TOLOSA PAZ, DE CARA A LAS ELECCIONES: “ALBERTO Y CRISTINA SABEN QUE CUENTAN CONMIGO”

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La funcionaria y férrea defensora en los medios de la gestión del Gobierno suena como posible candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires. “Si tengo que ser, saben que no especulo con los cargos”, afirma.

Mientras avanza a paso firme el plan de vacunación y la economía muestra signos de reactivación, que deberán traducirse en mejora salarial, la definición por las listas de candidatos para las próximas elecciones está cada vez más cerca. La provincia de Buenos Aires por su peso electoral es el distrito que el Gobierno mira con mayor atención. Y allí uno de los nombres que está sobre la mesa es el de Victoria Tolosa Paz. En una entrevista exclusiva con El Destape, confía que nadie le ofreció nada, pero ante la posibilidad de ser candidata, asegura: “Si Alberto y Cristina lo deciden, saben que cuentan conmigo”.

Son más de las 19 del viernes y si bien la puerta de ingreso al Edificio SOMISA ya está cerrada, la actividad en el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales la actividad continúa. La intensidad que transmite Tolosa Paz se percibe en su equipo, que la acompaña desde hace años. “Deja todo en la cancha, nadie que trabaje con ella se puede tomar la relación con el Estado de forma light”, asegura alguien que trabaja codo a codo con ella. Ese mismo día había estado con el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés ‘Cuervo’ Larroque, para firmar un convenio de cooperación con el fin de avanzar en la implementación del Plan Nacional AccionAR en la ciudad de La Plata y en otros dos distritos bonaerenses. El programa apunta a la búsqueda de niños y niñas de cero a cinco años que presentan baja talla.

Impulsora de que las mujeres participen de forma más activa en política y ocupen lugares de poder, se muestra molesta por la falta de presencia femenina en la mesa electoral que integran Santiago Cafiero, Axel Kicillof, Sergio Massa, Máximo Kirchner, entre otros. Allí propone que estén Verónica Magario, Teresa García y Cristina Álvarez Rodríguez. “Si el dispositivo de campaña no tiene mujeres, arrancamos mal”, advierte.

Con 48 años recién cumplidos, mamá de cuatro hijos y pareja de Enrique “Pepe” Albistur, empresario y muy amigo de Alberto Fernández, es una de las dirigentes que más presencia mediática tiene para defender la gestión del Gobierno y enfrentarse a la oposición. Asegura que en esta campaña Juntos por el Cambio va a “todos los fuegos artificiales habidos y por haber” porque “ellos saben hacer eso, construyen relatos y fake news, y cuando son gobierno no cumplen lo que prometen, te espían y te persiguen”.

Si el Frente de Todos fuese un equipo de hockey, deporte que ella practicó de chica, se define como “una 5 adelantada que puede meter un gol”. Desde esa posición conecta la defensa con la delantera, lo que en el Frente de Todos se podría traducir como un “puente” entre el albertismo y el kirchnerismo. Por el rol que ocupa, mantiene diálogo diario con el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, pero también con ministros como Katopodis, Ferraresi, Arroyo; funcionarios como Luana Volnovich, Fernanda Raverta, Andrés “Cuervo” Larroque (tdoos ellos muy cercanos a Cristina Kirchner); e intendentes como Lucas Ghi, Leonardo Nardini, Gustavo Menéndez, Mario Secco, entre otros. Para septiembre, cuando se celebran las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, proyecta que habrá “un gran porcentaje de la población vacunada y la expectativa de poder reabrir negocios y actividades que será acompañada por el Estado para que sea rápido”.

