OBJETIVO 2025: MILEI VA POR EL REDISEÑO DE LAS REGLAS ELECTORALES

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Los libertarios ya trabajan para que avancen en el Congreso los proyectos de Ficha Limpia, Boleta Única de Papel y la eliminación de las PASO. Mayorías difíciles y ruidos con el PRO.

Javier Milei tiene poco más de cuatro meses de actividad legislativa para intentar concretar su tercer objetivo político este año, después de haber logrado la diluida Ley Bases y el ralo Pacto de Mayo: rediseñar las reglas electorales antes de que a su gestión le llegue su primer examen en las urnas, en 2025. Para eso, tres proyectos figuran al tope de la agenda libertaria en el Congreso: el de Ficha Limpia, el de Boleta Única de Papel y el de eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En los cálculos libertarios, la sanción de esos proyectos funcionará como el mejor complemento para la estrategia partidaria que diseña y construye la secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario, Karina Milei.

Es un objetivo muy ambicioso. La Constitución Nacional exige para las reformas electorales un consenso amplio, es decir, la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara: 129 votos en Diputados y 37 en el Senado. Esa exigencia es la que, en enero, le impidió a la vicepresidenta Victoria Villarruel lograr la sanción definitiva del proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) que había sido aprobado en Diputados en junio de 2022, después de que el Frente de Todos perdiera las elecciones de medio término en la mayoría de los distritos del país.

Medio año atrás, la vicepresidenta intentó convertir en ley la BUP en un intento de demostrar un éxito legislativo inmediato de parte de un partido que solo tiene siete senadores y con un proyecto muy sensible para la dirigencia política. No lo consiguió porque en aquel momento los senadores Carlos Arce (Misiones) y Mónica Silva (Río Negro) pidieron introducir cambios al texto que venía de Diputados. Estos senadores pedían un diseño de boleta única más parecido al santafesino, que diluye el arrastre de los partidos nacionales, porque impide votar “boleta completa”. Los diputados, por su parte, eligieron un diseño en línea con la boleta única cordobesa, que habilita la elección de la tira completa de candidatos de un mismo espacio político.

La discusión sobre la implementación de la boleta única es, en pequeñísima proporción, sobre la fiscalización y el costo de las elecciones, pero en gran medida, se trata de los efectos de este instrumento en la configuración política del país, como explica detalladamente este especial de Cenital. Sin embargo, en enero, esa no era una preocupación para Villarruel, a quien solo le urgía el apuro de mostrar la ley. Por eso, en ese momento, la vicepresidenta no aceptó cambios y el debate fracasó. Ahora, al finalizar el receso invernal del Congreso a finales de julio, estaría dispuesta a conceder las modificaciones pedidas para conseguir los votos necesarios, lo que devolvería el proyecto a Diputados.

La discusión, en las últimas dos décadas, suele marcar un parteaguas entre el peronismo, que defiende la continuidad de la boleta partidaria, y el resto del arco político que, salvo excepciones, reclama la implementación de la boleta única en alguna de sus variantes. Ese alineamiento casi obligatorio entre la pertenencia partidaria y el instrumento electoral de preferencia lo sufrió en carne propia Florencio Randazzo. En 2011, cuando era ministro del Interior de Cristina Fernández de Kirchner, veía en los impulsores de la idea “una intencionalidad de debilitar a los partidos políticos y quitarle gobernabilidad a los que tienen responsabilidades de llevar adelante las gestiones”. Hoy es uno de los diputados que empuja la sanción definitiva en el Senado o, en su defecto, el regreso del proyecto a la Cámara baja para tratarlo antes de que pierda estado parlamentario, lo que ocurriría en noviembre.

Además, el oficialismo quiere convertir en ley alguno de los varios proyectos de “Ficha Limpia” que fueron presentados ante el Congreso en los últimos años. En el tema trabajan los diputados libertarios Nicolás Mayoraz y Santiago Santurio. Con matices, son iniciativas que apuntan a que personas condenadas no puedan ser candidatas. Mirando el panorama electoral, es una iniciativa que pareciera tener nombre y apellido. La discusión, si avanza, pasará por la definición de condena. Es algo que el presidente del bloque Hacemos Coalición Federal (HCF), Miguel Pichetto, analizó con sus equipos. Para el rionegrino, la definición es que todos los ciudadanos cuentan con la presunción de inocencia hasta tener sentencia definitiva. Es decir que solo aceptaría la prohibición para quienes tengan una condena ratificada por la Corte Suprema, aunque aceptaría evaluarlo para sentencias avaladas por Casación.

Paradójicamente, justo cuando el megamillonario e ídolo presidencial Elon Musk elogió el sistema electoral argentino, Milei va por su modificación. La última parada será el intento de eliminación de las PASO, iniciativa cuya resolución pareciera ser más compleja que las anteriores, porque hasta el bloque legislativo que hasta aquí funcionó como rueda de auxilio del Gobierno, el PRO, deberá decidir qué hacer. Y es que mientras el Presidente habla de fusionarse con el partido fundado por Mauricio Macri, para los estrategas que rodean al exmandatario “hoy la fusión está más lejos que nunca”.

El destrato del lunes en la noche caló hondo. Las decisiones sobre el armado electoral llegarán para el PRO en marzo del año próximo. Hay quienes dicen, cerca de Macri, que la convivencia con los libertarios debe ser dirimida por una interna. No es una mirada ingenua. En esa eventual competencia, el PRO tiene más para ganar, dado su desarrollo territorial de más de dos décadas y lo instalados que están sus candidatos.

Noelia Barral Grigera – Cenital

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