El proyecto obtuvo 216 votos afirmativos y uno en contra. El mismo busca establecer una serie de procedimientos médico-asistenciales que deberán aplicarse en los casos de la pérdida de un bebé entre la semana 22 del embarazo y 7 días después del nacimiento
Tras una larga espera y en un debate cargado de emoción y aplausos, la Cámara de Diputados aprobó este jueves un proyecto que tiene por objetivo establecer procedimientos médico-asistenciales para la atención de las mujeres y personas gestantes frente a la muerte perinatal, que es aquella que se produce entre la semana 22 hasta 7 días después del nacimiento. La votación resultó con 216 votos afirmativos y solo 1 en contra, del diputado Francisco Sánchez (Pro – Neuquén).
El proyecto, bautizado “Ley Johanna”, por el caso de Johanna Piferrer impulsora de la iniciativa y quien fue víctima de violencia obstétrica, indica que todas las obras sociales, las entidades de medicina prepaga, como así también todos aquellos agentes que brinden servicios médicos asistenciales a sus afiliadas/os, independientemente de la figura jurídica que posean, tendrán a su cargo con carácter obligatorio instrumentar las medidas y ejecutar los cambios necesarios para garantizar el cumplimiento de la ley.
Se busca dotar las/os profesionales de la salud, que intervienen al momento del parto, de procedimientos de actuación estandarizados que faciliten la atención sanitaria de aquellas mujeres, personas gestantes y familias que sufren una muerte perinatal.
También, posibilitar un ambiente de contención y cuidado, con el acompañamiento de especialistas; y facilitar opciones terapéuticas, gestiones a realizar, documentación a cumplimentar y consultas sucesivas.
El texto, girado ahora a la Cámara alta, establece que las mujeres y personas gestantes tendrán derecho a recibir información suficiente y adecuada; un trato respetuoso, individual y personalizado; tomar contacto con el cuerpo sin vida, teniendo la opción de hacerlo acompañadas por un psicólogo; tomar conocimiento fehaciente de las causas que originaron el deceso; recibir información sobre lactancia, métodos de inhibición y/o donación de ésta; entre otros.
La palabra de las diputadas
En su carácter de presidenta de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, abrió el debate la socialista Mónica Fein (Santa fe) al destacar que “esta ley de la sociedad civil propone establecer una serie de acciones concretas de parte del sistema de salud para acompañar a las familias cuando atraviesan una de las experiencias más traumáticas que es la muerte de un hijo o una hija cuando se está esperando su nacimiento o pocos días después”.
Fein remarcó que se la conoce como ‘Ley Johanna’ por “la acción de una mujer que perdió a su hijo, Ciro, exigió y exige que este Congreso incorpore un trato mucho más humanizado ante la muerte perinatal”.
A su vez, informó que la Organización Mundial de la Salud define a la muerte perinatal como “una tragedia silenciosa porque es así, silenciosa en general. Es la respuesta que muchas veces reciben las familias, las mujeres, las personas gestantes, en lugar de estar acompañadas y contenidas”.
“Si bien la muerte supone un proceso personal e intransferible que implica elaborar un duelo, no es lo mismo hacerlo en un espacio de contención, de acompañamiento, que hacerlo sin las respuestas, sin poner en palabras lo que significa esa pérdida”, precisó la santafesina y agregó: “Se considera que estas muertes perinatales son uno de los trastornos más comunes del estrés post traumático en mujeres y personas gestantes”.
Además, Fein alertó que “las cifras no son bajas, son considerables 6,3 millones de muertes perinatales por año se registran en el mundo y la mayoría en los países más pobres”, y en el plano local informó que “nuestro país ha tenido cifras del 4% de los embarazos registrados como muertes perinatales”, y destacó que “positivamente las hemos ido bajando entre otros temas por haber mejorado la asistencia, la detención precoz de algunas patologías y de actuar en consonancia”.
“No existe hoy un protocolo, un mecanismo que esté incorporado en los lugares para acompañar estas muertes. Podemos considerar que la Ley de Parto Humanizado 25.929 sancionada en 2004 brindó un marco normativo a todo lo que es el acompañamiento de las personas gestantes, del trabajo de parto, post parto y que eso ha sido un gran avance en términos de los derechos de las personas y de las gestantes”, expresó, pero indicó que “no dice nada sobre el nacimiento sin vida, acá encontramos silencio”.
Fein describió que este dictamen plantea “hacer visible lo invisible, lo doloroso, tratando de aportar una serie de acciones que asuman los profesionales de la salud, y que el Estado lleve a cabo prácticas humanizadas para acompañar y permitir la despedida de un hijo tan deseado en un espacio que las personas estén solas. Confiere un derecho fundamental a la mujeres y personas gestantes que es tomar contacto con el cuerpo de su bebe sin vida, designar un acompañante todo el tiempo, solicitar la opción de estudios que den alguna respuesta de esta situación dolorosa y traumática”.
