El clima juega su partido en la actual campaña de granos finos. En el caso de trigo, se espera un volumen de producción que puede oscilar entre 19 y 23 millones de toneladas. De no mediar una seca fuerte, se generará un muy buen saldo exportable.
El trigo de la campaña 2021/22 puede llegar a generar un ingreso de divisas récord, que a precios actuales oscilará entre los 3.360 y USD4.480 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones privadas. El factor que pone en duda estas ventas récord es el clima, que según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) podría registrar una caída en las lluvias durante la primera mitad del invierno. De mediar la falta de precipitaciones, la pérdida de dólares se ubicaría en el rango de los 700 millones de dólares.
En un escenario favorable de precios internacionales – con un trigo que en Chicago cotiza 280 dólares- la siembra del cultivo finalizó. La superficie implantada varía de acuerdo a la fuente, con 6,5 y 6,9 millones de hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), respectivamente. De acuerdo a estas entidades, la cosecha del cereal se ubicará en el rango de las 19 y 20,1 millones de toneladas. A estas estimaciones, y tal como adelantó BAE Negocios, se suma el pronóstico del consultor Pablo Adreani, que vaticinó una cosecha de 23 millones de toneladas.
Thank you for watching
Con estos volúmenes de producción y en un escenario con el clima a favor, el ingreso de dólares tendría un piso de 3.360 millones de dólares, con un escalón intermedio de 3.668 millones de dólares y un techo de 4.480 millones de dólares. Con la siembra definida, entre los productores está fresco el recuerdo del año pasado, cuando se esperaba una cosecha de 20 millones de toneladas, pero la falta de agua golpeó duro y la cosecha no superó las 18 millones de toneladas.
De acuerdo a las proyecciones que Adreani compartió con este medio, el Gobierno recaudaría sobre fin de año cerca de 540 millones de dólares en concepto de derechos de exportación. La contracara de este escenario es una sequía que impacte en el volumen de producción. Tomando como referencia el tonelaje perdido en la campaña anterior, se perderían aproximadamente 700 millones de dólares en divisas.
En este punto, la BCR advirtió que al igual que en 2020, las lluvias de la primera mitad del año “están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos 30 años”. Un dato a tener en cuenta y que podría mitigar esta situación es que al momento de la siembra, los perfiles contaban con niveles óptimos de humedad y los productores aplicaron un buen paquete tecnológico. En el corto plazo, la entidad bursátil rosarina señaló que aún queda una semana sin anuncios de precipitaciones, situación que potencia las chances de una salida de invierno seca y una primavera con registros por debajo de los promedios.
Por su parte, la BCBA relevó el estado del cultivo en las distintas regiones productivas argentinas. En el caso del NOA y NEA, informaron que la condición se ubica un 50% entre regular y mala, mientras que en Córdoba, la sumatoria de heladas y seca retrasa el desarrollo del trigo.
En el caso de Entre Ríos, las recientes precipitaciones facilitaron la recuperación del cereal tras las últimas heladas y permitieron avanzar en las tareas de fertilización. Queda por ver como impactará el clima en la provincia de Buenos Aires, la principal región productiva, con cerca del 50% de la superficie sembrada.
En declaraciones periodísticas, la analista de la BCBA, Daniela Venturino, señaló el cultivo podría soportar un escenario de menores lluvias durante agosto. “Si llegamos a septiembre y no se producen las lluvias pronosticadas, puede haber una situación grave”, afirmó.
BAE Negocios