En el documento que envió el ministro de Economía, Luis Caputo a la Cámara de Diputados se reveló cuánto bajaría la presión impositiva el próximo año. El fin del impuesto PAIS y lo que se espera del repunte de la actividad.
Tras el alza en las cotizaciones paralelas y como una señal al mercado luego de la mala respuesta al anuncio del viernes pasado, el ministro de Economía, Luis Caputo envió al Congreso un avance del Presupuesto de 2025, en donde se adelantó cuánto cambiará el sistema impositivo en el corto plazo.
Con la finalización de la octava revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el informe técnico reveló el compromiso que asumió la gestión de Javier Milei de enviar en septiembre próximo un borrador de una reforma tributaria.
Pero la promesa en grandes magnitudes va a tener que esperar a 2027. “Si seguimos en este proceso, y se convierte en un círculo virtuoso, al final de nuestro mandato nosotros vamos a haber reducido el 90% de los impuestos que hay en la Argentina”, afirmó Caputo en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
Así, el Gobierno le pateó al sector privado la promesa al último año de gestión con el condicionante de que dependerá del crecimiento de la economía. Cuya rapidez, en palabras del ministro, estará determinada por las “decisiones individuales de cada uno”.
En el camino a ello, en 2025 -por las proyecciones de ingresos- no habría cambios significativos. “La recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social en 2025 se estima que aumentará un 54,4% respecto (…) [a la] proyectada para el año 2024, reduciéndose 0,45 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI) respecto al año anterior”, puntualizaron en el documento.
“La presión tributaria pasaría de 21,61% del PBI en el año 2024 a 21,16% en el año 2025“, destacaron, lo que implicaría una baja de menos de un punto porcentual para el año que viene y que principalmente se explicaría por el fin -con base en la Ley 27.541- del impuesto PAIS.
Del impuesto que explicó, en gran medida, el superávit fiscal de los primeros cinco meses de 2024, solo se esperan contribuciones en enero del año que viene por las operaciones que se realicen en diciembre próximo. Ingresos que ya se moderarán en este segundo semestre frente a la baja de la alícuota en diez puntos porcentuales (del 17,5% al 7,5%, mismo porcentaje en que lo subieron en diciembre) que se espera entre agosto/septiembre.
La clave: el repunte
El pronóstico del Gobierno sobre la recaudación que tendrá la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se basa en un escenario optimista en donde aumentaría la actividad económica, el volumen del comercio exterior, la remuneración imponible, los puestos de trabajo, los precios y el tipo de cambio (a $ 1.016).
Así, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que representa el 33,9% del total, crecería un 62,5% respecto a lo que se espera para 2024 por el impulso del consumo y la mayor bancarización. Mientras que los Internos Coparticipados lo harían en un 62,3% a causa de las ventas esperadas de productos gravados e importaciones.
El repunte también tendría su correlato en el Impuesto sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono, que crecería un 136,1%. “La variación se explica, principalmente, por las actualizaciones de las sumas fijas para determinar el impuesto y el aumento de la actividad económica proyectada”, destacaron. Como también en Créditos y Débitos, que registraría un alza del 60,7%.
En términos del mercado de trabajo, las contribuciones a la Seguridad Social, que comprenden los aportes personales y contribuciones patronales de los asalariados, autónomos y personal activo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, crecerían un 74,3%. “Como resultado de los aumentos estimados en los salarios nominales imponibles y de la recuperación de los puestos de trabajo”, sostuvieron.
Ganancias y Bienes Personales
A pesar de la reversión de la reforma del Impuesto a las Ganancias que logró el oficialismo con la imposición del esquema de Mínimo No Imponible (MNI) y deducciones que bajan el monto a partir del cual se paga, se esperan menos recursos para el año que viene.
“Los ingresos (…) alcanzarían una suba del 47% respecto al año anterior y una disminución en términos del PBI de 0,28 p.p“, afirmaron. Y agregaron: “Incide de manera negativa el elevado monto de la recaudación de mayo de 2024 correspondiente a las ganancias de las Sociedades (principalmente del sector financiero) por los ejercicios cerrados en el año 2023”.
En sentido contrario iría Bienes Personales donde se estima un salto de 61,9% por el aumento de las bases imponibles, pero también por los valores con las que se la compara: la de 2024 se vio fuertemente afectada por las percepciones a cuenta que se aplicaron en 2023.
La promesa al campo
En cuanto a los Derechos de Exportación, para el Gobierno en 2025, solo aumentarían un 52,8% con respecto al año anterior, que lo llevará a bajar su porcentaje en términos del PBI: pasaría de representar el 1,25% al 1,21%.
Mientras que los recursos por Derechos de Importación y la Tasa de Estadística tendrían una variación del 48,7% superior respecto a este año con los aumentos en las compras al exterior, el tipo de cambio nominal y la mejora en los controles de la Aduana como principales explicaciones.
El Cronista