansancio local con la situación inflacionaria y las peleas en el Gobierno nacional que repercutían en la provincia, así como la propia disputa entre Jaldo y Manzur, a la hora de tejer alianzas, elaborar propuestas y hacer una campaña sólida”, agrega Pinna.
Morales añade que el foco estará puesto, si renueva el oficialismo, en la diferencia que pudiera obtener y si se asemejará más a 2019, cuando el Frente de Todos sacó una ventaja de 30 puntos, o será más parecida al resultado de 2021, que achicó esa brecha con el voto legislativo que, naturalmente, conlleva una carga distinta. Ese porcentaje determinará también si la actual legislatura oficialista suma otras voces, incluso, de la izquierda.
En simultáneo, una victoria en los bastiones que ya gobierna, en particular San Miguel de Tucumán, sería leído como un buen resultado territorial para Juntos. En este sentido, la capital muestra un escenario cerrado en el que el binomio Sánchez-Alfaro -que solo pudo acordar tras la intervención desde Buenos Aires y Jujuy de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales- va dividido. El actual intendente Alfaro apuesta a su esposa, Beatriz Ávila, para sucederlo y el peronismo se siente confiado en recuperar el terreno aprovechando la grieta interna, de la mano de Rossana Chahla.
Por último, los analistas advierten que también aquí habrá que prestar particular atención al desempeño electoral de Fuerza Republicana, el partido que lleva a Ricardo Bussi como aliado de Javier Milei -¿el último ungido oficialmente?- y que cuenta con un piso propio en la provincia en torno a los 10 puntos. Si bien comparten ciertas temáticas como el libre acceso a las armas, Bussi se diferenció de otras proclamas del libertario.
Morales pone el foco en cuán sólida será la asociación con Milei en el imaginario colectivo para ampliar ese piso del bussismo sin el economista en las boletas y teniendo en cuenta lo sucedido en otras provincias. Pinna, por su parte, hace hincapié en la incidencia de Milei sobre los jóvenes y en un corte que puede comer votos a la oferta legislativa de Juntos por el Cambio. Por lo pronto, quien acompañó al candidato a gobernador en los últimos días fue la diputada Victoria Villarruel, vice de Milei para el test nacional.
Qué se vota en Tucumán
Originalmente, la fecha parta votar los diversos niveles del Ejecutivo y Legislativo provincial era el 14 de mayo pero unos días antes, una cautelar de la Corte Suprema frenó la participación del actual gobernador Manzur como vice, en una fórmula invertida con quien hoy lo secunda, Jaldo. A diferencia de San Juan, que siguió adelante con el resto de las votaciones salvo a la gobernación, en Tucumán se suspendieron los comicios, Manzur dio un paso al costado y se volvió a llamar a las urnas para el domingo 11 de junio.
En total, 1.309.648 personas están habilitadas para elegir, además de gobernador y vicegobernador, 49 legisladores provinciales y 25 suplentes (19 por la capital, 18 de la zona oeste y 12, del este), 19 intendentes, 184 concejales y 93 comisionados comunales. Habrá un total de 17.943 candidatos para los 347 cargos que se ponen en juego en una provincia que permite el sistema de “acoples”, mediante el cual las candidaturas ejecutivas pueden sumar listas legislativas que no tengan esa categoría. El FdT por Tucumán inscribió, de hecho, 61 acoples, y Juntos por el Cambio (JxC), 15.
También competirán por la gobernación aunque sin “acoples”, el candidato de Fuerza Republicana (FR) Ricardo Bussi, con el respaldo del libertario Javier Milei, y completará la oferta provincial el legislador local Federico Masso (Frente Amplio por Tucumán, vinculado a Libres del Sur), Martín Correa (Frente de Izquierda y de los Trabajadores), Raquel Grassino (Política Obrera) -la izquierda va dividida en esta provincia- y el abogado y docente universitario Juan Coria (Nos Une el Cambio).
El Cronista