Balance entre datos macro y costos sociales. Finanzas, en verde. Inflación, actividad, salarios y consumo, en rojo. ¿Qué dicen las cifras sobre el futuro?
Javier Milei cumple sus primeros 100 días como presidente y, en este lapso, el programa económico que ejecuta el ministro Toto Caputo se basó en la licuación de salarios y jubilaciones vía inflación, un ajuste brutal sobre el gasto público y la acumulación de reservas. La foto de este tiempo de gestión se resume en diez datos.
La aceleración de los precios y la desregulación marcaron el ritmo y presionaron sobre los bolsillos. Hasta ahora, la población asalariada es la variable ancla de un programa fiscal que tardará en mostrar resultados en la macroeconomía.
Hacia adelante, la actualización tarifaria; las medidas para levantar el cepo cambiario; la llegada o no de financiamiento externo y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), serán la pauta de una segunda etapa del plan económico.
Inflación y licuadora
En los tres primeros meses de la era Milei, la inflación fue de dos dígitos y acumuló un 71,3%. Dos medidas tomadas apenas asumió el Gobierno fueron clave para la aceleración de los precios. La primera, fue el salto cambiario del 118% de mediados de diciembre.
Para ese entonces, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) estimaba un 17,1% para diciembre. Tras las primeras medidas tomadas por la administración libertaria, el dato fue 25,5%, casi diez puntos porcentuales por encima de lo previsto.
El segundo factor fue la liberación de bienes y servicios regulados. La medicina prepaga, la educación privada, los servicios de comunicación y los combustibles inyectaron una presión mayor sobre el nivel general. En el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, acumulan un 53% de aumento desde el 10 de diciembre.
En el corto plazo, queda por saber cuánto será el impacto de la quita de subsidios y de los aumentos de tarifas de servicios públicos y el transporte, que comenzarán en abril.
Actividad económica y capacidad instalada
Sólo en el primer mes de la gestión libertaria la actividad económica se hundió un 3,1% respecto al mes anterior y un 4,5% medida de forma interanual, indicó el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) del INDEC y que sirve como anticipo de la variación del PBI.
Las pymes son las más golpeadas por la recesión: los costos de servicios y combustibles representaron el mayor desafío, a la vez que la apertura de importaciones causa preocupación en diversos sectores, afirmó el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La caída de la actividad en este sector es de 21,7% en el bimestre enero-febrero.
Estimaciones privadas previeron que en 2024 la actividad descenderá entre 3,5% y 4%. Otro indicador de la recesión es la capacidad instalada de la industria: en enero, el sector trabajó a media máquina. El índice fue del 54.6% y es una cifra incluso más baja que la de 2020, durante la paralización por la pandemia de coronavirus.
Salarios corren detrás de la inflación
En diciembre, los salarios promedio avanzaron un 8,5%, tan solo un tercio de lo que fue la inflación de ese mes y la pérdida en términos reales fue del 13,7% según el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), que engloba a 10 millones de trabajadores formales del sector público y privado.
La caída es tan pronunciada que por primera vez, con números de enero, la cifra del RIPTE es menor a la de una Canasta Básica Total (CBT), que marca la línea de pobreza.
La gran mayoría de los sindicatos cerraron acuerdos entre enero y febrero por debajo del índice de precios, incluso en el caso de gremios con fuerte poder de negociación como Camioneros o Bancarios. Un informe de Fundación Capital indicó que “en el acumulado de los primeros dos meses de la nueva gestión, los ingresos formales evolucionaron bien por debajo de la dinámica de los precios (38,4% promedio vs. 51,9%). Aún más, cuando se analizan las subas de enero en términos interanuales, se advierte una baja del 8,9% interanual real”.
La licuación de las personas asalariados es parte del plan económico. El Gobierno incluso busca ponerle un techo a las negociaciones paritarias del 15%. “Hicimos que la gente tenga menos pesos para convalidar precios altos”, señaló en enero el Presidente.
Jubilaciones congeladas
Las jubilaciones estuvieron congeladas durante los tres primeros meses de la gestión de La Libertad Avanza. Sin definición sobre la fórmula, las personas adultas mayores cobraron el mismo haber previsional en diciembre, enero y febrero; mientras la inflación avanzó un 71,3%.
En marzo hubo un aumento del 27,18% acorde con la ley de movilidad todavía vigente. Incluso con esa suba, la pérdida de poder adquisitivo fue del 42% en el primer trimestre, indicó un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
En el nuevo proyecto de ley ómnibus XS, el Gobierno propone que las jubilaciones estén atadas a la inflación. Si se aprueba en el Congreso, quienes cobran la mínima terminarán el año con una nueva pérdida en el poder adquisitivo del 10%.
Dólar oficial, CCL y brecha cambiaria
Tras el salto de diciembre, el dólar oficial se mantiene en la zona de los $850 con microdevaluaciones diarias a un ritmo del 2%. El dólar Contado Con Liquidación (CCL), la cotización por la que las empresas giran divisas al exterior, avanzó un 7,4% y la brecha cambiaria pasó de 150% al 25,5%.
El próximo desafío gubernamental será afrontar las presiones devaluatorias a medida que se acerca en abril el período de liquidación de la cosecha gruesa de oleaginosas. Con un tipo de cambio real multilateral (TCRM), que compara la competitividad de la Argentina con las monedas de mercados emergentes, atrasado en un 108,8% para marzo 2024, muy por debajo del pico que tuvo en diciembre después de la devaluación.
Resultado fiscal
El Gobierno festejó un acumulado fiscal superavitario en términos financieros del 0,5% del PBI. Milei se sinceró en una entrevista con LN+ al asegurar “todas las partidas ajustaron por licuación”. Es decir, por el avance inflacionario. La motosierra pasó, sobre todo, por el lado del gasto y por encima de las jubilaciones y prestaciones sociales. Febrero fue el segundo resultado positivo consecutivo, con una reducción del gasto de 36% interanual real, el mayor recorte de caja en los últimos 30 años.
Reservas internacionales
Desde la asunción de Milei, el Banco Central acumula compras por más de u$s10.000 millones. Si bien es una buena noticia, de cara al segundo trimestre del año, incluso con el ingreso de divisas de la cosecha gruesa llegan pagos más fuertes al FMI, la normalización de las deudas a importadores y, eventualmente, la apertura del cepo cambiario.
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