ECHARON A LEONARDO CABRERA DE PUERTOS, VÍAS NAVEGABLES Y MARINA MERCANTE

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La Resolución 613/22 se firmó este jueves 15 de septiembre, pasado el mediodía, y dispone “el cese de funciones en el cargo de Subsecretario de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, dependiente de la Secretaría de Gestión de Transporte del Ministerio de Transporte, del señor Leonardo Esteban Cabrera Domínguez, a partir de la suscripción de la presente medida”.

Fuentes del Gobierno señalaron en diálogo con el portal Trade News que el área transitaba por “un ritmo de inactividad que no está acorde con el dinamismo que le queremos imprimir al sector, clave para la generación de dólares”.

En rigor, la “parálisis” de la cartera llegó incluso al ministro de Economía, Sergio Massa, con quien Guerrera está alineado. Las “quejas” llegaron de múltiples sectores, desde los “usuarios hasta los exportadores, gremios, armadores e incluso distintas localidades y provincias: el planteo era similar, mucho trámite y expediente quieto”.

Esta inacción que caracterizó como ineficiente a la gestión de Leonardo Cabrera chocó con la voluntad de “acelerar y recuperar” los tiempos que Massa pretende imprimir en todo ámbito de la Administración pública que sea condición necesaria para el ingreso de divisas.

Incluso primero se le hizo un pedido de renuncia, pero el propio Cabrera no lo escuchó, y así, obligadamente por una resolución se adoptó la medida de separarlo del cargo.

En Transporte preparan anuncios vinculados a proyectos con la flota mercante nacional, obras en puertos y con la vía navegable troncal a cargo de la Administración General de Puertos (AGP).

Por el momento, todos los expedientes quedarán a la firma del secretario de Transporte, Diego Giuliano, mientras se define un sucesor.

Internas

Cabrera llegó al cargo apadrinado por el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y con relaciones directas con poderosas empresas exportadoras de granos con intereses en la Hidrovía Paraná-Paraguay, quienes lo sostuvieron en el cargo tras varios embates de múltiples sectores, incluidos los gremiales.

De hecho, desde hace meses en el sector se rumoreaba sobre su salida. No obstante, Cabrera desestimó la posibilidad de renunciar. De hecho, se resistió cuando en más de una oportunidad se lo plantearon. Tampoco lo reemplazaron o, al menos, por el momento no se conoció su reemplazo. Simplemente lo echaron.

Tras desempeñarse como presidente del Puerto de Concepción del Uruguay, Cabrera estuvo al frente del Instituto Portuario Provincial de Entre Ríos. En ambas gestiones tampoco se caracterizó por defender los intereses públicos ni el interés general.

Desdibujado

Tanto su cargo como las mismas funciones de la Subsecretaría quedaron completamente desdibujados primero con la pérdida total de atribuciones para llevar adelante el proceso de licitación y concesión del dragado y balizamiento de la vía navegable troncal. Luego, con el rotundo ajuste presupuestario que sufrió la cartera a cargo de la actividad fluvio-marítima, la habilitación de puertos y amarraderos y las autorizaciones solicitadas por los armadores locales ante la falta de capacidad de bandera argentina para atender tráficos específicos.

El principal desplante fue ver cómo la AGP, a cargo de José Beni, era el organismo designado para avanzar con la contratación y control de las obras de dragado y balizamiento del sistema. Nunca hubo confianza original en los equipos de la Subsecretaría y, evidentemente, en su capacidad de gestionar una transición tan importante.

Bloqueo

Para peor, mientras la AGP cosechaba tranquilidad en el sector privado por mantener las condiciones de navegación y seguridad en la vía navegable, el gobierno avanzó en la creación de un Ente Nacional de Control y Gestión, que sería el encargado final de licitar y controlar al futuro concesionario.

Sin mayores tareas de peso para llevar adelante, Cabrera limitó su gestión a participar de congresos y seminarios: “fue un funcionario que hacía turismo”, se quejaron incluso en su entorno. Pero también a “dormir” cualquier expediente o pedido de obra adicional que la AGP elevó para mejorar, aunque sea temporalmente los canales del sistema de navegación.

Otros duros cuestionamientos

Por su parte, Roberto Andrés Milio dejó en abril pasado de ser el director de Operaciones y explicó, en una dura carta dirigida a Leonardo Cabrera, los motivos de su alejamiento.

En tiempos donde nadie renuncia, y menos lo hace de forma indeclinable y exponiendo las razones, Roberto Milio anunció –fue en abril- su decisión de dejar su cargo como director de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables.

Si bien el funcionario hace tiempo que venía meditando esta decisión, los hechos que precipitaron el alejamiento tienen que ver con la grave situación que se evidenció en la draga Chubut (36-C), en el puerto santafesino de Villa Constitución.

En el texto de su renuncia dirigida al subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Leonardo Cabrera, el ex funcionario dijo que su decisión es fruto de la inexistencia de los medios necesarios para mantener a resguardo la mencionada draga, a pesar de los “repetidos e incesantes reclamos”.

Milio precisó que su renuncia se fundamenta en las siguientes razones:

* “La gestión gubernamental en materia de puertos y vías navegables no tiene como prioridad la recuperación de la soberanía nacional y la subsecretaria de Puertos y Vías Navegables se caracterizó durante estos últimos dos años por no impulsar ninguna de las acciones necesarias para recuperar el material flotante y la capacidad operativa de las áreas a su cargo”.

* “Muy por el contrario –agregó–, se dedicó sistemáticamente a impedir la consecución de objetivos esenciales para retomar en forma efectiva el control y el manejo de los servicios de dragado y balizamiento, así como la reducción de los riesgos que en materia ambiental tiene el material de navegación que se encuentra hundido o con riesgo de hundirse en los lechos de los ríos de toda la Nación Argentina”.

* Luego señaló que no se recupera capacidad operativa, no se planifican objetivos estratégicos, no se priorizan los intereses nacionales y no se dan respuestas concretas a situaciones urgentes e importantes.

En otro tramo de su carta de renuncia, Milio dijo que en el mismo sentido se avanzó en la recuperación de la draga Río Negro, mediante un convenio con Tandanor, para poder repararla a cambio de dragar el acceso al dique de la empresa, destacó en su momento el portal SL24.

En su dura misiva, Milio señaló además que hace cinco meses que se encuentra demorado en trámite un convenio con la Comisión Administradora del Río Uruguay.

“Hay escasa voluntad política de impulsarlo y llevarlo adelante para dotar al balizamiento del río Uruguay de la operatividad de este balizador, primer buque de bandera nacional operativo en los últimos 15 años.

“Estas cuestiones nos llevan a plantear como representación gremial que claramente el dragado y balizamiento y la recuperación de capacidad operativa por parte del estado nacional a través de la subsecretaria de Puertos y Vías Navegables no se encuentran dentro de las prioridades de este gobierno y de esta administración”.

En otro tramo de la misiva, Milio dio que la defensa de la fuente del trabajo, la defensa de los trabajadores y la dotación a los trabajadores de sus elementos de seguridad y de las condiciones de trabajo adecuadas, tampoco se encuentra entre las prioridades de este gobierno.

Señaló que tampoco se encuentra entre las prioridades la ampliación del dragado hacia el canal Magdalena y la recuperación efectiva de la soberanía nacional mediante la conformación de una flota de dragado propia que permita consolidar el control del tráfico internacional de comercio a través del troncal conocido como Hidrovía.

Ahora a quien le pidieron la renuncia fue a Leonardo Cabrera, identificado como el responsable de tanta desidia.

Análisis

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