Fútbol y vacunomics
Habría que empezar diciendo que nadie en el Gobierno tiene demasiado claro qué hacer con la Copa América. Las posibilidades son pocas. Organizar la competición con el riesgo de enfrentar las críticas opositoras por una presunta incoherencia con el confinamiento de la población o que el evento deportivo lo terminen capitalizando Chile o Uruguay con la segura campaña de demolición sobre el oficialismo y sus negociaciones con laboratorios que ayer tuvo un capítulo más. Un dato relevante: en los países mencionados, la vacuna Sinovac -no aprobada en Argentina- representa más del 80% del plan de vacunación.
En este escenario, vectores del oficialismo tantearon a los gobernadores de las provincias que serían sede de la Copa. Rodolfo Suárez de Mendoza, Gerardo Zamora de Santiago del Estero, Axel Kicillof de la Provincia de Buenos Aires y eventualmente Sergio Uñac de San Juan creen que Argentina debería ser anfitrión de lo que tal vez sea la última competencia continental de Lionel Messi. Horacio Rodríguez Larreta, por su parte, tiene dudas. Cree que anunciar algo así en una semana donde la gente está encerrada puede dar un mensaje confuso contra las medidas de cuidado. En términos sanitarios los datos no ofrecen demasiado debate: el fútbol tiene menor nivel de contagio y mortalidad que cualquiera de las otras actividades de la economía. Los contactos permanentes con la Conmebol tendrán un capítulo destacado mañana -a más tardar el jueves- cuando Alejandro Domínguez y Gonzalo Belloso se reúnan con Alberto Fernández.
El oficialismo padece de cara a la opinión pública una decisión tomada entre el Presidente y Marcelo Tinelli el viernes cerca de las dos de la mañana en la que intercambiaron, entre otras cosas, consideraciones sobre la queja del remero y empleado municipal Ariel Suárez, y tomaron la decisión de suspender el desenlace del campeonato. Esta definición tomó por sorpresa a algunos socios de la coalición que incluso habían tenido conversaciones informales con la industria televisiva para liberar los partidos con el argumento que eso podía disuadir a la gente de reunirse.
En términos netamente deportivos, nuestro país juega el 3 con Chile en Santiago del Estero y el 8 con Colombia en Barranquilla. El objetivo es pedir el cambio de sede con este último para empalmar las dos fechas de local y el comienzo de la Copa América. En el gobierno hay gente que, incluso, cree que hay que negociar con la Conmebol y organizar esta edición con el compromiso de ser sede, con público, también en la próxima.
Mientras tanto, Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini cenaron ayer con el canciller Marcelo Ebrard para tener más información de la llegada de vacunas de AstraZeneca provenientes de México que tuvo una primera entrega -del contrato firmado por las 22.4 millones anunciado en noviembre- de 843 mil que llegaron ayer. Falta saber la fecha de embarque de los próximos dos lotes, uno de 2.2 millones y otro de 960 mil, todas con origen en los Estados Unidos. “Quiero que se calmen porque violentan a la sociedad, no me inscribo con las críticas de Patricia Bullrich”, sepultó Elisa Carrió en TN a su socia política luego de la denuncia pública de la jefa institucional del PRO sobre presuntos “retornos” pedidos por Ginés González García con el respaldo del Presidente al laboratorio Pfizer que desmintió rápidamente obligado por la ley de Prácticas Corruptas Cometidas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés).
La realidad es otra. El Congreso aprobó una ley votada por oficialismo y oposición -y presenciada por Pfizer Argentina a través de Ignacio Romano- que contenía la palabra negligencia. Esto, que no tuvo mayores resistencias locales, fue rechazado por la casa matriz del laboratorio en Estados Unidos. Bullrich en privado sostiene otra cosa: asegura tener pruebas del intermediario que quiso poner el gobierno y dice que se las presentará a la justicia. La titular del PRO tiene un elemento adicional del cual preocuparse. Pablo Costa, una persona de su confianza en el paso por el ministerio de Seguridad, se contradijo en una causa sensible. Costa aseguró no conocer a los gendarmes que hicieron la denuncia contra la Comisaría 35 que derivó en la renuncia del ex jefe de policía José Potocar. Sin embargo, el ex funcionario de Seguridad los tenía agendados a ambos con su apodos. Potocar fue absuelto, pero todo indica que la denuncia inicial fue manipulada. ¿Por Bullrich para perjudicar a Larreta? Es una incógnita.
El Frente de Todos, por su parte, enfrenta unas semanas más tranquilas desde el punto de vista de la convivencia interna luego del sismo Martín Guzmán-Federico Basualdo. Es más: el viernes en el ministerio de Economía hubo un encuentro por la ley de Hidrocarburos del que participaron el propio Guzmán, Demián Pañigo, Fernando Morra, Pablo González y Darío Martínez. Es difícil pensar que González, presidente de YPF y hombre de Cristina Fernández de Kirchner, asistió al encuentro sin validación política. Una señal de distensión interna luego de la crisis. Es más: desde ambos sectores le confirmaron a #OffTheRecord que hubo contactos en privado antes del encuentro en Economía.