Sus inicios en política fueron en 1996 cuando empezó a trabajar en el Consejo de Desarrollo Humano bonaerense, cuya presidenta honoraria era Hilda “Chiche” Duhalde, bajo las órdenes de Nélida Doga. Por esos años realizaba los censos de toda la estructura de la Red de Manzaneras y así caminaba los asentamientos de La Matanza, San Martín, Presidente Perón y de otras localidades del conurbano bonaerense. De familia de origen radical, fue en esos años que conoció el peronismo y se enamoró de él. “Siempre había alguien que tenía una imagen de Evita y ahí empecé a entender que el peronismo había hecho las grandes transformaciones de la Argentina”, afirma. En 2002, el entonces presidente Eduado Duhalde nombró a Doga al frente del Ministerio de Desarrollo Social y hacia allí fue también Tolosa Paz. Cuando habla sobre la pobreza, considera que no debe ser solo evaluada desde los ingresos. “Podés estar arriba del ingreso que marca la línea de pobreza, pero no es el único indicador. Hay todo un condicionamiento por el que una persona es pobre y que tiene que ver con la falta de acceso a la salud, al esparcimiento, a la educación, entre otras”, señala.

– ¿Qué hay hoy de esa Vicky que arrancó a militar en los 90?

Hay el mismo compromiso de hacer política para transformarle la vida a los que menos tienen. No se me corrió ni la voluntad política de hacer, ni querer estar siempre en territorio. Soy una persona que puede estar en un hermoso despacho con fotos y flores, pero mi lugar de trabajo es al lado de quienes la pasan mal. Por eso, este Consejo es tan importante para mí en esta etapa de mi vida porque reconozco los problemas que tenemos en la llegada de algunos programas como la AUH, que después de 11 años de su implementación todavía tenemos 230 mil chicos y chicas que no cuentan con ese ingreso y me pregunto por qué ocurre eso.

-¿Y qué respuesta encontraste?

Que padres y madres con hijos con documento en Argentina eran indocumentados. Es un número que nunca el Estado se animó a construir: ¿Qué cantidad de población argentina NN tenemos? No estoy hablando de población migrante, personas que nacieron en este territorio y se desarrollaron en él, tienen 30, 40  años y siguen sin identidad. ¿Qué pasó con un Estado que no creó herramientas para dar respuesta a ese problema? Nosotros la creamos. Nos sentamos con ANSES e Interior y creamos el  Certificados de Pre Identificación (CPI), que es una política que se crea a partir de escuchar un problema que el Estado no había podido resolver esa situación. La búsqueda activa de esas personas hoy existe, se realiza el registro civil, la inscripción administrativa, entrega del CPI, inclusión de los hijos en la AUH y Tarjeta Alimentar. Es así como se construye la política pública. De esa Vicky me queda el compromiso social de que cada vez que ocupo un cargo lo hago sabiendo que tengo la posibilidad de transformar realidades.

– Entre todos los problemas que atraviesa el país, ¿cuál es el de mayor urgencia?

El plato de comida en la mesa es una de las mayores preocupaciones, por eso creamos el cepi para q no haya ningún niño ni niña en argentina que no tenga el derecho al ingreso, la AUH, la tarjeta alimentar y para ejercerlo nos encontramos con trabas viejas que por algún motivo esos niños no reciben el ingreso y que tienen que ver con la extrema vulnerabilidad social. Hay mucho trabajo que hay que hacer con los juzgados de familia para acelerar trámites de guarda judicial para chicos que pierden a sus padres y madres. Abordamos estos problemas porque necesitamos que todos los niños tengan la cobertura de ingreso porque con ese ingreso está el plato de comida, después está todo lo demás. 

– Hoy hay una cobertura para chicos y chicas hasta los 18 años y de los 60-65 para los adultos mayores. ¿Para quienes están en el medio hay posibilidad de implementar un salario universal?

