LA INFLACIÓN SE PLANCHÓ. LA ECONOMÍA, TAMBIÉN.

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La inflación sorprendió con un 1,9% en agosto, pero detrás del alivio se esconde un freno a la economía real: consumo, industria y empleo, en caída libre.

La Argentina atraviesa un fenómeno llamativo: mientras la inflación sorprende con números inéditos —por debajo del 2% mensual desde hace cuatro meses— la economía real se enfría cada vez más. El consumo, la producción y el empleo urbano muestran señales de contracción.

Dos de las consultoras más escuchadas en la City, Econviews e Invecq, coinciden en el diagnóstico: el “logro” de bajar la inflación tiene un costo, y es alto.

Inflación en mínimos, consumo en retroceso

El dato de agosto: 1,9% mensual

Según el Indec, la inflación de agosto fue del 1,9%, en línea con las estimaciones privadas. Econviews recuerda que el mercado esperaba 2,1%, por lo que la sorpresa fue positiva.

Pass-through apagado por la recesión

Entre julio y agosto, el dólar oficial subió 7,5% y 4,6%, respectivamente. Sin embargo, los precios no acompañaron: el traslado a góndola fue mínimo.

Econviews lo explica por la caída del consumo: las ventas minoristas bajaron 2,2% en agosto y el ingreso disponible de asalariados cayó 11,9% interanual en el primer semestre.

Invecq agrega que la economía está “planchada”: el EMAE retrocedió 0,7% en junio, la industria cayó 2,3% en julio y la construcción 1,8% en el mismo mes.

En ese contexto, remarcar precios es inviable para muchos comercios: la demanda no convalida aumentos.

Desde Econviews realizan un índice de ingreso disponible para los asalariados formales y observa que, desde noviembre de 2023, cayó 11,9% a abril. “Esta pérdida del poder adquisitivo refuerza la idea de que la caída del consumo lleva a que las empresas no puedan convalidar la suba de precios”, dicen. 

Núcleo en alerta, regulados al alza

Inflación núcleo

La inflación núcleo cortó la racha descendente y subió de 1,5% en julio a 2% en agosto. Es una señal de alerta, porque refleja el comportamiento de los precios más persistentes.

Regulados que pican

Los regulados treparon 2,7% en agosto:

  • Transporte subió 3,6%.
  • Combustibles aumentaron 3,7% (y otro 5% en septiembre).
  • Prepagas e internet también sumaron presión.

El efecto tarifas y combustibles garantiza que la inflación no pueda seguir bajando indefinidamente, incluso con recesión.

La dimensión política: entre el alivio y el castigo

Econviews e Invecq coinciden en que la recesión explica buena parte de la calma inflacionaria. Pero también advierten que ese enfriamiento tuvo costo político.

En la provincia de Buenos Aires, donde la industria y la construcción pesan fuerte, el PBG cayó 2,2% en 2024, contra un PIB nacional que retrocedió 1,3%No sorprende que el oficialismo sufriera en las urnas bonaerenses, aun cuando la inflación bajaba.

Como diría Milton Friedman del análisis político, la insatisfacción es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario.

Giro monetario: el BCRA baja tasas

Tras las elecciones, el Banco Central empezó a aflojar el torniquete. La tasa de simultáneas bajó en dos tramos de 500 puntos básicos hasta 35%, lo que llevó a la TAMAR del 66% al 52,5% TNA.

Un alivio financiero, aunque difícilmente reactive la actividad antes de octubre.

El dilema de fondo

El esquema luce claro:

Inflación baja, gracias a consumo deprimido y actividad en retroceso.

Economía estancada, con empleo urbano golpeado y sectores clave (automotriz, construcción, cemento, alimentos) mostrando caídas de hasta 6% mensual.

Como resumen Invecq: “Si bien la estrategia electoral estuvo centrada en contener el TC y la inflación, el costo de sostener tasas reales muy elevadas fue una actividad económica poco dinámica, que terminó golpeada por ese mismo corset financiero (…) Aunque la reciente baja de tasas difícilmente reactive la economía antes de octubre, al menos podría aliviar el ahogo financiero que imponía el esquema previo”.

El Economista