El candidato del Gobierno recobró la iniciativa con una batería de medidas que apuntan a recuperar el salario. El PJ volvió a jugar fuerte con gobernadores y sindicatos. El nuevo rol de Máximo Kirchner.
A diez mil pies de altura Sergio Massa se quita los zapatos y se lamenta al ver sus medias: “Me puse azules con traje gris” comenta y esquiva las preguntas sobre los roces entre La Cámpora y Axel Kicillof pero también frena críticas hacia el Presidente. En ningún discurso nombra a Alberto Fernández pero tampoco permite que delante suyo se esmerile el sistema político y mucho menos su propio ecosistema de aliados como es hoy el kirchnerismo.
Antes de partir a La Rioja le pidió y agradeció a Fernández que postergara doce horas su viaje a Cuba para firmar el Presupuesto 2024. Massa toma decisiones y actúa como si fuera 11 de diciembre pero no es jefe de Estado.
El candidato reprocha a los medios y a gran parte de la dirigencia de Juntos por el Cambio -entre ellos a Elisa Carrió– por haber alimentado la verba “anticasta” de Javier Milei. Comparte incluso el análisis de Patricia Bullrich respecto a la frustración que detectan los focus group aunque ironiza sobre el rol que su adversaria le dio al filósofo Santiago Kovadloff.
“La idea del Ministerio de la Felicidad ya la tuvieron en Venezuela”, apunta en privado al mismo tiempo que la ignora en público. Prefiere concentrarse en las propuestas de Milei, un contrapunto con el que se siente cómodo y para el que junta material camino al debate: este viernes envió al Congreso un proyecto de Ley de Financiamiento Educativo que sube de 6 a 8 puntos del PBI las partidas para el área.
El mensaje 99/2023 es otra señal de polarización con el libertario con la que aprovecha a poner en un brete al resto de la oposición. Especialmente pretende incomodar a los radicales en su alianza con el PRO, lo que explica tanto el homenaje del gobernador Axel Kicillof a Raúl Alfonsín como los afiches con los que el peronismo de Capital plantea a los votantes del derrotado Martín Lousteau que en lugar del “primo” Jorge Macri opten por Leandro Santoro.
La estrategia fuera de Tik Tok
Con lapicera de ministro y rol de candidato, el tigrense debate y propone contra “el versito” de Milei. Así lo percibió El Cronista durante la cobertura de sus 19 frenéticas horas en tierra riojana donde en mayo fue reelecto Ricardo Quintela con más del 50% de los votos. El 13 de agosto ganó Milei y ahora hasta el gobernador se preocupa por Tik-Tok.
No es un caso aislado. Es un deja-vu de 2015 cuando Daniel Scioli usó el miedo contra los ajustes que haría Mauricio Macri si le ganaba la elección.
En el barrio Las Coloradas, Massa les habló a los trabajadores de la Uocra presentes en el acto de inauguración de 502 viviendas. El plan lleva entregadas 2100 y tiene otras 2900 en marcha. “Quiere tachar 230 mil cascos amarillos de los trabajadores de la UOCRA”, les advirtió sin mencionar al ganador de las PASO.
Al término del evento cuando un grupo de trabajadores se desconcentraban El Cronista les preguntó a quién votan. Uno respondió rápidamente que a Milei. Y alguien que lo oyó le avisó que sin obra pública “te vas a quedar sin laburo”.
De la misma manera en la inauguración de un Centro de Desarrollo Infantil, junto a la ministra Victoria Tolosa Paz, Massa hizo un pedido a las madres: “No vayan a votar pensando en Massa, ni en Quintela ni en Agustín Rossi. Vayan a votar pensando en sus hijos. Y le pido a cada mamá que hable con sus hijos, díganles que más allá de la diversión en Tik Tok lo que está en juego es su futuro”. También él recibe informes sobre cómo se multiplican y replican las ‘conversaciones’ sobre el libertario especialmente en esa red.
El riesgo de adelantar la polarización
Una semana atrás el equipo de campaña de Massa analizó el panorama electoral y propuso ejes de discurso con críticas por igual para sus dos principales adversarios: Milei y Patricia Bullrich. Massa se rebeló.
Hasta el exgurú macrista Jaime Durán Barba vaticinó un tercer puesto para la candidata a Presidenta de Juntos por el Cambio. Los halcones le cayeron encima al ecuatoriano. Y en Unión por la Patria resaltaron la coincidencia pero también el temor y el riesgo que representa que Milei absorba lo que ella pierda y engrose la brecha a su favor.