“Esta ley además de plantear actividades de sensibilización, difusión, programas de formación, capacitación, está planteándonos humanizar el sistema de salud. Encontrar que además de la tecnología y de los mecanismos y de las estructuras, es necesario fortalecer los vínculos, ponerse en el lugar del otro cuando hay situaciones de alta vulnerabilidad. Esta ley plantea fortalecer la humanización de los sistemas y acompañar en los momentos más dolorosos”, resumió la santafesina.
En su disertación, la bonaerense Mónica Macha (FdT) contó que dicho proyecto es de la diputada MC Magdalena Sierra y cuando perdió estado legislativo, lo tomó la diputada Cristina Álvarez Rodríguez -quienes estaban presentes en el recinto- al tiempo que señaló que “es un proyecto que tiene que ver con las demandas que venimos construyendo desde el feminismo porque no son problemas nuevos, pero si son problemas y situaciones que estamos encarando en este tiempo producto de lograr poner en la agenda política temas que durante mucho tiempo fueron considerados periféricos”.
“Nosotras sabemos lo que es atravesar situaciones de violencia obstétrica que es una problemática multidimensional y que lo podemos encontrar en los distintos momentos que significa, sobre todo la atención, del parto y post parto y en muchas instancias ginecológicas. Es una situación que necesita de esa visibilidad y de contar con acciones que nos permitan cambiar esa situación”, planteó Macha.
En suma, remarcó la importancia del acompañamiento por parte del Estado desde “la empatía, el conocimiento y predisposiciones a las necesidades de esa persona. De otro modo seguiremos teniendo casos de violencia. Un tipo de violencia que vincula el género, la salud y la institucionalidad. La Ley Johanna es sensible y humana”.
En un emotivo discurso y con su bebé en brazos, la diputada del Pro Camila Crescimbeni detalló su triste experiencia que sirvió para exponer la situación que viven tantas mamás en esas circunstancias, ya que recientemente perdió a uno de sus mellizos.
“Nunca me imaginé que iba a estar hablando en este proyecto en particular, pero lo que quería transmitir, más allá de la experiencia que me tocó, es visibilizar en mí, como le habrá pasado a Johanna (Piferrer) también y otras personas que están en el recinto, pero es muy importante el acompañamiento durante este tiempo, porque uno está en shock total… Porque espera la vida, no la muerte, y no sabe sus derechos, eso es la realidad”, relató.
Sin embargo, la emoción en el recinto perduró unos minutos más, cuando le tocó hacer uso de la palabra a la salteña Verónica Caliva (FdT) quien acompañó a Camila por su “fortaleza porque trabajando acá en esta Cámara para cumplir con su trabajo, terminó con complicaciones y terminó con la pérdida de la vida de su hijo y a todas nos impactó, nos dolió y creo que eso es fundamental reconocer la fortaleza de la diputada y hacerle llegar públicamente las condolencias”.
Por otro lado, manifestó que “cuando vimos este proyecto decidimos acompañarlo porque a las mujeres y a las personas con capacidad de gestar estos temas nos impactan en el centro de la vida”, y relató que a los 7 años le tocó acompañar a su mamá a “vestir” el cuerpo de su hermanita y lo describió como “un momento de profundo dolor y silencio y nunca pude sacarlo de mi mente. Verla a ella vistiendo a la beba, estando las dos solas”.
A su turno, la radical Gabriela Lena (Entre Ríos) manifestó: “Estamos tratando de contemplar en el proyecto aquel dolor que se produce de las muertes perinatales a partir de la semana 22 del embarazo”.
“En Argentina hay un promedio de 5 mil casos de muerte perinatales al año, pero sabemos que hay muchos más porque no se conocen y sigue siendo un tema que no se habla. Es una muerte rodeada de silencio, estigma y de culpa”, detalló.
Lena remarcó que el proyecto contribuye a brindar la atención necesaria y el resguardo físico y emocional para todas las personas afectadas porque “dota de herramientas necesarias al personal de salud”.
La santacruceña Paola Vessvessian (FdT) expresó: “Estamos convirtiendo una necesidad en un derecho, que surge de la escucha de compañeras nuestras en el dolor de una madre, Johanna. Ahí comienza una historia de dolor, de trauma cuando vienen y te dicen ‘mamita, lo siento mucho’ como si eso fuera todo. No se logra sanar con una medicina, te lo cura el acompañamiento”.
“También buscamos mayor equidad, que no quede todo concentrado en las mayores ciudades, que el Estado sea un ente regulador. Las realidades son todas distintas, hay que ser cuidadoso con eso, al igual que la accesibilidad de las personas gestantes. Tenemos que pensar en la desigualdad del país y que logremos que nos permita la accesibilidad con cuidado. Esta ley crea derechos a la información, a la atención adecuada”, sostuvo.
Parlamentario