Las demoras en las licitaciones y el recorte presupuestario en las obras públicas que signan los primeros meses de Javier Milei generan complicaciones para cumplir con los plazos previstos y el asegurar el abastecimiento de gas en la época invernal.
Los plazos previstos para la obra de reversión del Gasoducto Norte se vieron afectados por las medidas económicas tomadas por la cartera presidencial. También incidió negativamente el recambio en la administración, lo que derivó en un retraso de la adjudicación de cada tramo. Esta situación atenta contra el abastecimiento de gas natural para las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
La primera adjudicación de la obra se dio el pasado fin de semana, cuando Energía Argentina (Enarsa) aprobó las propuestas técnicas realizadas por las firmas constructoras: la unión transitoria de empresas (UTE) Techint-Sacde; BTU y la norteamericana Pumpco, subsidiaria de MasTec. Las compañías se disputaban la adjudicación del renglón 1 de la licitación. Esta demora hará muy difícil cumplir con los plazos establecidos y asegurar la operatividad del gasoducto para el próximo invierno.
La situación obliga al Gobierno a tomar medidas para asegurar la provisión gasífera en las provincias del norte. Así, las autoridades deberán llevar adelante negociaciones con los países vecinos para cubrir la demanda en los meses más fríos del año. Por lo pronto, fuentes del Ejecutivo confirmaron que el contrato de provisión de gas con Bolivia logró extenderse hasta el mes de octubre.
Revista Petroquímica / CM