Una investigación de la PSA sobre los dispositivos digitales de Lidia Margarita Casciano -vinculada a Revolución Federal- determinaron que había tomado clases de tiro y poseía una pistola 9 mm. Las razones de la justicia para no investigar.
La mujer que en grupos de chat de Revolución Federal aseguraba que tenía un arma nueve milímetros e insinuaba que estaba a disposición para utilizarla en un atentado contra Cristina Kirchner efectivamente poseía esa arma y había tomado cursos para disparar con ella. No sólo eso: entre abril y agosto de 2022 –poco antes del intento de magnicidio- se contactó con un instructor de tiro, averiguó precios para “una amiga” y le comentó que “actualmente asiste a clases para no perder la práctica”.
Lidia Margarita Casciano, a quien el líder de Revolución Federal, Jonathan Morel, tenía agendada como “Dali Revolución”, tenía en su teléfono hasta fotos en las que “se visualiza un arma de fuego apoyada sobre la mesa, con su retén de corredera colocado, junto a ella, se encuentra Casciano completando un almacén cargador”.
Hay más. “En la siguiente imagen, se observa de manera difuminada la silueta de una persona -la cual podría corresponder a la mencionada anteriormente- empuñando un arma. Por último, se la observa colocada junto a un blanco de prueba, en donde se visualizan diversos impactos de arma de fuego”.
Toda la información está contenida en un informe de unas 30 páginas elaborado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a pedido del juez Marcelo Martínez de Giorgi. El documento está firmado por el subinspector Walter Vallejos, jefe de la División Operaciones Especiales de la Unidad Operacional Antiterrorista y el oficial ayudante Facundo Aliaga.
Investigación al cajón
¿Qué más había en el teléfono de Casciano? Una foto de la partida de nacimiento de Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló a la cabeza de la vicepresidenta y la bala no salió. “Se localizó mediante el archivo denominado -4813391021225607886.0”, el cual presenta fecha 03/09/2022 (menos de dos días después del ataque, ndr) el certificado de nacimiento del ciudadano Fernando André Sabag Montiel, con sus datos filiatorios correspondientes”.
¿Ello prueba que “Dali Revolución” tuvo algo que ver con el atentado contra Cristina Kirchner? Por supuesto que no.
Es apenas un indicio más para una investigación que nunca se hizo. La jueza María Eugenia Capuchetti, amparada por la Cámara Federal porteña, insiste en que no hay razones para husmear la posibilidad de una relación entre las actividades de los integrantes de Revolución Federal y el intento de magnicidio. Cuando aparecen indicios como éstos, miran para otro lado.
“Dali Revolución” mantuvo una conversación (en varias etapas) con un contacto identificado como “Gabriel Liva tiro federal”. Según el reporte de la PSA, “allí se observa, en reiteradas ocasiones, consultas por parte de Casciano en lo que respecta a tarifas para poder asistir a prácticas de tiro. A su vez, en el presente chat, la investigada comenta que -con anterioridad- había asistido a un curso dictado en el mismo lugar y que actualmente, asiste a clases para no perder la práctica”. El interlocutor de Casciano evacúa las consultas y le envía las fotos –mencionadas más arriba- en las que se ve a la mujer tirando.
En la red social Instagram figura un instructor de tiro llamado Gabriel Liva. Hay decenas de fotos de gente practicando tiro. El escenario y las siluetas contra las que disparan son exactamente las mismas que aparecen en las fotos en las que Casciano ejercita su puntería. Todo indica que Casciano efectivamente estuvo allí.
Contradicciones
Cuando “Dali Revolución” comenzó a aparecer en los pocos medios que todavía informan sobre lo poco que pasa en la investigación sobre el atentado contra Cristina Kirchner, se produjo una conversación de la mujer con un contacto agendado como “Agustín Rodrigo BG”.
Casciano afirma, despegándose del hombre que intentó asesinar a la vicepresidenta, cuyo documento tenía en su teléfono: “Todo es mentira no conozco a savag montilla (sic)…No estuve en ningún episodio de las antorchas ni guillotina, solo los crucé junto a otros grupos en la quinta de Olivos. Jonathan Morel me pasó mediante su celular una canción, nunca borre ese wasap (sic) sabiendo que lo estaban investigando, ya que no habla nada que esconder”.
Sin embargo, en el informe de la PSA hay seis fotografías en las que Casciano aparece en distintas manifestaciones de Revolución Federal. Incluso el 23 de abril de 2022 subió a un grupo de WhatsApp integrado por otras siete personas una fotografía en la que se la ve durante una protesta mediante la modalidad de “tractorazo” en la Plaza de Mayo posando junto a otro personaje nunca investigado en relación con el atentado y una leyenda: «Qué grande, con la vecina que vive en el piso de arriba de kretina, Ximena Tezanos Pinto».
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