El Ejecutivo trabaja en un plan de incentivos para promover inversiones de las Pymes. También se analizan cambios en las segundas líneas que hoy estarían ocupadas con gente de Massa y Alberto Fernández
En virtud de los reclamos que hubo durante el debate de la Ley Bases y como señal directa a los sectores medios de la economía, el Gobierno prepara en estos días un proyecto que algunos llaman la ley “mini RIGI” y que apunta a promover un programa de beneficios para inversores de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en la Argentina.
La nueva apuesta del presidente Javier Milei busca redefinir desde lo conceptual el plan RIGI que se aprobó con la Ley Bases pero que en este caso buscará impulsar inversiones menores a los u$s 200 millones. Ese fue el monto que se fijó en aquella normativa para las grandes empresas. Pero durante el debate en el Congreso de la Ley Bases la queja permanente de la oposición y de sectores empresarios fue que el RIGI no atendía a las Pymes o los inversores medios.
De esta manera, la nueva iniciativa ahora busca dar respuesta a esto sectores y según confiaron a El Cronista fuentes calificadas de la Casa Rosada, el proyecto de ley “mini RIGI” se está trabajando en reserva en el Ministerio de Economía y en la Jefatura de Gabinete para darlo a conocer en los próximos días.
Pero la novedad más extensiva de esta iniciativa es que el Presidente cree que la promoción de inversiones y el incremento del comercio exterior deberá ir acompañado de una reestructuración en el organigrama de la AFIP y la Aduana, dos organismos estatales que en el Gobierno dicen que están cooptados en gran medida por referentes del kirchnerismo y el massismo.
La señal a las Pymes
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, deslizó alguna de estas ideas la semana pasada cuando habló ante el Congreso Nacional Pyme y tras cuestionar al exministro de Economía Sergio Massa por generar “situaciones de inestabilidad”.
Al deslizar lo que será el proyecto de ley “mini RIGI”, Francos destacó que el Gobierno está trabajando en “herramientas clave” para fortalecer a las pymes. Admitió que el sector presenta “dificultades” y les pidió a los empresarios del sector medio que “sean partícipes ya que el Gobierno los va a escuchar para hacer una ley que le dé soluciones a los problemas económicos heredados”, dijo.
No todos comprendieron en el momento de qué estaba hablando el jefe de Gabinete. Pero en la Casa Rosada admiten que se trata de una señal a las pymes que llegará por medio de un proyecto de ley como el RIGI tendiente a generar mecanismos de beneficio impositivo y facilidades a los empresarios que estén dispuestos a invertir en la Argentina.
En los borradores iniciales del proyecto “mini RIGI” figura la posibilidad de generar beneficios impositivos como la reducción de la alícuota del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores de las pymes, una eventual amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura y la transferencia de quebrantos impositivos no absorbidos dentro de los primeros cinco años.
A la vez, se trabaja en un esquema similar al RIGI para que las pymes logren una devolución acelerada de saldos a favor de IVA en un plazo no mayor a tres meses, tengan beneficios aduaneros con exención de derechos de importación para bienes de capital, repuestos, partes e insumos. Y la posibilidad eventual de acceder a beneficios cambiarios como la libre disponibilidad de divisas para exportaciones de manera gradual.
Al igual que la ley RIGI, esta iniciativa adaptada para los inversores de pymes tendría una estabilidad en el tiempo. No se sabe aún si será de 30 años como plantea en la Ley Bases el programa de beneficios para los grandes inversores.
Reforma de AFIP y Aduana
Por otra parte, funcionarios del Gobierno que trabajan en este proyecto admitieron a El Cronista que la contracara de un programa como el RIGI será reformular las estructuras del personal de la Aduana y la AFIP.
“Se trata de lugares sensibles y con buena parte del personal cooptado por el anterior gobierno que no goza de nuestra mayor confianza y por donde pasa buena parte del comercio y la recaudación“, dijo un destacado funcionario que dialoga a diario con Milei.
De esta manera, en la Casa Rosada apuntan a las figuras de Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner como los artífices de haber dejado en puestos clave de esos organismos a funcionarios de su confianza. Si bien Carlos Castagneto, el exjefe de la AFIP y actual diputado, y Guillermo Michel, extitular de Aduana, ya dejaron las funciones cuando llegó Milei, lo cierto es que en las segundas líneas aún hay muchas referencias que les responderían.
No se trata de espacios de poder sencillos para reemplazar de un día para el otro. “Si ponemos a un funcionario que no conozca el tema y genera un problema será directa responsabilidad nuestra. Hay que pensar y evaluar bien los reemplazos”, dijeron en el primer piso de la Casa Rosada.
Cuando se debatía la Ley Bases en el Senado, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el RIGI permitirá “triplicar el nivel de las exportaciones en una década”. El funcionario, además, destacó que el régimen atraerá inversiones por encima de los u$s 200 millones que “no se realizan si no existe la estabilidad tributaria y cambiaria que hoy estamos intentando generar”.
Para ello, en el Gobierno creen que para el manejo del comercio exterior y la recaudación se debería contar con personal “idóneo, confiable y previsible”. Al parecer no son características que al entender de Milei hoy tengan muchas segundas líneas de la AFIP y la Aduana.
El Cronista