Tras los insultos a Lula, el mandatario argentino decidió pegar el faltazo a la cita del bloque regional en Asunción y evitar un cara a cara con su par brasileño. En paralelo, el Gobierno confirmó que viajará el fin de semana a Camboriú para participar de una cumbre ultraconservadora.
Luego de haber redoblado sus críticas a Luiz Inácio Lula Da Silva y frente a las diferencias que mantiene abiertas con varios mandatarios latinoamericanos, inclusive con los de derecha, Javier Milei decidió no ir a la Cumbre de Presidentes del Mercosur que tendrá lugar en Paraguay dentro de una semana. Por el contrario, planea algo más provocador: viajará a Brasil el fin de semana y planea reunirse con con Jair Bolsonaro.
Fue el propio mandatario argentino quien tomó la decisión de no ir al Mercosur y la ratificó anoche durante una entrevista televisiva, aunque sin dar explicaciones. Como el que calla otorga, todo parece indicar que la razón es política, porque si fuera comercial el presidente no tendría excusas para faltar frente a la necesidad de su gobierno de reimpulsar el comercio internacional.
Esta mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó escuetamente que “el Presidente por cuestiones de agenda no va a ir a la Cumbre del Mercosur”. Sobre el posible encuentro con Bolsonaro, dijo que todavía “no hay ninguna confirmación” pero aclaró que “no se descarta”. Sí confirmó que Milei estará en Camboriú el sábado para una cumbre ultraconservadora, donde coincidirá con el exmandatario brasileño.
El amigo Bolsonaro
La Argentina es uno de los dos principales socios del bloque y, por lo tanto, el cierre, continuidad o apertura de inversiones es clave tanto para su economía como la de los demás países miembro. El otro socio principal es Brasil, y ahí parece residir la principal razón del faltazo y de la provocación.
De quien Milei es socio político y amigo es de Bolsonaro, el expresidente acusado por organizar la toma del palacio de gobierno a solo horas de haber asumido Lula. El líder ultraderechista brasileño será parte de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) que se realizará del 6 al 7 de julio en el Balneario de Camboriú.
Hasta allí planea viajar el referente de La Libertad Avanza (LLA) y hasta evalúa exponer sus ideas en un discurso, tal como lo hizo en Washington con Donald Trump y en Madrid, con los ultraderechistas de VOX.
Milei vs. Lula
Al no ir a la reunión final del Mercosur, Milei evitará cruzarse con Lula y enfrentarse a lo que de ello pueda devenir. En los últimos días, el titular de la Casa Rosada decidió empeorar su relación con su par de Brasil, que es el principal socio económico de la Argentina.
No solo ratificó las acusaciones de “corrupto” y “comunista” que había lanzado contra él durante la campaña de 2023 sino que le sumó otra: “Zurdito” con “el ego inflamado”.
Durante la semana, Lula sostuvo que Milei debía “pedir disculpas” a Brasil y a él. “Dijo muchas tonterías, sólo quiero que pida disculpas”, puntualizó durante una entrevista.
Lejos de retractarse, Milei retrucó: “Las cosas que dije son ciertas”. Es decir que lo volvió a considerar como “corrupto” por haber estado preso por un delito que nunca pudo ser probado de manera fehaciente y tildarlo de “comunista”, pero en el sentido macartista del término.
Cuando fue consultado si iba a pedir disculpas por esos calificativos, respondió: “Son más importantes los intereses de los argentinos y los brasileros que el ego inflamado de algún zurdito”.
Sin embargo, “el zurdito” al que Milei se refiere es el líder regional de mayor peso a nivel internacional y va de suyo que lo hará valer en Asunción, Paraguay, el próximo fin de semana. Y lo hizo durante la cumbre del G7 en Italia. Allí, ambos se vieron pero no se dirigieron la palabra. Apena compartieron espacio para la foto protocolar.
Los roces de Milei con los vecinos
Pero Lula no es el único presidente del Mercosur a quien el referente de la Libertad Avanza tendría que enfrentar en caso de viajar hasta la capital paraguaya. Enfrente suyo también estará Luis Arce, el presidente de Bolivia al que el gobierno argentino acusó ayer de haber hecho una “falsa denuncia” de golpe de Estado en ese país.
Y ni que hablar del uruguayo Luis Lacalle Pou, con quien Milei debería tener mayor afinidad ideológica y política pero que, sin embargo, fue crítico de la visión que el argentino tiene sobre el Estado.
A finales de abril pasado Milei participó de una cena de la Fundación Libertad, el pináculo de la ultraderecha hispánica. Durante su discurso reiteró su perorata acerca del mercado, la presunta libertad y el Estado. Pero minutos más tarde, fue confrontado por su par uruguayo, Luis Lacalle Pou.
“Hay cosas que están en el ADN de nuestro país y ya nadie discute, entre ellas un Estado fuerte”, dijo frente al auditorio que antes había aplaudido al argentino.
“En Uruguay le decimos hacer piecito. Cuando uno era bajo y no podía saltar el muro le hacían piecito. Tenemos que tener un Estado fuerte para que el individuo pueda gozar de la libertad”, disparó en clara dirección.
Mondino viaja a Asunción
La que recibirá los dardos que cualquier país le lance a la Argentina será la Canciller Diana Mondino, quien oficiará de suplente de Milei. Así lo confirmó el vocero Adorni.
La Cumbre del Mercosur tendrá lugar del 4 al 8 de julio en el Puerto de Asunción, Paraguay. Estará presidido por el presidente local Santiago Peña, quien le pasará la presidencia pro-témpore del bloque a Lacalle Pou.
Las reuniones comenzarán formalmente el 4 de julio, cuando las distintas instancias discutan cuestiones comerciales, diplomáticas, de promoción de acciones conjunta y demás iniciativas previstas en la agenda regional.
Página/12