El mercado sufrió un duro castigo después de la derrota que tuvo el gobierno de Milei con el peronismo en la provincia de Buenos Aires. Los dólares saltaron. Los bonos bajaron. El riesgo superó los 1.000 puntos. Y lo que más castigo tuvo fue la Bolsa local, con precios directamente hundidos en los ADR. Sin embargo, hubo algunos datos alentadores. Se esperaban anuncios del equipo económico, pero ahora todo está jugado a la licitación del miércoles.
La inesperadamente alta diferencia que consiguió el peronismo sobre LLA en la elección de la provincia de Buenos Aires determinó una dura rueda para el mercado argentino. El dólar pegó un salto. Los bonos cayeron fuerte. El riesgo país saltó hasta casi 1.100 puntos básicos. La Bolsa de Buenos Aires se hundió más de 13% y los ADR argentinos se desplomaron hasta 24%.
Pero más allá de todos estos números, que generan gran incertidumbre, hubo algunos indicadores que sorprendieron. El BCRA logró sumar reservas. Las tasas que pagan los bancos por los plazos fijos tuvieron una mínima reducción. Y, lo más importante, el Tesoro logró canjear con los bancos una letra que vencía el próximo viernes (la S12S5, por $ 9,8 billones) y redujo el vencimiento que debe afrontar en la licitación de este miércoles a solo $7,3 billones, un número si se quiere algo más manejable.
Frente a toda esta situación, en un día en el que en el Gobierno hubo orden cerrado, con dos reuniones de Gabinete, a las que Luis Caputo llegó tarde porque estuvo manejando el canje de bonos en persona más una reunión especial con representantes del BID, lo que todo parecía concluir en un lunes negro después de una tormenta perfecta, se convirtió en un día sin ningún anuncio oficial de parte del equipo económico, con todos a la espera por lo que puedan decidir los inversores en la licitación de pasado mañana.
El test no es menor. Sucede que en plazos fijos colocados en los bancos hay un stock total de $67,4 billones, muchos de los cuales están rodando con tasas de interés de entre 80% y 87% anual. Y de esa cantidad hay unos $30 billones que vencen en los próximos 50 días, es decir antes de la elección del 26 de octubre. Si la licitación sale mal, muchos de esos vencimientos (que equivalen a US$ 21.1000 millones) posiblemente decidan ir de salida, pasarse a dólares y romper la débil resistencia que tiene un Gobierno que sigue quebrado.
Sucede que el Tesoro tenía hasta el lunes pasado unos US$ 1.800 millones, y para frenar al dólar antes de la elección bonaerense tuvo que vender US$ 500 millones, por lo que le quedan US$ 1.300 millones. Pero, desde ahora hasta el 26 de octubre, el Gobierno debe enfrentar con el Club de París vencimientos por US$ 1.100 millones, por lo que el Tesoro está prácticamente sin dólares para seguir resistiendo.
Por supuesto, detrás del Tesoro, como muro de última instancia quedan los dólares que tiene el BCRA, que son casi todos prestados, originados en el reciente préstamo del FMI. Pero esa cantidad de fondos se reduce a sólo US$ 12.000 millones, es decir mucho menos de lo que necesitaría para frenar una corrida cambiaria, que se produciría en un momento de pánico, con los inversores cancelando plazos fijos que pagan tasas impagables.
Este lunes, además, apareció otro dato que dejó a los inversores boquiabiertos. El departamento de estadísticas de la ciudad de Buenos Aires informó que el IPC de agosto para CABA fue de apenas 1,6%, con una variación del 20% en los primeros ocho meses de este año y del 37,4% en los últimos doce. Y este miércoles el Indec dará su cálculo sobre el IPC anual. En general la inflación de Ciudad es más alta que la nacional, porque allí pesan mucho más los servicios que los bienes.
Entonces, mientras por los plazos fijos los bancos están pagando tasas que van desde 46% anual por plata chica y 86% anual por plata grande (luego de pagar algo más del 90% hasta el viernes), muchos inversores les hicieron a sus operadores la gran pregunta: ¿qué hago, me quedo o me voy?, ¿compro acciones o bonos con estos precios o sigo vendiendo? Y gran parte de ese interrogante se dilucidará el miércoles a última hora.
