Mientras los sectores minero y petrolero celebran sus potenciales beneficios, los industriales y las pymes expresan su preocupación. El debate se intensifica en el Senado, donde se decidirá el futuro de esta medida.
La votación en particular del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) contenido en el proyecto de ley de Bases abrió un cisma en Unión por la Patria. Los diputados del espacio de San Juan y Catamarca, provincias mineras, votaron en contra del texto en general, pero a favor del RIGI en el poroteo en particular. Una foto del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, con el ministro de Economía, Luis Caputo, coronó la alianza circunstancial del peronismo extractivo con el Gobierno.
A los gobernadores del Norte, el lobby de la Unión Industrial Argentina (UIA) para modificar un proyecto muy desparejo para la industria nacional les pasó por el costado. Los patagónicos también esperan el régimen, con la expectativa de que destrabe inversiones en energía. Según fuentes del sector minero, al menos cuatro proyectos de cobre por entre 4000 y 6000 millones de dólares aguardan el régimen de beneficios impositivos y cambiarios. La industria petrolera sostiene que el RIGI permitirá empezar a materializar la planta de licuefacción que permita exportar GNL en unos años y que requiere que el sector hunda USD 10.000 millones.
Si el Senado lo valida sin cambios, el RIGI dará a las inversiones de más de USD 200 millones amplios beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios durante al menos 30 años, prorrogables por hasta cuatro décadas desde la puesta en marcha del proyecto. Las empresas tendrán libertad absoluta para entrar y sacar capitales, algo que hoy frena la concreción de grandes desembolsos, según fuentes de los sectores minero y petrolero.
Pero también gozarán de una tasa acotada del impuesto a las Ganancias (25% para la empresa, hasta 7% para la persona humana que invierta y 3,5% para las utilidades que genere), amortizaciones aceleradas, exenciones de impuestos incluso provinciales y municipales y el no cobro ni de retenciones ni de derechos de importación, tasa de estadística y otros en las compras al exterior de bienes de consumo, insumos y bienes de capital, nuevos o usados. Esto último es lo que más irritó a la industria.
En guardia
El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, activó reuniones con la “oposición dialoguista”. Pero las fotos con referentes de la UCR, Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y hasta el PRO no alcanzaron para cambiar el proyecto.
Por el reclamo de las pymes, la UIA intentó persuadirlos de que el régimen deja a la industria nacional en desventaja, porque los fabricantes locales pagan por sus insumos los impuestos que el producto terminado no abonará y, además, deben acceder a divisas para pagarlos en cuotas.
Lo explicó a Cenital Elio del Re, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra): “El régimen está pensado para que los productos necesarios para la inversión ingresen sin pagar impuestos como derechos de importación, IVA y Ganancias. Hasta los eximen de las tasas municipales. Pero si traemos el acero inoxidable, que no se fabrica acá, pagamos todo eso”, dijo. En una nota enviada a Caputo, Adimra sostuvo que, a igual precio de materia prima y mano de obra, el régimen generará “asimetrías de entre el 15 % y el 35 % del valor total de los bienes”.
El exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas criticó la falta de políticas de desarrollo de proveedores locales. “Las mejores experiencias internacionales y nuestra propia historia indican que el gran desafío en las inversiones vinculadas a recursos naturales consiste en desarrollar proveedores nacionales, industriales, tecnológicos e ingeniería que permitan justamente utilizar al recurso natural como una palanca para el desarrollo productivo. El RIGI genera exactamente lo contrario”, escribió en X.
Funes de Rioja repitió, en distintas reuniones, que en Vaca Muerta pueden invertir un puñado de grandes empresas, pero hay un cinturón de 1000 pymes que abastecen a esa industria. Techint, con mucho peso en la UIA, espera el RIGI para hundir más capital, como el resto del sector petrolero, y aguarda que proyectos complementarios favorezcan la inversión pyme.
El peso de los gobernadores
Los gobernadores de provincias mineras y petroleras prestaron poca atención a los reclamos. Catamarca fue una de las principales impulsoras del RIGI en el peronismo. Los distritos mineros, indicaron, tienen sus propios programas de desarrollo de proveedores, que busca priorizar a las empresas de la zona. La UIA no fue a buscar a los gobernadores, dijeron en una provincia.
Para las provincias, los proyectos significan cobro de regalías, además de la actividad ligada a ellos. Como los tributos vinculados al comercio exterior no se coparticipan, no se verán afectadas por ese lado. Las mineras dicen que el RIGI emula a la legislación actual que regula la actividad, con amplias garantías de estabilidad que, ahora, se verían reforzadas.
Según fuentes del sector minero, los proyectos de cobre Josemaría (también oro y plata) y Los azules, en San Juan, Mara, en Catamarca, y Taca Taca, en Salta, están a la espera de la ley. Estas inversiones son más largas y costosas que las de la pujante minería de litio, con un piso de desembolsos de USD 4000 millones cada uno.
En la Patagonia, el desarrollo del GNL espera por la ley. YPF quiere sumar al resto de las petroleras al proyecto que lidera con Petronas para construir una planta que permita licuar el gas y exportarlo. Demanda al menos USD 10.000 millones. “Toda la industria tiene expectativa en el RIGI porque la planta de GNL va a requerir de mucha inversión”, dijeron a Cenital en otra gran petrolera que define si participará de ese pool de inversores.
La llave, ahora, la tiene el Senado. La UIA todavía no activó contactos con los senadores, aunque sospecha que el oficialismo intentará pasar el texto sin cambios y la oposición se concentrará en Ganancias y, quizás, el impuesto a los cigarrillos. El Gobierno espera que, con el RIGI, las empresas abran los bolsillos. “Hay un presidente con el coraje para hacerlo (al ajuste), la sociedad está aguantando esto, aprovechémoslo”, arengó Caputo, el lunes, en la Bolsa de Comercio. “También depende de los empresarios, si compran esto no solo con el voto, sino también con las acciones e invierten, la economía va a crecer”, intentó comprometerlos.
Cenital