En reclamo de mejoras salariales los colectiveros anunciaron otra medida de fuerza para el viernes que no afectará a la Capital Federal ni al AMBA. Una vez más abren la posibilidad de levantarla si se atienden sus exigencias. El ministerio de Trabajo analiza el escenario de una clásica y ríspida negociación salarial de los choferes luego del fracaso de la última audiencia. De aparecer un DNU que determine fondos para las empresas habría solución
La Unión Tranviarios Automotor ( UTA) anunció un paro del transporte público de pasajeros en los servicios de corta y media distancia en todo el país, a excepción del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para el viernes por 24 horas.
“Confirmamos la medida de fuerza y esa decisión es el resultado de no haber logrado que las cámaras empresarias firmen una recomposición salarial que estaba prevista”, aseveró el titular de Prensa de la UTA, Mario Calegari, al portal Cadena 3.
El reclamo gremial es por el otorgamiento de una suma fija de $27.000 y un aumento general de 11% para ese segmento de los trabajadores.
Y el núcleo central de un capítulo más de tensión paritaria para la UTA atraviesa no solo a las patronales sino también a los fondos estatales vía subsidios para las líneas provinciales.
En efecto, a horas de la huelga fuentes del Gobierno dijeron a BAE Negocios que además de la alternativa para el dictado de la conciliación obligatoria se aguarda la entrada en vigencia de un DNU que oxigenería las arcas empresarias y por ende habilitaría el acuerdo paritario.
Sin perjuicio de esos tópicos que incluyen a los ministerios de Transporte y Economía, en el escenario gremial la UTA, que comanda el secretario general Roberto Fernández atraviesa desde hace años una severa puja interna con la agrupación Juan Manuel Palacios, avalada por el moyanismo, y viene de no adherir a la unidad en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Esa pulseada se agrava en el descontento de algunas seccionales sindicales del interior, donde debería tener lugar el paro que se anunció. Sin solución de continuidad, la UTA también viene de pulsear en la nueva CGT bajo la estrategia de “fortalecer la postura de los sindicatos de Perón”.
Encolumnadas en el ala de los disconformes que en forma estratégica coordinó Luis Barrionuevo, junto a La Fraternidad de Omar Maturano, esta falange tensó la unidad -celebrada en tiempo de descuento- con la inclusión de Pablo Moyano en el nuevo triunvirato.
La UTA resiste al Camionero por su cercanía con Miguel Bustinduy, líder de “La Palacios”.
Dónde paran
“Esta medida de fuerza es sólo para el interior, no entra CABA ni el AMBA, con lo cual el alcance va a ser total en todas las provincias hasta que por lo menos las cámaras empresarias se sienten a tratar de solucionar el pedido de recomposición salarial”, explicó Calegari.
Sin perjuicio del anuncio sobre la huelga, y como ya sucedió con otros paros anunciados que abrieron instancias de negociación o conciliación obligatoria dictada por Trabajo, el sindicalista abrió la puerta de esa alternativa. “Si hay algún tipo de negociación estamos abiertos a dialogar, pero tomando en cuenta que lo más importante la recomposición salarial”, dijo Calegari.
BAE Negocios