Los números de consumo, hasta hace poco positivos, se revirtieron y los comercios venden menos. Sin tasas accesibles, las familias se desendeudan con el sistema financiero y no aumenta la mora.
Los créditos personales a trabajadores y el financiamiento productivo a monotributistas buscan despertar al consumo que da signos de agotamiento. Si bien el Gobierno los presentó también como una herramienta de desendeudamiento (por la posibilidad de reemplazar deudas más onerosas por otras de tasa subsidiada), los bancos no ven que acelere la mora en préstamos y tarjetas. Al contrario: los préstamos personales y el consumo financiado caen.
La Anses definía por estas horas los alcances y las condiciones de los préstamos a trabajadores formales en relación de dependencia que ganen hasta $ 700.000. Podrán tomar hasta $ 400.000, según sus ingresos, al 50% anual, a devolver en entre 12 y 48 cuotas. Será vía tarjeta de crédito y se habilitaría la semana próxima, con un sistema de turnos online para terminar el trámite de forma presencial.
Es un financiamiento más barato aunque más burocrático que Ahora 12, el otro programa oficial que tracciona las ventas en cuotas con tarjeta. Eso se sumará a los créditos Anses a jubilados, al 29% anual, que se relanzaron hace dos meses.
Monotributo
Los monotributistas “puros”, en cambio, podrán financiarse a través del programa Crear de la Secretaría de Desarrollo Productivo. Obtendrán hasta $ 4 millones, según sus volúmenes de facturación, a una tasa del 61% anual.
El programa financia la actividad productiva, no el consumo. Se orienta a “la compra de herramientas e insumos vinculados a sus microempresas productivas”, detalló la secretaría de José de Mendiguren. De todos modos, los destinos son amplios: un monotributista puede comprar una computadora o cualquier equipamiento con estos préstamos. Como se lanzó en julio (ahora se ampliaron montos y bonificacion de tasa) ya está operativo en bancos como el Nación y el Ciudad y, según fuentes oficiales, una veintena de entidades los ofrecerán en estos días. Estimaron que, con $ 100.000 millones de presupuesto, pueden llegar a 2 millones de monotributistas.
Menos deuda en bancos
El Gobierno presentó el alivio como un mecanismo para incentivar el consumo y desendeudar a las familias. Pero el nivel de deuda formal de las personas no crece y la mora se mantiene estable, según bancos privados consultados.
Los últimos datos conocidos sobre financiamiento respaldan esto. Según el informe de Pagos Minoristas del Banco Central, a junio el uso de la tarjeta de crédito caía 6% anual, en términos reales. Según un informe de First Capital Group, los préstamos personales crecieron en julio 3,1%, o la mitad que la inflación. “Durante el año último, prácticamente todos los meses la variación de la cartera fue negativa”, dijo Guillermo Barbero, CEO de la firma. “Hay una sostenida tendencia a la baja de los saldos prestados”, añadió.
Consumo en caída
El consumo masivo, que se sostenía hasta hace poco, ya dio indicios de agotamiento. En julio, las ventas minoristas cayeron 3,6% anual, 3,2% mensual y 1,6% acumulado, según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La baja más pronunciada se registró en indumentaria (-7% anual y -8,9% acumulada).
Según el Indec, la venta de electrodomésticos también comenzó a frenar la expansión de los meses previos. En junio, la facturación fue muy inferior a la inflación: 80,2% anual, aunque en los meses previos mostraba incrementos superiores a la evolución de precios.
Un informe de la consultora Nielsen arrojó caídas en el consumo en prácticamente todos los rubros, con excepción de supermercados (donde crecen los volúmenes por efecto de los acuerdos de precios, a expensas de los comercios de cercanía) y perfumerías. En el total de canales de ventas, el consumo cayó 3,2% anual en julio. Es la segunda caída anual consecutiva, luego de un año de crecimiento ininterrumpido.
Financiación corta
Si la suma fija de $ 60.000 en dos cuotas a trabajadores registrados busca devolver algo de poder adquisitivo blando apunta a la devolverle algo de vigor a la adquisición de bienes durables.
La alta nominalidad hace que, incluso con tasas de interés negativas, los consumidores prefieran financiaciones cortas. Según el último informe de Prisma, los planes Ahora 3 y Ahora 6 fueron los más utilizados y 6 de cada 10 operaciones a tasas subsidiada fueron en hasta 6 cuotas. Si en el segundo trimestre de 2022 el “Ahora 12” a 12 cuotas representaba el 44% del total del programa, un año más tarde significaba un cuarto de la financiación a tasa preferencial. En las financiaciones con tarjeta que no forman parte del programa oficial, el 44% son de entre 2 y 3 pagos y el 37 en hasta 6 pagos.