Un diputado de Massa presentó un proyecto para suspender las PASO. Las dudas que se despiertan en las otras tribus. En el entorno de Kicillof evalúan desdoblar. Las señales de tregua con CFK.
Cual acto reflejo, el mismo día en que la Casa Rosada enviaba al Congreso una ambiciosa reforma electoral, en la provincia de Buenos Aires ingresaba un proyecto ligado a urnas, votos y fechas de comicios. Ocurrió el último jueves. El firmante de la iniciativa bonaerense fue el diputado provincial Rubén Eslaiman, vicepresidente del bloque de Unión por la Patria y alfil de Sergio Massa en la Legislatura. La propuesta de Eslaiman apunta, en apenas dos artículos, a suspender las PASO en el distrito más poblado del país. La iniciativa, sin embargo, no tiene consenso de todos sectores del peronismo, tampoco en los bloques de la oposición. Lo que está claro es que a once meses de las elecciones nacionales -fijadas para el domingo 26 de octubre-, la dirigencia política ya discute la organización del primer llamado a las urnas con Javier Milei en la Presidencia. Una prueba que puede reorganizar el sistema político.
Para las elecciones nacionales, el gobierno de Milei impulsa la eliminación de las primarias, un recorte abrupto del aporte del Estado a los partidos y facilitar un mayor financiamiento por parte del sector privado. Este paquete legislativo se debatirá en sesiones extraordinarias. En la gestión de Axel Kicillof prevén que tendrá un tratamiento “exprés” y que será aprobado a todo vapor. “Esa ley la van a sacar meteóricamente. La semana que viene comenzará el estado parlamentario y en quince días el tratamiento en el recinto”, anticipó a Tiempo un funcionario bonaerense que está encima del tema.
Cambios tan drásticos en los comicios nacionales, si prosperan, alientan el debate sobre las elecciones provinciales. Eso explica la iniciativa de Eslaiman, quien postula suspender -aunque transitoriamente, sólo para 2025- la aplicación de la Ley 14.086. (Dicha normativa establece el régimen de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para la provincia de Buenos Aires).
Algunas versiones plantean que el proyecto del Frente Renovador para suspender las PASO bonaerense cuenta con el visto bueno de los otros dos polos de poder del pan-peronismo: los espacios que representan Cristina Fernández de Kirchner y el propio Kicillof. No está claro que sea así.
En la gobernación bonaerense existe un ámbito en el que se discuten estas cuestiones. Sucede todos los lunes, al finalizar la rueda de prensa que suele encabezar el ministro de Gobierno, Carlos “Carli” Bianco. En esas charlas se repasa la gestión y se analiza la política. Participan Kicillof, la vicegobernadora, Verónica Magario, Bianco y sus pares del Gabinete Pablo López (Economía), Agustina Vila (secretaría general), Cristina Álvarez Rodríguez (jefa de asesores), Gabriel Katopodis (Infraestructura) y Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad). “Si vos querés que no haya PASO provinciales tendrías que sacar una ley provincial. Eso no va a ir a ningún lado”, evaluó en diálogo con este diario un funcionario que asiste regularmente a esas reuniones.
En suma, mientras Milei promueve cambios en la arquitectura electoral, las elecciones locales se convierten en un tema de debate para el peronismo de la provincia de Buenos Aires. En particular, el formato y el cronograma con los que se llevarán a cabo.
En 2025 se renovarán bancas en la Legislatura -que totaliza 92 diputados y 46 senadores- según un criterio proporcional a las ocho secciones electorales del distrito.
En La Plata hay algo que está claro: Kicillof está en desacuerdo con la Boleta Única de Papel (BUP) y -lo dijo varias veces- no adherirá a esa nueva modalidad de voto. Tampoco quiere repetir la experiencia de Horacio Rodríguez Larreta, cuando el entonces jefe de Gobierno porteño hizo coincidir en la misma fecha dos métodos de votación, la boleta partidaria con la boleta única electrónica, lo que en términos técnicos suele llamarse como “elecciones concurrentes”. Aquella coincidencia, a juzgar por los errores y desperfectos de las máquinas, salió mal. “Generó 20% de caída en la participación en la segunda votación”, recordó Kicillof esta semana, tras encabezar un acto en San Pedro.
Con estos antecedentes, en la provincia de Buenos Aires sostienen que la mejor alternativa sería desdoblar las elecciones provinciales. Hacerlas en otra fecha y con la clásica boleta partidaria de papel. Agregan, además, que si se optara por el desdoblamiento lo más conveniente sería adelantar varias semanas los comicios locales -incluso hasta un mes- respecto de las elecciones nacionales del 26 de octubre. “Si adelantamos, podemos convertir la elección en un gran plebiscito de la gestión provincial y, con un triunfo, apalancar luego la elección nacional. Axel está políticamente fuerte. Va a entrar al año que viene con mucha estatura, con espesor. En estos diez meses se plantó bien contra las políticas de Milei, mantuvo buena parte de las políticas que venía llevando adelante y sostuvo la obra pública”, argumentó a Tiempo uno de los miembros de su Gabinete.
En el entorno del gobernador creen que la intención de desacoplar los comicios tiene que ser debatida seriamente en las filas del PJ. Entienden que, con ese fin, se vuelve necesario promover una instancia de diálogo al mayor nivel. En los últimos días se empezó a hablar de la conveniencia de crear una mesa política en la que se encuentren con cierta regularidad Cristina, Kicillof y Massa. Algunas voces sugieren que también debería participar Máximo Kirchner en su carácter de titular del partido a nivel provincial; otros dicen que la relación con Kicillof quedó afectada y que eso lo vuelve improbable. Entre todas estas lecturas, esta semana circuló un rumor en la dirigencia del peronismo: que el último miércoles, por la mañana, CFK y Kicillof volvieron a encontrarse en persona.
En el equipo que acompaña a la exvicepresidenta no confirmaron ni desmintieron. Desde el Gabinete provincial, en tanto, confiaron a Tiempo que en varias reuniones de los últimos días se mencionó que la dos veces presidenta y el mandatario provincial volverían prontamente a dialogar cara a cara. Esa reunión cumbre, tanto si ya se realizó como si está en agenda, no interrumpió la sucesión de mensajes conciliadores, señales ambivalentes y desafíos de tono beligerante que se cruzan figuras del peronismo. En la última semana hubo incursiones en el territorio y cortocircuitos en redes: el más crudo fue protagonizado por los vecinos Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, y Mayra Mendoza, su par de Quilmes. También hubo actividades conjuntas, como la inauguración de una posta policial compartida por Katopodis con la misma Mendoza en un barrio de Quilmes. La coexistencia de tensión y pertenencias compartidas puede ordenarse por un factor común: enfrentar a Milei.
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