CÓMO ES EL BUQUE OCEANOGRÁFICO ANGELESCU, QUE ZARPÓ PARA INVESTIGAR EL AGUJERO AZUL

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En el marco de la Iniciativa Pampa Azul del Ministerio de Ciencia, la embarcación busca conocer esta zona de alta productividad primaria localizada a 500 km. del Golfo San Jorge, la cual registra una intensa actividad pesquera extranjera.

El sábado pasado zarpó el oceanógrafo BIP Víctor Angelescu hacia el Agujero Azul. La embarcación, perteneciente al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), viaja en el marco de la campaña “Oceanografía biológica del Agujero Azul”, dentro de la iniciativa Pampa Azul. Es la primera misión de esta línea del Ministerio de Ciencia que analiza lo que sucede en las aguas que rodean a la Argentina que comienza en pandemia. ¿Qué busca? “Obtener información acerca de una de las áreas geográficas prioritarias con mayor abundancia de recursos biológicos de nuestro mar”, indicaron desde el Ministerio que conduce Daniel Filmus.

El crucero científico está liderado por el investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Marcelo Acha, y tiene como objetivos identificar los componentes de las comunidades biológicas (diversidad); realizar un relevamiento de las especies de interés comercial con énfasis en la región de plataforma continental situada al este de la Zona Económica Exclusiva (aguas internacionales) y efectuar un análisis de la distribución vertical del zooplancton. Las coordenadas de esta región de la plataforma exterior y talud se sitúan entre los 44º y 46º 30’S.

La travesía durará 20 días y retornarán antes de Navidad. Contará con 14 integrantes del equipo científico-técnico. Ellas y ellos se encargarán de actividades cotidianas como la toma de datos de temperatura, salinidad y fluorescencia del agua; cuantificar corrientes y toma de muestras de plancton.

Para cumplir con los objetivos, utilizarán redes de arrastre de fondo, redes de media agua, CTD con fluorómetro y oxímetro, roseta oceanográfica, rastra tipo Piccard y una multired con la que concretan el muestreo de zooplancton.

“Es necesario contar con políticas de Estado para un conjunto de áreas estratégicas: en ese sentido, una Argentina investigando y mirando al sur, a las Malvinas y a la Antártida, es esencial”, apuntó el titular de la cartera científica. Y acotó: “Nadie puede creer ni defender lo que no conoce, es por eso que hemos puesto de vuelta en marcha esta iniciativa de investigación científica de la que participan siete ministerios, y que es parte de las estrategias que nos permitirán seguir reafirmando la soberanía y conocer en profundidad las riquezas de nuestro Mar Argentino”.

Ciencia y soberanía

Con una superficie aproximada de 6.600 km2, el Agujero Azul constituye un área particular del Talud Continental. Está localizada a unos 500 km al este del Golfo San Jorge. “Es la única en que la isobata de los 200 metros se extiende por fuera de la Zona Económica Exclusiva”, remarcaron desde Ciencia.

El Agujero Azul es una región de alta productividad primaria. Y además su dinámica es  temporal y espacialmente predecible. Un detalle nada menor si se tiene en cuenta que la zona es área de alimentación de varias especies de gran importancia económica como la merluza, peces australes, mictófidos y calamares, y de muchas especies de aves y mamíferos.

Conocer y actuar sobre el Agujero Azul es clave para posicionarse ante sectores que vienen de afuera para explotar la zona. “Debido a la abundancia de recursos biológicos, el sector lindero a la Zona Económica Exclusiva registra una intensa actividad pesquera extranjera que se centra en la captura del calamar. El impacto de la pesca sobre la biodiversidad y las cadenas tróficas es en gran medida desconocido, por lo que urge obtener información fidedigna para promover el manejo sustentable de la pesca en esa región”, subrayaron en la cartera científica.

Pampa Azul es una de las líneas de acción principales para el Ministerio de Ciencia, y fue ubicada entre las 8 estratégicas de cara al 2030, por el valor científico, económico y –con Malvinas a pocos kilómetros, barcos orientales voraces de pescas ilegales y petroleras ansiosas de extraer en alta mar–, un detalle nada menor: clave también para la soberanía.

Así lo remarcaron desde el Ministerio: “Pampa Azul busca avanzar en la investigación, desarrollo e innovación que contribuya a la soberanía y seguridad nacional y al desarrollo social, económico y ambientalmente sostenible con foco en la innovación tecnológica; la inclusión social con perspectiva de género; la protección de los bienes naturales marinos; y la integración de los entornos marinos y costeros, así como a promover la formación de capacidades en las disciplinas científicas y áreas tecnológicas afines”.

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