El fallo contra la estatización de YPF removió el avispero en plena campaña. Su impacto económico es oneroso, pero seguramente no sea inmediato, ya que la Justicia de EE. UU pretende que haya una negociación, y las autoridades argentinas están más cerca de agotar todas las instancias de apelación.
Más allá de esta pulseada, lo que expone la decisión de la jueza Loretta Preska es la mala praxis que gobernó el proceso de estatización, y el hecho de que varios miembros de la actual oposición (radicales que hoy están en Juntos por el Cambio) votaron a favor de la ley que devolvió a la petrolera a la órbita del Estado.
La pelea actualiza la visión del Estado que tienen los candidatos. Pero ya quedó claro que muchas veces estos grandes temas no interfieren en las decisiones electorales. Menos aún con el presente de YPF, que muestra una compañía competitiva y activa en Vaca Muerta.
Como señaló el ecuatoriano Jaime Durán Barba ayer en la Convención del IAEF, hoy “las lealtades políticas son efímeras”. El voto no tiene dueño, y así quedó demostrado en las PASO. Los contratos electorales ya no duran ni una elección. Por eso las encuestas hace rato que dejaron de anticipar lo que sucederá en las urnas. Habrá que esperar.
El Cronista