Si el objetivo de la ley serán las inversiones en el sector de hidrocarburos, el foco para conseguirlas serán las exportaciones. El proyecto que se discute en el gobierno -y aún no tiene aval del PEN- establecería un régimen general que premia el incremental de producción a través de un porcentaje de exportación en firme a discutir y, sobre eso, un porcentaje de acceso al mercado de cambios. Adicionalmente, se prevé la creación de un régimen especial de incentivos adicionales por proyectos, que premiaría inversiones en pozos de baja productividad con recuperación secundaria y terciaria para los que se están discutiendo beneficios en impuesto a las ganancias, IVA y aranceles y derechos de exportación.
Si bien el régimen aparece atractivo respecto de las condiciones generales del mercado argentino, entre los especialistas aparecen algunas preguntas. ¿Se podrán incentivar las exportaciones en un mercado local con una tendencia de producción declinante en el que entre el 83 y el 88 por ciento de la producción de petróleo se destina al abastecimiento interno? Mientras el precio del mercado local siga desacoplado de los precios internacionales, Argentina aparece en desventaja respecto de otros mercados. El antecedente de la carne ayuda poco. ¿Y qué pasa con YPF? En la delicada situación financiera en que el régimen de desarrollo del sector del macrismo dejó a la empresa, la petrolera estatal necesita también rentabilidad garantizada para encarar nuevas inversiones.
Tanto en el sector como en la compañía, sin embargo, aparecen voces optimistas. Resaltan que las inversiones en petróleo, lejos de mirar el corto plazo, tienen horizontes de 10 o 15 años y las proyecciones indican que el país va a tener excedentes. En el gobierno muchos confían en que el plan de negocios permitirá llegar a 2023 con sobrantes en la producción de petróleo. Entre la expectativa y el escepticismo, la ley tiene la pesada tarea de desarrollar un recurso que para el país tiene promesas y una fecha de vencimiento. El yacimiento de Vaca Muerta constituye la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo no convencionales del mundo, y su desarrollo requiere de inversiones miles de veces millonarias, a las que una ley que otorgue seguridades sobre precios y cantidades disponibles debería favorecer. Deberá hacerlo, sin embargo, rápido. Nuestros hidrocarburos corren una carrera contra el reemplazo por energías limpias en la que el petróleo tiene un horizonte complejo.
No es la única agenda de precios. Con un lenguaje inusual, que sin embargo resultará familiar a los oídos argentinos, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el poderoso órgano de planificación económica de China, apuntó a los mercados de commodities donde, como recordábamos la última semana, los aumentos de precios impulsaron las preocupaciones por la suba de la inflación a nivel global.
El lunes, la Agencia señaló que apuntaría a “los monopolios”, el acopio y la difusión de información falsa en dichos mercados. El principal foco de la avanzada de Beijing ha sido el mineral de hierro, materia prima para la producción de acero, y la principal exportación a nivel global tanto de Brasil como de Australia. Los precios bajaron un 20% después de alcanzar un récord histórico a comienzos de mes, y arrastraron al acero y al aluminio.
Las medidas se enfocaron en extremar mecanismos de supervisión de mercado, y no aparecen signos de utilización de herramientas distorsivas. Aparece, sin embargo, un signo de alerta para el mediano plazo. China, el principal productor industrial del mundo, es también, con diferencia, el principal consumidor de commodities. ¿Cuál será la mirada de las autoridades ante unos precios impulsados por la salida de la pandemia -en Asia y el mundo desarrollado-, pero también por factores estructurales como la transición energética, que demanda más metales para baterías eléctricas y paneles solares, y el crecimiento de las economías asiáticas, con su correlato en el consumo de alimentos, calidad y variedad? Para los productores de soja, minerales e hidrocarburos en Argentina, la respuesta a la pregunta es millonaria.
Bonus track
- La reunión de ministros de Economía del G7, que junta a las principales economías desarrolladas del bloque occidental, estaría cerca de alcanzar un acuerdo para establecer una tasa de impuesto global mínimo para las grandes empresas. Se determinaría una tasa efectiva del 15% sobre las ganancias y la posibilidad de gravar operaciones en el lugar donde se efectivizan las compras. Un acuerdo global que, esperan, ayude a evitar la remisión de ganancias hacia jurisdicciones de baja tributación que incluye a las conocidas islas, Bermudas o Caimán, pero también a países miembro de la Unión Europea como Irlanda, Luxemburgo o los Países Bajos, desde donde, gracias a la magia de la internet, empresas como Facebook o Netflix proveen sus servicios a, por ejemplo, los argentinos, sin necesidad de establecer una sucursal física.
Ivan Schargrodsky – Cenital.com