No estamos pensando en un ingreso ciudadano a 45 millones de personas ni siquiera a 27 millones de personas entre 18 y 60 años, que es la Población Económicamente Activa (PEA). Es una población que tenemos que mirar con mayor atención, donde hay cerca de 12 millones de empleos formales, el resto no tiene empleo formal. No quiere decir que no trabajen,sino que no gozan de todos los derechos laborales. Ahí, la Argentina tiene que darse un debate. Tenemos 920 mil planes en este medio. Allí, el IFE demostró que pueden ser 9 millones, yo digo que son casi 8 millones, los adultos con dificultades de ingresos. Tenemos que ir a la consolidación de datos que nos permitan, por ejemplo, saber si un pibe no tiene laburo, pero está estudiando y es hijo de un trabajador formal con gran capacidad de recursos. La presunción patrimonial nos indicaria que lo que el Estado cree que es alguien que no tiene ingresos no es que necesita la asistencia del Estado, vamos despejando el camino y viendo cuál es el universo de jóvenes de entre 18 y 30 años que no llega a ese ingreso 8.890 pesos, que es la línea de indigencia. Creo que más que un salario universal hay que aplicar políticas de acompañamiento en la formación de esos jóvenes. La Argentina no es homogénea, ese monto universal pierde capacidad porque no es lo mismo vivir en el conurbano, que en Santa Cruz, donde todo es más caro. Argentina tiene que salir de esta crisis con planificación de su población y de su territorio. Tenemos distintas ramas y sectores con capacidad de desarrollo. En función de las potencialidades soy de las que piensan que el sistema universitario, la formación laboral y los jóvenes tienen que estar direccionados por el Estado. Acompañar con el Progresar, pero mucho más segmentado, en función de las áreas que queremos potenciar.

– Tras un año y medio de gestión, en el que la pandemia agravó la crisis económica, ¿Qué se pone en juego en esta elección, que pesará en la sociedad a la hora de votar?

Espero que votemos que la posibilidad real y concreta de que la reconstrucción de Argentina en manos de Alberto y Cristina, y de Axel y Verónica en la provincia de Buenos Aires va a ser real. A partir del rumbo que tomo el país, incluso en pandemia, está claro que este proyecto político puede hacer crecer a la Argentina, que en este contexto se puedan reactivar sectores que hace años no tenían ninguna variable hacia arriba, empresas que con Macri cerraban hoy reabren y proyectan ampliaciones y contratar más gente y que ven con expectativa que lo que dijo Alberto de que el salario esté por arriba de la inflación va a permitir que el trabajador consuma. Lo que se plebiscita es el Gobierno y al Presidente sin lugar a dudas. La intermedia es complicada, nuestro frente político no gana una desde 2005, pero estoy convencida de que vamos a ganar porque fue prioridad la vida y porque la gente percibe que en pandemia hubo un Estado presente en todas sus facetas.

– ¿Y al Frente de Todos como lo encuentra?

Nos encuentra sumamente unidos, conscientes de que 15 de 18 meses los gobernamos en pandemia. Incluso, con las diferencias hacia dentro hay un criterio de unidad. No veo tensiones entre los que integramos el Gabinete. Va a ser una elección donde todos los integrantes del Frente de Todos vamos a tener que poner el cuerpo, no va a alcanzar con un candidato o una candidata. Es todo un frente y ese sello tiene peso si todas esas voces pueden encontrar un lugar en cómo dirigirse al electorado de manera inteligente. es un muy buen momento del frente.

– Después de aquel acto en Ensenada, donde se dio una foto de unidad después del conflicto Guzmán-Basualdo, las diferencias quedaron más maquilladas o al menos no tan expuestas.

Fue una situación complicada entre un ministro y un subsecretario. Hubo un ruido importante, pero salimos adelante entendiendo que se pueden compartir las diferentes visiones. El aumento del 9% de las tarifas quedó firme, como también la voluntad del Presidente de avanzar sobre la segmentación entre los que pueden pagar la energía lo que vale y los que no. A veces los ruidos sirven para reacomodar, hay que discutir todo lo que hay que discutir sin mostrar situaciones complejas hacia afuera y salir con una idea única. Empieza a haber una dinámica donde se consultan las grandes decisiones en una mesa en la que las miradas diferentes se sintetizan y se sale para delante. Estamos ordenados como frente.

