Esta mañana se reunieron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, los responsables de la comisión de Presupuesto y Hacienda en el Congreso y el ministro de Economía. La estrategia oficial para tratar de juntar los votos y el Plan B por si no se aprueba
Con el Presupuesto 2025 ya girado por el presidente Javier Milei al Congreso, la Casa Rosada comenzó a confeccionar las primeras reuniones para buscar los votos para su media sanción en la Cámara de Diputados. Este miércoles el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibieron a los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda en Diputados, José Luis Espert, y en el Senado, Ezequiel Atauche, para darles la letra fina del proyecto y comenzar a diseñar la estrategia legislativa.
La reunión se celebró esta mañana en el despacho de Francos y se pactó que la semana que viene arranquen las exposiciones de los funcionarios libertarios en la Cámara de Diputados. También estuvieron el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
A la salida del encuentro, fuentes oficiales confirmaron que los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Pablo Quirno (Finanzas) serán los primeros en exponer en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados. Sin embargo, no estaba confirmado que vaya el ministro de Economía, Luis Caputo, como así tampoco el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausilli.
Desde el bloque de diputados de Unión por la Patria (UP), solicitaron un “debate profundo” y “que vengan todos los funcionarios, empezando por el Ministro de Economía y el presidente del BCRA”. Así lo manifestaron luego de una reunión de trabajo para analizar el proyecto enviado por Milei
Se espera que, de llegar la invitación formal de Espert, las chances de que se presente Caputo puedan incrementarse.
El lunes tanto Francos como Caputo dialogaron con 16 gobernadores y otros cuatro representantes provinciales para explicarles la composición de la proyección presupuestaria; todo eso en el contexto de un pedido público del presidente Javier Milei para que las provincias se ajusten u$s 60.000 millones, algo que fue relativizado en privado por las autoridades de Hacienda.
Ese día también se acercaron diputados oficialistas y aliados del PRO y el MID; con los que se habló de los próximos proyectos que planea impulsar el Gobierno, pero no del presupuesto. Lo único que trascendió al respecto es que esta semana comenzarían a darse las primeras reuniones para iniciar las negociaciones legislativas. “Creen que en ocho semanas se va a poder resolver todo”, afirmó un legislador libertario a la salida de esa reunión.
La estrategia del Gobierno de cara al Presupuesto 2025
En la Jefatura de Gabinete calculaban que la discusión en la Cámara baja podía durar cuatro semanas. “Todo depende de los números, nosotros los tenemos”, aseguraba una altísima fuente de la Casa Rosada, que dejaba a entender que una parte de los diputados de Unión por la Patria podría darle los votos para el tratamiento en una de las dos cámaras. Esa información era relativizada según las fuentes peronistas consultadas.
De cualquier manera, en el Ejecutivo preveían que la discusión por los fondos fuera algo áspera. Las miradas estaban en los gobernadores, más que nada en relación a la discusión en el Senado. “Nos van a querer complicar las cosas”, afirmaba un funcionario libertario.
Es por eso que los equipos técnicos del Gobierno no descartaban que el oficialismo pudiera aceptar algunas sugerencias de diputados aliados durante las reuniones en la comisión de Presupuesto y Hacienda. En rigor, la regla es que los proyectos presupuestarios se modifiquen en esa primera instancia.
“No tenemos problema en escuchar algunas propuestas. Se pueden cambiar algunas partidas siempre que sean reubicaciones y no comprometan el objetivo de déficit cero“, indicaba esta tarde a El Cronista una alta fuente oficial.
Dado que los gobernadores serán actores fundamentales para conseguir mayorías en ambas cámaras (principalmente en el Senado), el Gobierno acordó en la reunión de hoy establecer una estrategia “espejo” para negociar al unísono en Diputados y en el Senado.
Después de la cumbre del lunes, varios jefes provinciales afirmaban que se alcanzó un consenso por la meta de impulsar medidas para el déficit cero. El chubutense Ignacio “Nacho” Torres afirmó en diálogo con Radio Mitre que “como base conceptual de lo que se planteó, es muy difícil no estar de acuerdo [con el Presupuesto]”. Varios mandatarios provinciales contactados por El Cronista coincidieron con ese foco, aunque rechazaban de cuajo la posibilidad de ajustarse aún más de lo que ya lo hicieron a lo largo del año.
Sobre todo, el principal reclamo era el reinicio de transferencias de fondos de ciertas cajas (como las previsionales) y de obras públicas que Nación tiene en esos distritos. En la mesa chica aseguraban que no iban a negociar esos apartados.
El Plan B libertario por el Presupuesto 2025
En el caso que el proyecto enviado por Milei no sea sancionado, en la Casa Rosada ya se preparaban para la única opción restante, indicada en la Ley de Administración Financiera en su artículo 27: prorrogar el Presupuesto 2023 con las ampliaciones parciales de 2024, con ingresos a precios de 2025.
Las consideraciones varían según el dirigente con el que se hable. Una alta fuente de Balcarce 50 confesaba que la prórroga presupuestaria era, en rigor, la opción que no es despreciada por la mesa chica. “En realidad es nuestro Plan A”, afirmaba.
¿Qué implica esto? Tal y como lo describe el Instituto Consenso Federal, que Milei disponga de total discrecionalidad para administrar recursos con “gastos viejos” pero con “recaudación nueva”. De esa manera, la consecución del objetivo fiscal del gobierno se haría mucho más sencilla.
Esto tendría una contraparte importante. La discrecionalidad total sobre esos fondos y la falta de objetivos no terminaría de caer bien en los organismos multilaterales de crédito, generando mayor desconfianza sobre el criterio de cómo se haría el ajuste y sin los objetivos que se plantean en la propia formulación presupuestaria. Incluso se les dificultarían los criterios sobre las cuales deberán auditar los fondos las diferentes entidades auditoras del Estado.
El Cronista