En medio de este caos argentino, que fue más culpa del Gobierno nacional que de la buena administración de Kicillof en provincia de Buenos Aires, el planeta se enfrenta a un momento ciertamente caótico. Rusia lanzó un ataque masivo récord con 800 drones y 13 misiles contra Ucrania, golpeando incluso una sede del gobierno de Kiev, dejando al menos 6 muertos. Hubo un atentado palestino en Jerusalén con 5 muertos y una veintena de heridos y una respuesta de Israel en Gaza. Y dimitieron los primeros ministros de Japón, Shigeru Ishiba, y de Francia, François Bayrou.
Y con todo ese confuso contexto, siguieron bajando las tasas largas de EE.UU., a la espera de que la Fed decida dentro de ocho días cuánto baja su tasa base: con eso, por los bonos federales se pagó 3,6% anual a 1 año de plazo, 3,6% anual a 5 años, 4% anual a 10 años y 4,7% anual a 30 años. Y, como directa consecuencia, en el exterior el dólar subió 0,6% en Chile y 0,1% en Brasil, no cambió en Japón y bajó 0,1% en China, 0,3% contra el mexicano y la libra, 0,4% contra el euro y 0,6% contra el franco suizo.
A nivel local, después de la notable victoria del peronismo sobre Milei, casi todos los dólares subieron hasta $1.450, sin llegar al techo de la banda y al final comenzaron a retroceder, con grandes operadores calculando que el BCRA aplastará el precio, por lo que especularon con que quedarse en tasa un trecho más quizás sea negocio sin tanto riesgo. Con eso, en la media hora final el precio de todos los dólares cedió algo respecto del pico de media rueda.
Así, con el dólar oficial a $1.435,17, el BCRA no intervino en el mercado de cambios, y el Tesoro tampoco operó. Y, de manera sorpresiva se informó que el mercado de futuros no estaba operado por fallas técnicas, aunque en los rumores se decía que no había vendedores. Con todo eso, al final del día, la autoridad monetaria logró sumar reservas por US$ 21 millones. Y finalmente, el dólar oficial subió 48,37 pesos hasta 1.435,17 pesos, el blue subió 15 pesos hasta 1.385 pesos, el Senebi subió 45,71 pesos hasta 1.440,49 pesos, el MEP subió 54,44 pesos hasta 1.440 pesos y el contado con liqui subió 48,10 pesos hasta 1.437,81 pesos. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue negativa en 3% y la del CCL con el mayorista fue de 2%.
Ahora todo está enfocado en la licitación del miércoles. Caputo preparó el terreno, canjeando lo que vencía este viernes por la letra S12S5, entregando $1,89 billones de S10N5, $3,79 billones de S16E6 y $3,79 billones de S27F6. Para el miércoles, el secretario de Finanzas Pablo Quirno entregó un amplísimo menú para todos los gustos, ofreciendo Lecap, Lelink, letra Tamar, Boncer y bono atado al dólar.
Con gran volumen y muy concentrado en pocos papeles, los bonos argentinos bajaron 3% y el riesgo país saltó casi 150 puntos, hasta el nivel máximo en casi un año (llegó a rozar los 1.100 puntos a media rueda de este lunes, pero terminó en la zona de las 1.050 unidades).
En papeles privados, en tanto, a la espera de la baja de tasas en la Fed, hubo otra rueda en verde en la Bolsa de Nueva York, con suba del 0,4% para el Nasdaq, avance del 0,3% para el Dow y alza del 0,2% para el S&P. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 0,6% y la de México subió 0,3%.
Pero, sin dudas, lo peor de todo el día fue lo sucedido con los papeles privados argentinos, que operaron volumen récord histórico con una durísima caída en los valores. Con $243.772 millones operados en acciones y $142.745 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires se hundió 13,2%. Mientras que los ADR argentinos sufrieron un derrumbe en bloque del 8% al 24% para Supervielle, Macro, BBVA, Galicia, Edenor, TGS, Pampa E, PF, Telecom, Central Puerto, IRSA, Loma Negra y Cresud.
Finalmente, el petróleo subió 0,6% (con la variante WTI a 62,40 dólares y el Brent a 66 dólares). Los metales básicos terminaron mixtos. Y los granos mejoraron en Chicago, pero estuvieron mixtos en Rosario. Pero, evidenciando que el horno no está para bollos en ninguna parte, los activos considerados como refugio siguen escalando. El oro trepó a otro récord, pero la onza de plata subió porcentualmente aún más que el metal amarillo, destacándose otra vez como el valor del día. Mientras que el Bitcoin mejoró 0,9%, con clima ultra selectivo para el resto de las criptomonedas.
El Economista