– ¿Falta mayor defensa de la gestión por parte del propio Gabinete?

En materia comunicacional no estoy de acuerdo con que todos los ministros y ministras tengan que salir. Me parece que es un equipo y algunos son buenos para hacer goles y otros para defender. A veces los buenos ministros en la gestión no siempre se comunican bien. Tenés que tener las figuras que puedan contar la gestión de punta a punta. Comunicar tiene que ver con una expertise que se adquiere con el tiempo y tiene que ver con las personalidades. Hay ministros muy buenos y que no tienen la habilidad para comunicar. 

– ¿Alberto Fernández comunica bien?

Alberto viene de ser jefe de Gabinete de Néstor (Kirchner) y adquirió esa práctica. Alberto sigue siendo Alberto, en términos de que Néstor hablaba menos que Alberto en gestión. Néstor derivaba en Alberto la comunicación, tenía un discurso sencillo pero de enorme profundidad. Alberto se quedó en el rol de atajar las pelotas y quizás hoy le cuesta delegar en el equipo para que ellos salgan a hablar por él. Igual, creo vamos a entrar en una etapa donde eso va a estar más ordenado.

– ¿Cómo imaginás que será la campaña electoral?

Veo una campaña muy mediática y con mucho cuerpo. Que no haya actos no significa que no estemos en territorio al lado de los empresarios, de los que trabajan, de las mujeres, de los jubilados y los movimientos sociales. Es una llegada mas real y concreta y donde la dirigencia política toma ese calor de lo que pasa en el territorio. 

– ¿Y el candidato o candidata debe tener experiencia en el roce con los medios?

Eso lo analizaron quienes estructuren la campaña. Hay una mesa en la provincia de Buenos Aires, que integran Cafiero, Katopodis, Massa, Axel (Kicillof), Máximo (Kirchner) e intendentes. Me parece que en esa mesa faltan mujeres. Podrían estar Verónica Magario, Teresa García y Cristina Álvarez Rodríguez. Es un reclamo y me enoja mucho cuando veo que creen que las mujeres estamos para juntar votos, pero no podemos tomar decisiones. A ellas dos las quiero ahí por la experiencia política que tienen y porque pueden ayudar a la mirada de la sociedad. Sin mujeres no hay sociedad. Y si el dispositivo de campaña no tiene mujeres, arrancamos mal.

– ¿Hay lugar para una candidatura testimonial?

No va a pasar. Si un ministro es candidato es que va a dejar su cargo a partir de que asuma la banca. Alberto quiere que quien encabece vaya a Diputados a ejercer su rol. No hay lugar para la candidatura testimonial. Y creo que el Frente de Todos tiene una cantidad de mujeres y hombres que pueden formar parte de una lista porque lo que se pone en juego es el Frente de Todos.

– ¿Te gustaría ser candidata?

Si Alberto y Cristina lo deciden, saben que cuentan conmigo. Cada vez que he tenido responsabilidades de encabezar listas en la ciudad de La Plata ha sido por una vocación mía, pero también por una decisión política que fue avalada. Fui primera candidata como concejal con Cristina en Unidad Ciudadana, fui a la interna en en la última elección para la intendencia de La Plata expresando una parte del Frente de Todos. Cuentan conmigo como le pasará a la gran mayoría, como tampoco me imagino que a un ministro que lo llaman para que sea candidato diga que “no”. Nadie me ha ofrecido nada y si tengo que ser, saben que no soy una persona que especula con los cargos.

– Hablabas de pensar el Gabinete como un equipo. Desde tu experiencia como jugadora de hockey, ¿en qué puesto te ponés?

Una 5. Tomala vos, damela a mí. Una 5 adelantada que puede desbordar y meter un gol.

El Destape

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