La escalada de precios es cada vez más fuerte y la inflación se recalienta. También hay alarmas en las variables financieras.
Motosierra, devaluación y liberación de precios. En apenas un mes de gestión, el cócktail no podría haber sido más complicado. Hoy se cumple el primer mes de Javier Milei como presidente y el balance en este arranque es oscuro.
El de los precios y las tarifas, sin dudas, es uno de los temas que más llama la atención y, en algún punto, menos pareciera ocupar a La Libertad Avanza. Milei nunca escondió que no creía en los controles de precios, es cierto, pero ante semejante desbande al menos era esperable algún tipo de reacción, que hasta ahora no llegó.
Incluso, el presidente se animó a decir que “si la inflación de diciembre llega a 30%” debería ser tomado como una buena noticia
Según los movimientos que se vieron entre el 7 de diciembre pasado -solo tres días antes de que asumiera Milei, pero ya con los precios descontrolados por la futura falta de límites- y ayer, hay productos alimenticios que subieron hasta 157,5%.
Este es el caso, por ejemplo, del kilo de lechuga, que el 7 de diciembre costaba $ 167, y ayer ya estaba en los $ 429. Siguiendo con la canasta de alimentos, el kilo de harina se movió un 67,8%, al pasar de los $ 357 a los $ 599. El mismo comportamiento se observó en otros productos: el litro de leche subió 50,3%, el kilo de asado 44,7% y el kilo de yerba 19,8%, solo por poner algunos ejemplos.
Transporte, naftas y logística
También se viene observando un fuerte impacto en todo lo relacionado con el transporte y la logística (que termina por impactar en los precios finales). En el primer mes de la presidencia de Milei la nafta súper pasó de los $ 360 a $ 775, un incremento nada menos que del 115,3%, un sobrecosto que colaborará a subir la inflación.
El ajuste del bolsillo también llegó del lado del transporte público. El pasaje en colectivo creció 45,4%, el de tren 45,3%, y el de subte 37,5%. Todo esto, solo en el primer mes de gestión y con la expectativa de que el camino ascendente recién comienza.
Y dentro de lo que tiene que ver con el ajuste del poder adquisitivo lo peor todavía no se vio en el segmento de las tarifas, pero en este primer mes de gestión sí se dieron los primeros pasos para allanar el camino hacia lo que vendrá.
Esto está relacionado con lo que ya manifestó el Gobierno en este sentido, y que tiene que ver con aumentos del 500% entre febrero y abril en el costo del gas en hogares, para luego actualizar por inflación. Algo similar ocurrirá con las tarifas eléctricas. Las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur formalizaron sus requerimientos de ingresos por más de $ 1 billón para operar el servicio público en 2024 y pidieron al Gobierno un aumento mensual de sus tarifas.
Se estima que solo por trasladar el impacto de la devaluación, la suba debería rondar el 60%.
Los efectos del primer mes se sintieron también en el mercado financiero. Dentro del mundo del dólar, el formato que pegó un salto más grande fue el tarjeta: pasó de los $ 1021,27 a los $ 1334,40, un avance de 30,7%. En tanto, el MEP, pasó de los $ 1001,32 del 7 de diciembre a los $ 1152,49 de ayer, una diferencia de 15,1%.
El CCL, por su parte, creció 14,9%, mientras que el blue un 14,3%, hasta llegar ayer a los $ 1120.
En la operatoria del Banco Central también hubo movimientos que encendieron las luces de alerta, Así se ve, por ejemplo, al analizar el caso de los pases pasivos y los pasivos remunerados. En el primer caso se pasó de $ 16,5 millones a los $ 25,5 millones, una diferencia nada menos que del 54,4%. Y si se analizan los pasivos remunerados se ve una diferencia de 26,8%, de los $ 21,3 millones de hace un mes a los $ 27,1 millones de ayer.
El Cronista
