La decisión marca un hito en la historia de Organización a la hora de velar por la paz y la seguridad internacionales y se produce ante la creciente preocupación por el hecho de que el Consejo de Seguridad encuentra cada vez más dificultades para llevar a cabo su trabajo.
La Asamblea General de la ONU adoptó este martes por consenso una resolución que faculta al presidente del principal órgano deliberativo de las Naciones Unidas a convocar sesiones formales de la Asamblea cuando se produzca un veto a las decisiones del Consejo de Seguridad, ya sea por uno o más miembros permanentes.
La resolución, patrocinada por el principado de Liechtenstein, indica que el máximo responsable de la Asamblea podrá solicitar un debate sobre la situación respecto de la cual se emitió el veto dentro de los siguientes diez días hábiles al ejercicio de esa prerrogativa.
Al presentar la resolución, el representante permanente del principado de Liechtenstein destacó que el poder de veto que tienen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad- Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, China y Francia- conlleva la responsabilidad de trabajar en todo momento “por la consecución de los propósitos y principios de la Carta de la ONU”
“Por lo tanto, opinamos que se debe dar voz al conjunto de los miembros cuando el Consejo de Seguridad no pueda actuar, de acuerdo con las funciones y poderes de esta Asamblea reflejados en la Carta de las Naciones Unidas, en particular su artículo 10”, afirmó el embajador Christian Wenaweser.
El documento también da preferencia en la lista de oradores al miembro o miembros permanentes del Consejo de Seguridad que hayan emitido un veto y solicita al órgano encargado de velar por la seguridad y la paz internacionales que presente, al menos 72 horas antes del debate correspondiente en la Asamblea, un informe especial relacionado sobre la propuesta vetada.
El representante permanente del principado de Liechtenstein destacó que su país comenzó a trabajar hace más de dos años en esta iniciativa junto a pequeño grupo de Estados “debido a la creciente preocupación por el hecho de que el Consejo de Seguridad ha encontrado cada vez más dificultades para llevar a cabo su trabajo de acuerdo con su mandato en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, de lo cual el aumento del uso del veto no es sino la expresión más evidente”.
Rusia considera la decisión como “un instrumento de presión”
Durante las explicaciones posteriores a la votación, el representante permanente adjunto de Rusia, Gennady Kuzmin, no se unió al consenso generado por la aprobación de la resolución, aunque recordó que el derecho de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad es una piedra angular de la arquitectura de la ONU.
“Sin él, el Consejo de Seguridad se convertiría en un órgano de aprobación de decisiones cuestionables, impuestas por la mayoría nominal, cuya aplicación sería apenas posible”, afirmó.
Kuzmin añadió que “la decisión que se ha tomado hoy, aunque tiene un envoltorio muy bonito, es sin duda un intento de crear un instrumento de presión sobre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Y este es un enfoque que rechazamos categóricamente”.
El representante ruso destacó que la división de poderes entre el Consejo de Seguridad y la Asamblea General es lo que ha permitido el funcionamiento efectivo de las Naciones Unidas desde hace más de 75 años.
Estados Unidos señala un “comportamiento abusivo” ruso con el derecho a veto
Por su parte, el representante adjunto de los Estados Unidos, Richard M. Mills, acogió favorablemente la resolución, y justificó su decisión afirmando que representa “un paso adelante” que permite “prestar más atención sobre el uso adecuado del veto” y de las responsabilidades solemnes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Mills señaló que en algunas ocasiones uno de los cinco miembros permanentes de la Organización con derecho a veto puede concluir “que una determinada resolución no promoverá la paz y la seguridad internacionales, y el veto a esa resolución está dentro de la autoridad que le otorga la Carta de las Naciones Unidas”.
“Sin embargo, estoy de acuerdo con mi colega mexicano en que dicha autoridad conlleva una enorme responsabilidad. Y debe utilizarse sabiamente, juiciosamente, de acuerdo con los propósitos, en los principios de las Naciones Unidas. Y con plena consideración del avance de la paz y la seguridad internacionales”, especificó.
El representante estadounidense indicó su preocupación por el “comportamiento abusivo” sobre el uso del derecho a veto que ha ejercido Rusia durante la última década y, en especial, el que efectuó al oponerse a la resolución que condenaba su ofensiva en Ucrania.
“Al utilizar el veto impidiendo que la Comunidad Internacional exija responsabilidades a Rusia, ésta ha disminuido el papel y la reputación del Consejo de Seguridad de la ONU. Ha socavado la Carta de la ONU y ha empañado al conjunto de las Naciones Unidas”, dijo.
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