En Casa Rosada se encontraron Cafiero, Bianco, Miguel y los ministros de salud; hubo inquietud por el repunte de casos; seguirán la evolución de la curva mañana y pasado para definir si se suman restricciones; se comprometieron a sostener la coordinación
Con una preocupación compartida y una tregua obligada por la pronunciada suba de casos de ayer (se reportaron 35.543 positivos), el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero se reunió ayer por la tarde con sus pares de la Provincia, Carlos Bianco, y de la Ciudad, Felipe Miguel, para comenzar a coordinar eventuales medidas adicionales en el AMBA a partir del vencimiento del DNU, el próximo viernes.
De la reunión no surgieron definiciones concretas, pero sí hubo una inquietud compartida por el comportamiento de la curva de contagios y se acordó observar la evolución de las próximas 48 horas para coordinar nuevas medidas e incrementar los controles de las restricciones ya vigentes.
Los tres gobiernos, en tanto, manifestaron la imposibilidad que tienen de volver a la “fase 1″. Ninguno está en condiciones de plantear un cierre total de la economía. El foco, al menos en la Ciudad, estará puesto en los encuentros sociales. Por eso miran con atención a los lugares de esparcimiento y también a la actividad de fin de semana.
Tras varias semanas de desencuentros y chispazos, desde la Ciudad manifestaron que el espíritu es retomar la coordinación entre las tres jurisdicciones. En el Gobierno y cerca de Axel Kicillof respondieron con chicanas al equipo de Horacio Rodríguez Larreta.Pero más allá de la escenificación política, se espera que mañana los equipos técnicos de la Ciudad y de Provincia intercambien propuestas. Llegar a un acuerdo será un desafío difícil, porque el gobierno porteño se resiste a suspender las clases presenciales y a cerrar comercios como reclaman en La Plata, y apuntan a otro tipo de medidas.
“Todos coincidieron en la preocupación por el aumento de casos, habida cuenta que venían bajando, dejaron de bajar, se estabilizaron en un promedio alto, y ahora empieza a haber un leve ascenso de casos. Si ese leve ascenso se mantiene estos días, se tomarán medidas adicionales que se tomarán de manera coordinada”, señalaron fuentes del gobierno porteño al tanto de la reunión, que se extendió mas de los previsto, desde las 15 hasta las 17.20.
Al encuentro también se sumaron las autoridades salud de los tres distritos, Carla Vizzotti, Daniel Gollán y Fernán Quirós, en un momento donde hay mayor coincidencia en el diagnóstico de la situación sanitaria. El reporte de casos diarios les llegó justo cuando estaban todos en el despacho de Cafiero. Tras el encuentro tripartito, en Casa Rosada se improvisó una reunión entre el Presidente, el jefe de Gabinete y la ministra de Salud.
La Casa Rosada presiona para que sean las jurisdicciones las tomen más medidas de control y de restricción de la circulación. “Esto no da para más”, dijo Cafiero a sus pares de provincia y ciudad. El nuevo DNU, no obstante, seguirá aplicando los mismos parámetros sanitarios de los últimos dos decretos, idénticos a los que figuran en el proyecto de ley que envió al Congreso (y que no llegará a sancionarse esta semana).
No figura en la hoja de ruta de la Casa Rosada volver a un cierre total de la economía. “La gente no lo resiste”, dijo este martes Alberto Fernández en una entrevista con Radio 10.
Mañana, en tanto, podría haber una nueva reunión del Presidente con el equipo de expertos (epidemiólogos e infectólogos) para revalidar los criterios.
PEl Gobierno toma como referencia tres indicadores -aumento de los contagios en los últimos 14 días (razón), cantidad de casos sobre la población (incidencia) y ocupación de las camas de terapia intensiva- para dividir al país en cuatro grupos -bajo, medio y alto riesgo y alarma epidemiológica- con distinto nivel de restricciones. La inquietud del Gobierno nacional, además de la situación del AMBA, hoy pasa por la expansión de los contagios en el interior del país, sobre todo en provincias como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
AMBA
La novedad es que en esta oportunidad la Ciudad -siempre más reticente a cierres duros- no descarta sumar otras medidas puntuales para los próximos días. Ayer al mediodía los equipos de Horacio Rodríguez Larreta se reunieron en la sede de Uspallata para repasar los indicadores de la Ciudad y comenzar a afinar el nuevo esquema. Se barajó la posibilidad de pasar a la virtualidad escolar, pero luego eso quedó prácticamente desestimado.
La administración de Axel Kicillof, en tanto, viene planteando la necesidad de imponer controles de shock. Desde La Plata aclararon: “El gobierno de la provincia de Buenos Aires no está pidiendo un regreso a la fase 1. Apostamos a la continuidad del esquema actual de medidas de cuidado, intensificando los controles para que las mismas se cumplan de manera estricta”. Más allá de los dichos de las autoridades sanitarias de la provincia, el gobernador no pretende un cierre de industrias o una suspensión de las actividades agropecuarias en territorio bonaerense.
La de este martes fue una tregua forzada por la situación sanitaria. La provincia, por caso, no escatimó en críticas a la Ciudad a pesar de la voluntad del equipo de Horacio Rodríguez Larreta de trabajar coordinadamente. “Hasta ahora no se avanzó en nada concreto. Venimos pidiendo medidas hace un año y ellos siempre las boicotearon y se encapricharon”, deslizó tras el encuentro un colaborador estrecho de Axel Kicillof.
En el Gobierno también se encargaron de deslizar una chicana hacia el jefe de gobierno porteño. “Me llevaron a la Corte y quién tenía razón”, ironizó Fernández sobre la suspensión de clases, un clima que se trasladaba hoy a la reunión en Balcarce 50.
La Nación