El Presidente, el jefe de los espías y uno de los fiscales más influyentes de Comodoro Py juntos en pleno desarrollo de la persecución judicial a opositores. Otra prueba del lawfare que revelan los documentos a los que accedió El Destape.
Mauricio Macri, Gustavo Arribas y Raúl Pleé se reunieron en la quinta de Olivos el 23 de marzo de 2018. Uno era el presidente; el otro el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) dedicada al espionaje ilegal y el armado de causas judiciales contra opositores; el tercero, fiscal ante la Cámara de Casación, uno de los hombres más poderosos de Comodoro Py y que intervino en causas clave como la denuncia del fiscal Alberto Nisman, la causa Dólar Futuro, la farsa de las Fotocopias de los Cuadernos, el desguace del Grupo Indalo y la investigación por espionaje ilegal donde está procesado el fiscal Carlos Stornelli.
La reunión consta en los registros de la quinta de Olivos a los que accedió El Destape. El primero que entró a ver a Macri fue Arribas, a las 14.35. Un rato más tarde, a las 15.05, ingresó el fiscal Pleé. El fiscal se quedó hasta las 16.30, el jefe de los espías hasta las 18.10. Compartieron, según las planillas, una hora y 25 minutos junto a Macri.
Ya es de por sí irregular que Macri recibiera a Pleé, un fiscal de mucho peso entre sus colegas pero sin ninguna representación institucional. Que lo hiciera con Arribas agrava la situación. Que lo dejaran registrado revela el nivel de impunidad que creían tener mientras diagramaban la persecución judicial que Macri ordenaba y Arribas y Pleé ejecutaban.
La fecha de la reunión es central. Pleé era uno de los candidatos que sonaban para Procurador General, el jefe de los fiscales, una vez que Macri había logrado la renuncia de Alejandra Gils Carbó el 31 de diciembre de 2017 en base a amenazas de meter presa a sus hijas y causas judiciales en su contra. Era el candidato de Comodoro Py. Pleé era uno de los interlocutores privilegiados de Macri y no solo en materia judicial: hasta colocó a su hija en la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antilavado que se dedicó también a la persecución de kirchneristas.
Dos días antes de la reunión, sin embargo, Macri anunció que su candidata para la Procuración era Inés Weinberg, presidenta del Tribunal Superior de Justicia porteño. Es muy probable que la cuestión estuviera sobre la mesa en la tripartita entre Macri, Pleé y Arribas. O control de daños o reparto de tareas, dada la influencia de Pleé en Comodoro Py.
Poco después de la reunión, el 26 de abril de 2018, Pleé pidió la detención de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, dueños del Grupo Indalo. Al día siguiente, la Sala I de la Cámara de Casación ordenó la detención. Uno de los que firmó ese fallo fue el juez Gustavo Hornos, visitante de Macri en la Casa Rosada y Olivos, tal como revela esta investigación de El Destape.
La prédica de Pleé en Comodoro Py era y es fuerte. Es uno de los fiscales ante la Cámara de Casación pero su influencia lleva a todas las instancias. Más sagaz e inteligente que otros fiscales del lawfare como Carlos Stornelli o Guillermo Marijuan, lo cierto es que su currículum acumula denuncias por entorpecer la investigación del atentado a la AMIA, por cajonear causas por delitos de lesa humanidad y un paso por una unidad antilavado que, curiosamente, no encontró lavado de dinero en Argentina. Una joya con muchos puntos en común con Macri, con quien mantiene una relación desde su paso por la Comisión de Seguridad de Boca.
El fiscal Pleé y las intervenciones en beneficio de Macri
Al igual que los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, que se reunían con Macri en Olivos y la Casa Rosada tal como revela El Destape en otras notas de esta investigación, el fiscal Pleé también pidió reabrir la falsa denuncia del fiscal Alberto Nisman contra CFK, Héctor Timerman y otros funcionarios. El dictamen de Pleé fue el 14 de diciembre de 2015, a 4 días de asumido Macri como presidente.
El fiscal Pleé, también al igual que los otros visitantes Borinsky y Hornos, intervino en la causa Dólar Futuro. Hace poco, luego de que CFK y Axel Kicillof dejaran al desnudo la falsedad de la acusación, Pleé pidió desestimar los argumentos y que el juicio se inicie igual.
En el caso de la causa por las Fotocopias de los Cuadernos el rol de Pleé apuntó a encubrir todas las irregularidades del expediente. La acusación se basa en las supuestas declaraciones de arrepentidos que no fueron registradas según marca la ley. La jueza de Casación Ana María Figueroa planteó que tenían que aparecer esos registros y logró que la Sala I del tribunal, que comparte con los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña (ambos nombrados por Macri), los pidieran. El fiscal Pleé reclamó que se deje sin efecto la orden para que se encuentren esas grabaciones, que finalmente nunca aparecieron.
La otra intervención importante de Pleé en beneficio de Macri y Arribas está vinculada al espionaje ilegal, en el caso que gira en torno a Marcelo D’Alessio, involucra al hoy procesado fiscal Carlos Stornelli y al juez Claudio Bonadio y cuya terminal era la AFI, todo investigado por el juez Alejo Ramos Padilla.
La estrategia de Macri y Arribas, que coincidía con la de Stornelli, fue quitarle la investigación a Ramos Padilla y derivarla hacia la ciénaga de Comodoro Py. Apenas le tocó intervenir, el 16 de julio de 2019, el fiscal Pleé pidió que la Corte Suprema le quitara la causa a Ramos Padilla y la remitiera a Comodoro Py.
“Habiendo transcurrido casi medio año del inicio de la pesquisa, los elementos reunidos no solo no han develado maniobra ilícita alguna consumada en la jurisdicción de Dolores que justifique que el juez que previno mantenga el conocimiento de la causa, sino que resultan más que suficientes para afirmar su incompetencia en razón del territorio en los términos del art. 39 del CPPN y, además, para respaldar la remisión a la justicia federal de esta ciudad, en aplicación del art. 37 de dicho ordenamiento procesal”, argumentó Pleé, en contradicción a lo que dijeron tanto la Cámara Federal de Mar del Plata como la Cámara de Casación, que dejaron le investigación en manos de Ramos Padilla.
Recientemente, insistió con la misma estrategia en pos de desarticular otra causa de espionaje ilegal paradigmática que complica al macrismo: la que por ahora tramita en los tribunales de Lomas de Zamora.
En febrero de este año, la sala IV de la Casación con los votos del visitante de Olivos, Borinsky, y el juez Javier Carbajo –designado por Macri-, ordenó que la causa de espionaje que se gestó en Lomas de Zamora pase a los tribunales de Retiro. Pleé fue uno de los protagonistas de este caso al firmar un dictamen en el que sentó las bases para que los camaristas de la Casación Penal puedan sustentar su decisión de traspasar la pesquisa a una jurisdicción amigable para Macri.
Tras conocerse el fallo, el diputado Leopoldo Moreau, presidente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, tuiteó: “Una tropelía más de los encubridores del macrismo traspasando la excelente investigación del espionaje ilegal a Comodoro Py. Otra vez ‘el Poder Invisible’. Bueno en este caso no tan invisible. Tiene la cara del fiscal Pleé que trabajó para salvar a Macri y sus cómplices”.
La investigación de El Destape refleja que ese trabajo llegó, en muchas ocasiones, a la quinta de Olivos.
El Destape