Massa confía en su intuición y polariza con el candidato de La Libertad Avanza. Si no pronuncia su nombre es sólo por respeto a las recomendaciones de sus asesores de campaña.
“Es a matar o morir” repite el ministro de Economía y candidato mientras apura una batería de anuncios económicos y su contrapartida en el Congreso. Con proyectos de ley pretende recuperar la agenda y quebrar o exponer a la oposición tanto en Diputados y como en el Senado de la Nación. Un jefe de bloque cuyo nombre no reveló le escribió haciendo acuse de recibo de la estrategia.
Desde la semana pasada el candidato de Unión por la Patria se siente más respaldado con todo el arco peronista en el ring. Se subió la CGT y la CTA el lunes pasado y repetirán con una enorme movilización el 19 al Congreso día en que habrá sesión para tratar la quita de Ganancias; los Movimientos Sociales organizaron un acto muy grande y el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, exhortó eufórico a dar vuelta la elección.
Además la mitad de la semana el ministro de Economía tuvo encuentros con Máximo Kirchner que no sólo respalda su plan sino también cada uno de los anuncios como la quita de Ganancias, la devolución del IVA en la canasta de alimentos, la convocatoria al Consejo Económico y Social y la urgencia con la que demanda la ley para empleo pyme o la de blanqueo para el ingreso de divisas.
Los cuatro herederos de Cristina
En la última semana hubo un fuerte cambio de actitud en Kirchner hijo que retomó un rol activo en la campaña, convocó a una cumbre del PJ y llamó a jugar a fondo. Además se abrió a los medios con declaraciones en la puerta de Economía y en una larga ronda con periodistas en La Plata.
Massa y Kirchner terminaron de hacer cuentas y de pasar el peine fino por el padrón de ‘nativos’. Se preguntan por qué muchos afiliados al PJ no fueron a votar y cómo recuperar a los indecisos o los ex votantes del peronismo.
En San Vicente, dos fines de semana atrás, el gobernador Axel Kicillof y el candidato a senador Eduardo ‘Wado’ de Pedro subrayaron la diferencia de votos entre la categoría intendente y el tramo Presidente y gobernador. “Yo no pienso como ellos”, los desdijo el ministro de Economía.
“No tengo ni un reproche” agregó en el nuevo rol paternalista que adoptó para pedir esfuerzo y votos pero sin retos y repitió también en La Rioja. “Conozco el negocio de ustedes, es casi como si lo hubiera inventado, en 2005 Malena -Galmarini, su esposa- sacó 16 puntos más que yo y ella no me jugó en contra, está claro”, recordó.
Desde su apreciación Massa entiende que los intendentes reparten boleta completa pero antes que perder a un votante, prefieren que usen tijeras. Sin embargo, les advirtió que el 22 de octubre es la pelea más fuerte y que la prioridad es la papeleta completa porque a futuro podrán negociar un concejal más o menos pero no tendrán ningún margen con un gobierno nacional libertario.
“Hay que hacer una campaña verticalizada” señaló y agregó una letra chica al contrato con la Provincia: si hay corte de boleta puede estar en riesgo la mayoría en la Legislatura bonaerense, un lujo que Kicillof no se puede permitir en su búsqueda por la reelección.
En la semana se instaló como tema la teoría musical después de que Kicillof pidiera una nueva canción para aquellos que no vivieron o no conocen el pasado reciente. Máximo Kirchner respondió que no sabe de música mientras la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, hacía un llamado de atención al gobernador.
En una seguidilla de actos Kirchner pidió salir a militar el voto a favor del candidato a Presidente y del gobernador. No una sino varias veces desmintió una pelea con Kicillof y minimizó diferencias en la coalición. “El trabajo de Kicillof es muchísimo mejor que el de María Eugenia Vidal“, repitió. “Desde el peronismo bonaerense vamos a construir el triunfo de Massa y Axel”, agregó para que no quedaran dudas y desalentar paranoias.
Los tres, Massa, Kirchner, Kicillof, más Wado de Pedro que esta semana amplió su presencia territorial, se autoperciben herederos del nuevo peronismo, más allá de las diferencias que a veces no son sólo semánticas. Hoy están urgidos de ganar y de construir algo nuevo desde que CFK se corrió de las listas. Massa, De Pedro y Máximo se muestran mucho juntos.
Para la épica, a Massa le quedó repicando ‘La Lección del Optimismo’, un poema de Joaquín V. González que le recitó a modo de despedida el exgobernador riojano Sergio Casas. “A mí no me ha derrotado nadie; y aunque así hubiera sido, la derrota solo habría conseguido hacerme más fuerte, más optimista, más idealista, porque los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismo, de su patria y de su Dios”.