Las refinadoras aumentaron por tercera vez en el año los precios de las naftas y el gasoil, aunque apuntan que falta para converger a precios internacionales.
Los combustibles líquidos (naftas y gasoil) tuvieron este lunes su tercer aumento en lo que va del 2021, con un promedio de 8% a nivel país y un máximo de 9,7% en la nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires.
El motivo oficial fue en dos ocasiones por las subas de los biocombustibles que se mezclan en las refinerías (un 12% de bioetanol en las naftas y transitoriamente un 6,7% de biodiesel en el gasoil, desde este mes) y una vez por un ajuste de impuestos, aunque consultores privados indican que hubo una pequeña recomposición de márgenes de las petroleras en enero.
Con todo, en dos refinadoras apuntaron off the record que el atraso de los precios en relación a la paridad de importación ronda el 10%, porcentaje que esperan ir recomponiendo de a poco y siempre sin tener un desfasaje grande con respecto a lo que haga YPF, que le marca el camino al resto por su posición dominante en el mercado.
Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), indicó el viernes pasado que “para no trabajar a pérdida, el retraso es de 12% a 13% versus los valores internacionales”.
YPF fue la que tomó la delantera ayer para trasladar al público el aumento de los biocombustibles. Como contó El Cronista el mes anterior, el bioetanol trepó de $ 49,60 a $ 51,132 por litro (una actualización de 3%) tanto el elaborado con caña de azúcar como el producido a base de maíz y mantuvo el corte de 12%, mientras que el biodiesel, con una mezcla original de 10% que se degradó a 5% en enero, subió de $ 77.300 a $ 86.875 por tonelada (12,4%) y el corte pasó a 6,7% transitoriamente.
Así, la nafta se incrementó un promedio de 1% y el gasoil entre 1,5% y 1,9%. Los nuevos valores para YPF en la Ciudad de Buenos Aires quedaron así: Nafta súper $ 73,60; nafta premium (Infinia) $ 84,70; gasoil D500 $ 69,20; e Infinia diesel (Euro) $ 81,40.
A mediados del mes pasado, las competidoras privadas de YPF (Raízen -licenciataria de la marca Shell-, Axion, Puma Energy y Gulf) se desengancharon de la petrolera estatal y aplicaron ajustes de hasta 6%, con lo que en Capital los combustibles quedaron más de $ 2 por litro por encima.
Se espera para las próximas horas que las refinadoras imiten el movimiento de YPF. Raízen tenía decidido anoche aumentar sus precios en línea con la firma que concentra el 55% de las ventas.
Aún así, los valores en dólares siguen lejos de la histórica paridad de que un litro de nafta equivale a u$s 1. El momento para recomponer márgenes de ganancias tampoco es propicio: según Cecha, el consumo de combustibles se desplomó un 19,7% interanual en todo 2020, por efecto de la pandemia y la cuarentena. La caída fue mayor en naftas (27,5%) que en el gasoil (12,5%), que se utiliza para el transporte de cargas y de pasajeros.
Los dueños de estaciones de servicios dijeron que la “nueva normalidad” todavía tiene demanda por debajo de la de febrero del año pasado (pre-pandemia) y se ilusionan con que la vuelta a las clases presenciales aporte mayor actividad para su sector.
Por su parte, señalados como los responsables de este incremento en los surtidores, los productores de biocombustibles vienen reclamando desde la semana pasada un urgente tratamiento de la prórroga del régimen, ya que quedaron afuera del temario de las sesiones extraordinarias de la Cámara de Diputados.
Los gobernadores del norte llevaron estos reclamos a la Nación, a la par que el Interbloque Federal, que responde a Roberto Lavagna, se hizo eco del tema. Ayer, los empresarios y trabajadores azucareros se movilizaron para presionar a la Legislatura de Tucumán, mientras que la Cámara de Empresas Pyme Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) advirtió que están en riesgo más de 10.000 fuentes de trabajo.
El Cronista